La madre que busca que la ONU condene a M¨¦xico por ensa?arse con sus desaparecidas
Casi el 60% de las mujeres sin localizar en el pa¨ªs son menores de 24 a?os, seg¨²n el registro del Gobierno
Si hay lugares en M¨¦xico donde la vida no vale nada, la de una mujer a¨²n menos. Sandra Luz Rom¨¢n ha estado ah¨ª y teme que su hija tambi¨¦n. Desde hace nueve a?os, la madre de Ivette Melissa Flores Rom¨¢n ha abierto hasta la tierra para encontrar a su hija. Ah¨ª, en las entra?as de la violencia que azota a un pa¨ªs que no termina de contar a sus desaparecidos, ha identificado un patr¨®n de violencia de g¨¦nero y lo ha llevado ante la ONU.
Por primera vez en el ...
Si hay lugares en M¨¦xico donde la vida no vale nada, la de una mujer a¨²n menos. Sandra Luz Rom¨¢n ha estado ah¨ª y teme que su hija tambi¨¦n. Desde hace nueve a?os, la madre de Ivette Melissa Flores Rom¨¢n ha abierto hasta la tierra para encontrar a su hija. Ah¨ª, en las entra?as de la violencia que azota a un pa¨ªs que no termina de contar a sus desaparecidos, ha identificado un patr¨®n de violencia de g¨¦nero y lo ha llevado ante la ONU.
Por primera vez en el mundo, el Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en ingl¨¦s) revisa la actuaci¨®n de un Estado ante una desaparici¨®n. Con el caso de su hija, Rom¨¢n busca que M¨¦xico sea reprendido por no cumplir con sus obligaciones internacionales de prevenir, investigar y sancionar con perspectiva de g¨¦nero las desapariciones de mujeres. ¡°A¨²n no la he encontrado, pero me enorgullece sacar a flote la investigaci¨®n de mi hija y seguir luchando por todas esas mujeres que no tienen voz, que no se pueden defender, que est¨¢n retenidas, que han sido torturadas o que ya las mataron¡±, expresa la mujer de 56 a?os que lleva casi una d¨¦cada luchando contra la impunidad del sistema.
Ivette Melissa Flores Rom¨¢n ten¨ªa 19 a?os y una hija de dos cuando fue secuestrada en su propia casa, en Iguala, Guerrero. La noche del 24 de octubre de 2012 ¡°sujetos armados vestidos de negro y con los rostros cubiertos¡± balearon su domicilio y se la llevaron a la fuerza, de acuerdo con la investigaci¨®n federal del caso ¡ªa nivel estatal no hay ninguna carpeta abierta¡ª. Aquellos hombres iban escoltados por patrullas de la polic¨ªa de Iguala, seg¨²n alcanz¨® a ver un familiar. Incluso, entre los encapuchados estaban el esposo y el suegro de Ivette Melissa, declar¨® otra testigo.
Meses atr¨¢s, la joven hab¨ªa logrado escapar del infierno en el que viv¨ªa con su esposo y el padre de ¨¦l, dos polic¨ªas que la agred¨ªan f¨ªsica y sexualmente, relata su madre. El comandante de Guerrero y su hijo, que se desempe?aba como polic¨ªa municipal de Iguala, la ten¨ªan ¡°encerrada¡± desde que a los 16 a?os y embarazada se fue a vivir con ellos. ¡°Me dec¨ªa no me marques, los tel¨¦fonos est¨¢n monitoreados, no me vayas a decir algo que me comprometa, me van a llevar al s¨®tano, me van a golpear¡±, narra.
Tras aguantar a?os de abusos, Ivette Melissa se mud¨® de vuelta con su mam¨¢, pero el acoso y las amenazas no cesaron hasta su desaparici¨®n. Sandra Luz ha manifestado en sus declaraciones que el suegro de su hija le confes¨® que la entreg¨® a un grupo de la delincuencia organizada. Sin embargo, su voz no fue escuchada e incluso vive amenazada. ¡°Todo estaba sobre la mesa, pero a la persona que ten¨ªan que detener nunca la investigaron, nunca la detuvieron, nunca la declararon y hoy ya la mataron¡±, indica.
El grito de auxilio de esta madre ha llegado hasta la Cedaw para ¡°hacer eco de una realidad invisibilizada en el pa¨ªs¡±, explica Juan Carlos Guti¨¦rrez, director de la organizaci¨®n Idheas, Litigio Estrat¨¦gico en Derechos Humanos, que acompa?a el caso desde 2014. ¡°El caso de Ivette Melissa refleja un patr¨®n de violencia estructural sistem¨¢tica contra las mujeres en estos contextos de impunidad generalizada donde los grupos de la delincuencia operan en complicidad con las autoridades¡±, afirma el abogado. ¡°En los conflictos armados la mujer siempre es tratada como un objeto, un trofeo, un medio de venganza, las esclavizan y su cuerpo es utilizado para escarmentar sobre ellas¡±, contin¨²a.
Para emitir su queja ante el ¨®rgano de expertas en derechos de las mujeres de la ONU, Rom¨¢n y su defensa legal tuvieron que presentar evidencias de que ninguna autoridad en M¨¦xico ha querido abordar el caso con un enfoque de g¨¦nero. La ¨²ltima dependencia en negarse fue la Fiscal¨ªa especializada en investigaci¨®n de delincuencia organizada (antes SEIDO), instituci¨®n que lleva el caso desde 2013. ¡°Nos dijeron en un oficio que se estaba investigando un tema de delincuencia organizada y que no aplicaba la perspectiva de g¨¦nero¡±, afirma Guti¨¦rrez. La Fiscal¨ªa Especializada en Trata de Personas (Fevimtra) tambi¨¦n rechaz¨® la aplicaci¨®n de los protocolos, pese a la orden de un juez, se?ala.
De trofeos de guerra a esclavas sexuales: el patr¨®n de g¨¦nero en las desapariciones
En M¨¦xico hay 92.800 personas desaparecidas, de las cuales 23.000 ¡ªcasi una cuarta parte¡ª son mujeres, seg¨²n las ¨²ltimas cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO). La Comisionada Nacional de B¨²squeda, Karla Quintana, ha advertido de que existe una tendencia preocupante porque ¡°se est¨¢ desapareciendo a la juventud, a hombres de entre 20 y 40 a?os, y a mujeres de entre 15 y 25¡å.
Marcela Villalobos, presidenta de Amnist¨ªa Internacional M¨¦xico, asegura que la militarizaci¨®n del pa¨ªs ¡ªa ra¨ªz de la guerra contra las drogas¡ª ha afectado de manera exponencial, pero diferenciada a hombres y a mujeres. ¡°Sabemos que la mayor¨ªa de las v¨ªctimas de los delitos de homicidio y desaparici¨®n son hombres, pero es importante hacer un an¨¢lisis diferencial para identificar patrones¡±, argumenta. Se?ala que de 2007 a 2020 se han contabilizado m¨¢s de 16.000 mujeres desaparecidas, de las cuales el 44% son ni?as y adolescentes. Mientras que los varones del mismo grupo de edad representan el 14% del total, seg¨²n el RNPDNO.
La edad es un factor importante al analizar las desapariciones de mujeres que generalmente est¨¢n ligadas con delitos como trata de personas, violencia sexual y feminicidio, apunta la experta. Casi el 57% de las desaparecidas son j¨®venes menores de 24 a?os, cuando los hombres del mismo rango de edad representan el 29% del total de varones no localizados. Villalobos advierte de que el ¨²nico rango etario donde hay m¨¢s mujeres que hombres desaparecidas es de los 10 a los 14 a?os.
Sandra Luz Rom¨¢n ha buscado a su hija hasta en aquellos lugares donde pocos se acercan: desde fosas clandestinas hasta bares donde se dice que hay trata de personas. ¡°Yo s¨¦ que voy a encontrar a mi hija porque cada ocho d¨ªas subo a cualquier cerro, a diferentes cerros, yo busco y busco y s¨¦ que viva o muerta la voy a encontrar¡±, sostiene la fundadora del colectivo Madres Igualtecas. Armada con picos y palas, la pr¨®xima diligencia que planea realizar es en ¡°un punto en Iguala en donde sacrificaron a pura mujer¡±. ¡°Vamos con esa esperanza de encontrarlas porque hay videos de unos muchachos que ya mataron y ellos vieron ese punto. Nos dirigimos al lugar y (las pruebas de restos humanos) resultaron positivas, entonces esperamos recuperar a todas esas muchachitas¡±, explica.
Al otro lado del pa¨ªs, Araceli Salcedo, madre de Fernanda Rub¨ª Salcedo, tambi¨¦n lleva nueve a?os tratando de mover hasta el cielo para encontrar a su hija. Fernanda Rub¨ª Salcedo ten¨ªa 17 a?os cuando la noche del 7 de septiembre de 2012 fue secuestrada en un antro ubicado a media cuadra de la comandancia de la polic¨ªa de Orizaba, en Veracruz. No obstante, al solicitar los videos de c¨¢maras de vigilancia que rodeaban la zona, los polic¨ªas argumentaron que justo ese d¨ªa estaban en reparaci¨®n, recuerda su madre, quien d¨ªas despu¨¦s comenz¨® a recibir mensajes con indicios sobre el paradero de su hija relacionados con la trata de personas.
¡°Cuando recib¨ª el mensaje de que a mi hija la ten¨ªan en Los ?ngeles, me dec¨ªan que no pidiera apoyo a la polic¨ªa porque las autoridades locales hab¨ªan sido part¨ªcipes en que se llevaran a mi hija, no lo dudo¡±, comenta. Ante las trabas de la autoridad para indagar el caso, la madre busc¨® por sus propios medios trasladarse a Estados Unidos, pero tard¨® meses en poder desplazarse a ese pa¨ªs. ¡°No es posible que yo haya tardado tanto tiempo en sacar mi visa y nuestras ni?as en menos de 48 horas ya est¨¢n fuera del pa¨ªs¡±, plantea. ¡°Hasta los del FBI y los del ICE me dec¨ªan que M¨¦xico no ten¨ªa realmente un compromiso con sus mujeres, con sus ni?as, que por eso era muy f¨¢cil sacarlas del pa¨ªs¡±, sostiene.
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