?micron en Am¨¦rica Latina: m¨¢s casos, pero menos graves
Tras un mes de casos desbocados, los datos de pa¨ªses como Argentina, Colombia y M¨¦xico indican menos hospitalizaciones debido a la inmunidad adquirida a trav¨¦s de vacunas y contagios pasados
La variante ¨®micron de la covid-19 lleg¨® a Am¨¦rica Latina a finales de noviembre, y para finales de diciembre ya se hab¨ªa convertido en la cepa dominante en el mundo. Las curvas de casos detectados se convirtieron entonces en verticales, como ya hab¨ªa sucedido en Sud¨¢frica o en el Reino Unido. La duda central de ¨®micron para la regi¨®n, como para el mundo...
La variante ¨®micron de la covid-19 lleg¨® a Am¨¦rica Latina a finales de noviembre, y para finales de diciembre ya se hab¨ªa convertido en la cepa dominante en el mundo. Las curvas de casos detectados se convirtieron entonces en verticales, como ya hab¨ªa sucedido en Sud¨¢frica o en el Reino Unido. La duda central de ¨®micron para la regi¨®n, como para el mundo entero, fue si esos casos se traducir¨ªan en saturaci¨®n del sistema de salud y, eventualmente, muertes, como ya hab¨ªa sucedido con picos anteriores, especialmente los dominados por la variante delta. Los primeros datos consolidados de hospitalizaciones ayudan a responderla: por ahora, la gravedad agregada es notablemente menor, al menos en Argentina, M¨¦xico y Colombia.
Argentina fue uno de los primeros pa¨ªses en detectar un crecimiento nunca antes visto de casos detectados. Ayuda que su sistema de testeo sea relativamente ¨¢gil, con resultados r¨¢pidos basados en pruebas de ant¨ªgenos. A final de diciembre ya hab¨ªa superado con creces su anterior r¨¦cord diario de 40.000 casos, incluso triplic¨¢ndolo. Hoy, la incidencia acumulada de dos semanas multiplica por tres a la del pico de finales de mayo y principios de junio de 2021. Pero las hospitalizaciones en cuidados intensivos apenas son una cuarta parte de las de entonces.
Como en Argentina las curvas de casos e ingresos hospitalarios empiezan a mostrar signos de estabilizaci¨®n (a¨²n por confirmar en la tendencia de los pr¨®ximos d¨ªas, ciertamente: en 2021 hubo repuntes inesperados causados por nuevos brotes en regiones espec¨ªficas), ya es posible afirmar que, por ahora, un n¨²mero muy superior de casos al vivido hasta ahora por el pa¨ªs ha producido muchas menos hospitalizaciones.
La misma tendencia, en magnitudes similares, se observa en M¨¦xico. La detecci¨®n es notablemente peor a la argentina: menos pruebas por caso confirmado, e inconsistencias en los datos entre picos. El que tuvo m¨¢s muertes e intubaciones fue el de finales de 2020, pero los casos tocaron techo en 2021, cuando la detecci¨®n mejor¨® sensiblemente sin volverse perfecta. A cambio, la base de datos desagregada que ofrece la Secretar¨ªa de Salud mexicana permite trabajar con ingresos diarios de casos positivos y sospechosos tanto en UCI como en intubaci¨®n, distinguiendo ambos. Contando con los de los ¨²ltimos 14 d¨ªas, y compar¨¢ndolos con la misma agregaci¨®n de casos confirmados, resulta que aunque estos ¨²ltimos multiplican por 1,6 los de mediados del a?o pasado, apenas una octava parte de los de entonces han terminado con ventilaci¨®n mec¨¢nica.
Estos datos son consistentes con lo observado tanto en el Reino Unido como en Sud¨¢frica. En el primero, las estimaciones del servicio de an¨¢lisis de riesgo del sistema de salud p¨²blico (UKHSA son sus siglas en ingl¨¦s) apuntan a que la pauta completa de vacuna reduce entre un 50% y un 70% el riesgo de hospitalizaci¨®n, dependiendo del tiempo que haga que la recibi¨® la persona. Es decir: se dividir¨ªa entre dos el riesgo original de cada individuo, como m¨ªnimo, de terminar en el hospital. Esto se multiplica con un refuerzo: roza el 90% de reducci¨®n, o lo que es lo mismo, una capacidad de dividir entre diez el riesgo original. Tambi¨¦n se estudi¨® en el Reino Unido el efecto de la inmunidad producida por una infecci¨®n pasada: entre un 40% y un 60% de reducci¨®n de riesgo de hospitalizaci¨®n. Es decir: otra divisi¨®n entre dos del riesgo original.
En ambos pa¨ªses, adem¨¢s, se analiz¨® hasta qu¨¦ punto ¨®micron era una variante intr¨ªnsecamente menos severa independientemente de la inmunidad adquirida: de nuevo, entre un 40% y 66% de reducci¨®n en las probabilidades de entrar al hospital. Los datos de Francia, donde el pico de ¨®micron est¨¢ siendo particularmente intenso en casos, tambi¨¦n indican estancias hospitalarias m¨¢s cortas. Por ¨²ltimo, un estudio preliminar centrado en los peores resultados posibles previos a un eventual fallecimiento encuentra reducciones a¨²n mayores: 67% menos en UCIs, 84% menos con ventilaci¨®n mec¨¢nica.
Esta mejora en las versiones m¨¢s graves de la covid se reproduce no s¨®lo en M¨¦xico y Argentina, tambi¨¦n en Colombia, donde los datos permiten distinguir entre hospitalizaciones no cr¨ªticas y cr¨ªticas, dibujando la misma doble brecha que se adivina en M¨¦xico entre UCIs e intubaciones.
Siendo que el Gobierno colombiano ha modificado recientemente sus requisitos y condicionantes para pruebas de diagn¨®stico, relaj¨¢ndolos, es posible que la cantidad de casos detectados sobre el total real en el pa¨ªs vaya a descender en esta ola en comparaci¨®n con las anteriores. Ello dificultar¨ªa la comparaci¨®n de severidad, pero no afectar¨ªa a las curvas de hospitalizaci¨®n general y UCI, puesto que estos casos de mayor gravedad siguen recibiendo confirmaci¨®n de la misma forma que antes. Ello permite extraer la conclusi¨®n de que las hospitalizaciones de ¨®micron son, por ahora y en este pa¨ªs, menos graves.
A la luz de los datos actuales, en estos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina se estar¨ªan combinando los tres factores (inmunidad por vacunas, por infecci¨®n pasada - particularmente frecuente en Colombia o M¨¦xico, por ejemplo - y menor severidad intr¨ªnseca de ¨®micron) para convertir a la covid en una enfermedad con un impacto notablemente menor al que ten¨ªa hasta ahora sobre los sistemas de salud. La inmunidad por infecci¨®n pasada puede resultar particularmente beneficiosa en una regi¨®n que ha visto las tasas de contagio m¨¢s altas del mundo, pero lo ha hecho a un precio considerable: en Am¨¦rica Latina tambi¨¦n est¨¢n algunos de los pa¨ªses con mayor acumulaci¨®n de muertes durante la pandemia.
A la espera de que m¨¢s y mejores datos confirmen esta evoluci¨®n, queda una cautela y dos incertidumbres a tener en cuenta. La cautela viene de dimensionar el tama?o que la covid puede seguir teniendo. Incluso aunque esta enfermedad se convirtiera en un equivalente a la gripe estacional, esta causa entre 290.000 y 650.000 muertes anuales en el mundo seg¨²n la ¨²ltima estimaci¨®n amplia de la OMS. Incluso en este escenario, notablemente m¨¢s positivo al que la pandemia nos tiene acostumbrados, estar¨ªamos a?adiendo miles de muertes anuales al cat¨¢logo regional de las causadas por enfermedad respiratoria.
Las incertidumbres vienen del hecho de que este escenario, u otros, no son a¨²n seguros. La transici¨®n de pandemia (impredecible) a endemia (predecible) no est¨¢ consolidada porque todav¨ªa no se ha podido confirmar ni la estabilidad en el proceso de mutaci¨®n del SARS-CoV-2, ni la estabilidad en el tiempo de la inmunidad adquirida contra enfermedad grave. ?sta, adem¨¢s, sigue siendo notablemente desigual por edad o comorbilidades, pero tambi¨¦n por territorio: hay amplias capas de la poblaci¨®n latinoamericana que siguen expuestas al impacto de la covid, aunque otras est¨¦n cada vez m¨¢s protegidas. El gr¨¢fico de penetraci¨®n de las vacunas actuales en sus diferentes pautas (una sola dosis, dos dosis, refuerzo) deja claras estas brechas.
El trabajo ahora tanto de la ciencia como de la pol¨ªtica consistir¨¢ en dimensionar los riesgos y su distribuci¨®n (a qui¨¦n afecta m¨¢s, a qui¨¦n menos) para ser lo m¨¢s eficaces y equitativos posibles en la ineludible labor de minimizarlos a largo plazo.
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