La batalla Ebrard-Sheinbaum: L¨®pez Obrador da el banderazo de la sucesi¨®n
Morena nunca ha elegido candidato. Viene una prueba de fuego para una joven y nada consolidada organizaci¨®n pol¨ªtica
No me den por muerto es el grito de moda en el verano gris de la pol¨ªtica mexicana. Los suspirantes andan sueltos. Pasadas las elecciones intermedias, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha dado el banderazo del juego de la sucesi¨®n presidencial y Marcelo Ebrard ha sido el ¨²ltimo, hasta ahora, en decir que s¨ª quiere ser candidato y suceder a Andr¨¦s Manuel en 2024. El tapado, ese rudo concurso de ambiciones de poder, vuelve a sonar como no se hab¨ªa sentido desde que desapareci¨® la llamada presidencia imperial priista.
El primer d¨ªa en que Claudia Sheinbaum recibi¨® gritos de ¡°presidenta, presidenta¡±, el canciller Ebrard estaba en Par¨ªs, un lugar de sus destierros. Era el primero de julio. Esa noche, en el Auditorio Nacional la jefa de gobierno de Ciudad de M¨¦xico vio regar su plantita rumbo al destape y floreci¨®. En contraste, Mario Delgado, identificado como pocos con Marcelo, fue sonoramente abucheado por quienes se reunieron para celebrar los tres a?os del triunfo de AMLO en 2018. La rechifla al ebrardista no pas¨® inadvertida en la capital francesa.
El domingo pasado, Claudia y Marcelo empataron cartones. La primera puso a funcionar una de sus primeras megaobras de transporte p¨²blico, en el pauperizado norte de la CDMX. Dos golondrinas s¨ª pueden hacer verano: al poner en marcha un telef¨¦rico, la jefa fue saludada, otra vez, con el grito de presidenta-presidenta. Pero Ebrard ya hab¨ªa recortado la distancia. De regreso en M¨¦xico, eligi¨® un territorio no claudista, la capital mexiquense, para reunirse con los suyos y decirles que s¨ª va, que no est¨¢ muerto, que est¨¢ resucitando.
El c¨®nclave marcelista de Toluca fue bien armado. Se supone que estaban prohibidos los celulares, pero no todos, porque santo que no est¨¢ en instagram no es venerado y Ebrard se dej¨® fotografiar para que hubiera constancia de que es tapado y se mueve. Veinticuatro horas despu¨¦s, filtraron el rumor del autodestape y las portadas de los diarios de este martes dan fe de su s¨ª quiero. Hay tiro, dir¨ªan en el barrio, cosa que alegrar¨¢ a unos, pero que preocupar¨¢ sobremanera a muchos m¨¢s.
L¨®pez Obrador ha sacado del armario al tapado. Sigue las reglas del ritual priista. Habla de los tapados para, precisamente, ocultar o proteger a quien s¨ª habr¨¢ de recibir la unci¨®n presidencial rumbo a unas elecciones que se llevar¨¢n a cabo dentro de tres a?os. Es incierto si AMLO sac¨® el tablero de los tapados por gusto o necesidad. Desde la ca¨ªda de un tramo de la L¨ªnea 12 del metro, el 3 de mayo, sus dos principales alfiles, si no es que ¨²nicos, se tambalearon, pues Marcelo y Claudia tendr¨¢n mucho que explicar en los tiempos por venir sobre la construcci¨®n y el mantenimiento, respectivamente, de ese tren elevado que al desplomarse mat¨® a 26 personas y dej¨® heridas a casi un centenar.
El golpe de La L¨ªnea 12 se sinti¨® en las elecciones del 6 de junio, cuando en Ciudad de M¨¦xico, Morena sufri¨® la peor derrota de la izquierda desde que esta gobierna la capital, hace 24 a?os; encima, las consencuencias pol¨ªticas de ese descarrilamiento amenazaban con provocar una guerra intestina en el equipo de L¨®pez Obrador, que termin¨® por acordar en lo oscurito una tregua en la que Carlos Slim asumir¨¢ los costos de la reparaci¨®n (no se sabe si tambi¨¦n asumir¨¢ la responsabilidad hist¨®rica por la tragedia), y en la que ni Claudia ni Marcelo tienen permiso para hablar sobre el percance y menos utilizar esa desgracia para pu?aladas medi¨¢ticas.
La siguiente movida de AMLO fue quitarle presi¨®n a Sheinbaum al decir que a Morena le sobran cuadros para, llegado el momento, seleccionar a la persona que le ha de suceder. Varios de los nombres de la lista que dio el presidente son de paja. Pero el de Marcelo, incluido por el propio mandatario, y la ausencia en la misma de Ricardo Monreal llamaron la atenci¨®n. A uno le daba vida, mientras al segundo lo dejaba, como desde hace tiempo, en ese limbo destinado para aquellos a quienes las circunstancias nos obligan a soportar: ni tan cerca ni tan lejos.
Monreal, curado de espantos y un ganador en las elecciones que solo quiere ampliar su poder, no resinti¨® en p¨²blico el desd¨¦n presidencial, que hasta en dos ocasiones pas¨® por alto su nombre. En un art¨ªculo period¨ªstico, claro pero sin estridencias, se autoapunt¨® y la gente sabe que es una opci¨®n de recambio para L¨®pez Obrador: quiz¨¢ no le agrade al presidente pero no puede cometer el error de minimizarlo, pues de Ricardo se dice que quiz¨¢ no ayude a ganar elecciones, pero que si se le desde?a puede ser un factor para perderlas. Una cosa es segura: est¨¢ pendiente la siguiente jugada del tambi¨¦n expriista, porque acomodarse es lo suyo. Quien dude esto, recuerde 2017, oportuna fecha para hablar de AMLO y destapes: cuando Sheinbaum fue la elegida por el hoy presidente, el berrinche de Monreal le llev¨® a coquetear con la oposici¨®n; esas pl¨¢ticas no llegaron a buen t¨¦rmino pero el zacatecano gan¨® tras ese desplante la posici¨®n morenista en el Senado que hoy nadie le disputa.
La sucesi¨®n del partido oficial ha arrancado. Malas noticias para Morena, que nunca ha elegido candidato presidencial. Ellos nacieron en bola, detr¨¢s de un eterno e indiscutible aspirante a la silla del ¨¢guila. Viene una prueba de fuego para una joven y nada consolidada organizaci¨®n pol¨ªtica que carece de vida institucional. Son un mont¨®n de entusiasmos que se pueden desbordar si nadie los conduce adecuadamente. Ah¨ª se ver¨¢ si alguna vez suficientes de ellos aprendieron algo fundamental del priismo (uno de sus afluentes): la disciplina partidista. De lo contrario, repetir¨¢n ese error del PRD ¨Csu otro afluente-, donde el deporte favorito de las tribus era desangrarse.
El otro reto impl¨ªcito en la prematura carrera del oficialismo es que las aspiraciones de los tapados har¨¢n crujir a gobiernos, el federal y el de Ciudad de M¨¦xico, que ya de por s¨ª daban muestras de agotamiento, mermadas estructuras burocr¨¢ticas que ahora tendr¨¢n que soportar las cargas de las grillas y de las distracciones de la alta burocracia.
Monreal, adem¨¢s de sacar leyes a contentillo del presidente, tendr¨¢ que cultivar sus relaciones y alianzas; Marcelo, encima de su labor de bombero para cada cosa que L¨®pez Obrador no le encarga de lleno a las fuerzas armadas, se pasear¨¢ en la prensa y agotar¨¢ horas viendo a ¡°ni?os verdes¡± (por aquello de que est¨¢ en tratos con ese negocio sin escr¨²pulos llamado PVEM, que se alquila para transportar aliados ebrardistas); Claudia, adem¨¢s de administrar la ca¨®tica CDMX ha de empe?arse en recuperar lo perdido en las elecciones intermedias y en no ser sepultada por los verdaderos y constantes problemas de la capital, que padece la peor econom¨ªa en muchos a?os.
?Vaya! El presidente mexicano no solo tiene tapados, sino que estos son superfuncionarios que adem¨¢s de sus retadoras tareas gubernamentales ahora dejan claro que s¨ª pueden y quieren la carga de la doble jornada, esa que les obliga a salir diario, y bien, en la foto de la precandidatura. Si con toda esa energ¨ªa gobernaran¡ Pero, bueno, es pol¨ªtica. Pol¨ªtica mexicana. Y pol¨ªtica mexicana con nostalgias por rituales priistas.
Abr¨®chense los cinturones. La monta?a rusa de la sucesi¨®n presidencial ha quedado inaugurada y las emociones no escasear¨¢n.
De cara a la batalla, Claudia ya ha alineado en su equipo desde este lunes a miembros del ala radical (enti¨¦ndase militantes del culto de ¡°no nos sobrar¨¢n ideas pero tampoco nos faltar¨¢n descalificaciones¡±) en su gobierno: integr¨® a Mart¨ª Batres y a un vocero que auguran malos tiempos para el di¨¢logo en la ciudad.
Por su parte, Marcelo en Toluca se ha dejado retratar el domingo con miembros del PVEM y de Morena, as¨ª que el resquemor de aquellos que sienten que se qued¨® a la mala con el partido del presidente para convertirlo exclusivamente en su veh¨ªculo no tardar¨¢n en manifestarse.
Y, finalmente, Ricardo sabe que en la segunda parte del sexenio en el Congreso de la Uni¨®n habr¨¢ jaleo, y que sin ¨¦l ¨Cun negociador con mucho colmillo y bastante recursos- la administraci¨®n lopezobradorista no tiene asegurada ninguna iniciativa de ley.
Esos tres pelean la pole position de la arrancada del gran premio de Andr¨¦s Manuel.
Y para concluir, algunas advertencias para aquellos que crean que el juego de la sucesi¨®n presidencial solo implica emociones positivas:
Despu¨¦s de los destapes ¨Cincluidos los autodestapes- siempre vienen las cargadas, esos intempestivos movimientos de personas y medios de comunicaci¨®n para vigorizar las aspiraciones de esta o de aquel, bufaladas que atropellar¨¢n por definici¨®n a m¨¢s de uno de los adelantados.
Raro el t¨¦rmino usado por el presidente L¨®pez Obrador, ese de que ¨¦l ser¨¢ el destapador pero la ¡°corcholata¡± la elegir¨¢ el pueblo: en los concursos de anta?o se destapaba con ansiedad para ver si la corcholata de uno era la premiada, pero casi siempre el mensaje en esa ficha, como tambi¨¦n se les dec¨ªa a esas tapaderas, era de ¡°vuelva a participar¡±¡ pero uno ya se hab¨ªa gastado el dinero.
Y tres, pero no ¨²ltimo: y de las v¨ªctimas del 3 de mayo, cuya tr¨¢gica muerte precipit¨® estos acontecimientos de la pol¨ªtica, y de la pandemia, de la cabalgante inseguridad, de la endeble econom¨ªa, ni qui¨¦n se acuerde.
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