Veracruz no quiere hablar de ultrajes
La reprimenda del Gobernador, Cuitl¨¢huac Garc¨ªa, a una reportera por una pregunta sobre el delito de ultrajes a la autoridad ilustra la tensi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs y la desprotecci¨®n de la prensa
El ambiente se enrarece en M¨¦xico m¨¢s all¨¢ de Palacio Nacional. El duro tono presidencial contra la prensa permea y se acent¨²a en los Estados, hasta el punto de que preguntar deviene en un acto temerario. En Xalapa, la capital de Veracruz, una reportera cuestion¨® este mi¨¦rcoles al gobernador, Cuitl¨¢huac Garc¨ªa, por las cr¨ªticas de abogados en la regi¨®n al delito de ultrajes a la autoridad, figura penal que ha sido recurrente durante su mandato. En vez de responder, Garc¨ªa enfrent¨® a la reportera y le pidi¨® los nombres de los abogados cr¨ªticos.
¡°Ve qu¨¦ papel est¨¢s jugando como medio. La sociedad tiene que darse cuenta de qu¨¦ papel juega un medio ?informas a la sociedad o no? ?Es tu derecho malinformar (sic) a la sociedad?¡±, lanz¨® el gobernador, que apenas dejaba contestar a la periodista cuando lo intentaba. ¡°Cuando me preguntes, dime, ¡®el abogado tal¡±, dijo. Ella contest¨®: ¡°Las barras de abogados en general de Veracruz se han pronunciado en contra de este delito que¡¡± ¡°?Qu¨¦ barra de abogados, cu¨¢l?¡±, interrumpi¨® de nuevo el gobernador. Todas, dijo ella. ¡°?Todas?¡±, cuestion¨® el gobernador. La mayor¨ªa. ¡°Ah, ?ya cambiaste!¡±, zanj¨® ¨¦l. EL PA?S ha buscado al gobernador Garc¨ªa a trav¨¦s de su vocero, pero no ha obtenido respuesta.
Adem¨¢s de ilustrar la desprotecci¨®n de la prensa despu¨¦s de un enero fat¨ªdico para el gremio, el intercambio muestra la tensi¨®n pol¨ªtica reinante en el pa¨ªs, no solo entre rivales te¨®ricos, sino tambi¨¦n en las filas del partido en el poder. As¨ª, la andanada de Garc¨ªa no se entiende sin el enfrentamiento que ha mantenido desde finales del a?o pasado con el l¨ªder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, a cuentas precisamente del delito de ultrajes.
La pregunta de la reportera apunta al n¨²cleo de la gran pol¨¦mica del mandato de Garc¨ªa, uno de los gobernadores morenistas m¨¢s cercanos al presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. En febrero del a?o pasado, el congreso local, dominado por Morena, aprob¨® una modificaci¨®n del C¨®digo Penal Estatal que endurece las penas por el delito de ultrajes a la autoridad, figura obsoleta, que la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n (SCJN) incluso declar¨® inconstitucional, por ambigua, en 2016.
En aquella ocasi¨®n, el m¨¢ximo tribunal se refiri¨® al caso concreto de dos mujeres de Ciudad de M¨¦xico, procesadas de acuerdo al c¨®digo penal de la capital, que contemplaba igualmente el delito de ultrajes. La sentencia de la SCJN aplicaba al caso particular, pero su sentido deb¨ªa irradiar a todo el territorio nacional y sus c¨®digos penales. En Veracruz, el Gobierno de Garc¨ªa decidi¨®, sin embargo, llevarle la contraria. No solo mantuvieron el delito, sino que elevaron la horquilla de a?os de c¨¢rcel, de un m¨¢ximo de dos a un m¨¢ximo de siete.
El mi¨¦rcoles, entre reprimenda y reprimenda, el gobernador defend¨ªa el delito de ultrajes como una herramienta en la lucha contra el crimen organizado. ¡°Adem¨¢s de los 40 jefes de plaza, hay 525 lugartenientes de la delincuencia organizada [presos por este delito]¡±. Luego critic¨® el oportunismo de los abogados que han criticado la resurrecci¨®n de esta figura penal. ¡°Obviamente, va a haber un gran negocio para las barras de abogados si se deroga el delito porque se van a ofrecer sus servicios¡±, dijo.
En contra, abogados y grupos de oposici¨®n han argumentado que el delito en cuesti¨®n es un instrumento que fortalece la impunidad con que act¨²an las corporaciones locales de seguridad. No en vano, la polic¨ªa estatal de Veracruz ha estado bajo la mira a lo largo de los a?os por casos de desaparici¨®n forzada, tortura o asesinato. La misma idea planteaba la oficina de la ombudswoman nacional en diciembre pasado, en un informe que ped¨ªa la eliminaci¨®n del delito del C¨®digo Penal. En el informe, los investigadores se?alaban la detenci¨®n arbitraria de seis j¨®venes en septiembre en Xalapa a manos de polic¨ªas estatales, que acabaron presos por el delito de ultrajes.
La derogaci¨®n en todo caso parece cercana. Vista la presi¨®n de asociaciones de abogados, de buena parte de la oposici¨®n y del propio Monreal, el mismo Gobierno local mand¨® una iniciativa al Congreso hace unos d¨ªas para derogar el art¨ªculo del C¨®digo Penal. La oposici¨®n indica, sin embargo, que la retirada de Garc¨ªa no es suficiente y pide la eliminaci¨®n de otro art¨ªculo, el 371, que prev¨¦ delitos contra las instituciones de seguridad p¨²blica.
La cebolla pol¨ªtica
En la cebolla pol¨ªtica que es M¨¦xico, la pol¨¦mica por el delito de ultrajes no es m¨¢s que una capa en la batalla por el poder. As¨ª, uno de los personajes m¨¢s cr¨ªticos en este asunto ha sido Ricardo Monreal, que ha llegado a se?alar abiertamente a Garc¨ªa por endurecer las penas y alentar la aplicaci¨®n de este tipo penal.
A principios de diciembre, Monreal visit¨® la prisi¨®n de Pacho Viejo para visitar precisamente a los seis j¨®venes detenidos en septiembre en Xalapa. ¡°A ellos los detuvieron en una plaza y despu¨¦s los acusaron de ultrajes a la autoridad, donde seg¨²n los polic¨ªas los hab¨ªan amenazado con cinco cuchillos; ojal¨¢ el juez de control no se convierta en c¨®mplice y subordinado de los poderosos¡±, dijo entonces. D¨ªas m¨¢s tarde, envi¨® una carta al Congreso local en que se?alaba que ¡°la aplicaci¨®n de este tipo penal se presta a un ejercicio arbitrario en contra de personas por parte de cuerpos de seguridad p¨²blica o de procuraci¨®n de justicia, en detrimento del derecho humano a no ser sometido a detenciones arbitrarias¡±.
El ¨²ltimo giro en la batalla entre ambos ocurri¨® d¨ªas antes de Navidad, con la detenci¨®n de un cercano colaborador de Monreal, Jos¨¦ Manuel Del R¨ªo Virgen. Secretario t¨¦cnico de la Junta de Coordinaci¨®n Pol¨ªtica del Senado, operador en realidad de Movimiento Ciudadano, la Fiscal¨ªa local acusa a Del R¨ªo Virgen del asesinato de un candidato a alcalde de su mismo partido en junio. Su detenci¨®n provoc¨® el rechazo de Monreal y de los l¨ªderes de Movimiento Ciudadano, enlazando las cr¨ªticas por el delito de ultrajes con la detenci¨®n presuntamente arbitraria de Del R¨ªo.
A la fecha, Del R¨ªo sigue en prisi¨®n y la iniciativa para derogar el delito de ultrajes, en revisi¨®n en el Congreso local. La comisi¨®n que se cre¨® en el Senado para investigar posibles abusos de autoridad y violaciones a derechos humanos en Veracruz qued¨® descabezada a finales de enero, tras la dimisi¨®n de su presidente, Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano. La semana pasada, Delgado lider¨® una protesta en Xalapa por la liberaci¨®n de Del R¨ªo, la derogaci¨®n del delito de ultrajes y la liberaci¨®n de las m¨¢s de 1.000 personas que, a su juicio, viven injustamente presas en Veracruz.
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