La violencia arrecia en Michoac¨¢n en medio del despliegue de tropas federales
La masacre de San Jos¨¦ de Gracia este fin de semana revela la insuficiencia de la respuesta del Estado a la violencia
Poco han durado las buenas noticias en Michoac¨¢n, que hace unos d¨ªas celebraba la reaparici¨®n del Estado de derecho en Aguililla y Tepalcatepec. Envueltos en una guerra espectral entre grupos criminales, ambos municipios ilustraban el retroceso de la legalidad en favor de las mafias, due?as por meses del territorio. La llegada de decenas de militares a la zona y la apertura de v¨ªas y carreteras parec¨ªan cerrar un cap¨ªtulo nefasto en la entidad, al menos temporalmente. Y entonces un grupo de sicarios perpetr¨® una masacre, a plena luz del d¨ªa, 200 kil¨®metros al norte.
Resulta dif¨ªcil saber a ciencia cierta qu¨¦ pas¨® este fin de semana en San Jos¨¦ de Gracia, lugar del ataque. En un v¨ªdeo que ha trascendido de la masacre se ve a un grupo de hombres armados disparar contra otro de personas indefensas, junto a una pared. En otro se aprecia c¨®mo un sicario vigila una camioneta con cuerpos apilados. Y en varias im¨¢genes, c¨®mo los asesinos supuestamente limpian la calle de sangre. Al parecer, las v¨ªctimas hab¨ªan acudido a un funeral.
No hay hasta el momento cifra oficial de muertos, porque los atacantes se llevaron supuestamente los cuerpos de San Jos¨¦. Seg¨²n reportes extraoficiales recogidos en la prensa regional fueron, sin embargo, entre 10 y 17 los asesinados. Tampoco hay pistas sobre los motivos del ataque, al menos de manera oficial. Solo en redes sociales han trascendido versiones, apuntando al Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) y a un posible ajuste de cuentas por la deserci¨®n de uno de sus antiguos integrantes.
La ausencia de paz domina la conversaci¨®n en Michoac¨¢n, que justo hace nueve a?os vio como vecinos y l¨ªderes sociales de la regi¨®n de Tierra Caliente se levantaban en armas contra los grupos criminales, conocedores y h¨¢biles int¨¦rpretes de la realidad rural de un Estado rico y diverso. En este tiempo, la situaci¨®n no ha mejorado. Con el paso de los a?os, el movimiento de Autodefensas se desintegr¨® y la sucesi¨®n de operativos militares apenas han contenido el fuego por un tiempo. El crimen muta y aguanta, siempre de la mano de pol¨ªticos y autoridades. En lo que va de a?o, Michoac¨¢n cuenta m¨¢s de 200 asesinatos.
A nadie extra?a la aparici¨®n del CJNG en la ecuaci¨®n criminal, una constante en hechos de violencia en el Estado durante los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n en regiones vecinas como Jalisco, Colima o Guanajuato. Junto al grupo mafioso C¨¢rteles Unidos, construido sobre los restos del movimiento de Autodefensas, el Cartel Jalisco ha protagonizado la batalla por Aguililla y Tierra Caliente, cortando carreteras, sembrando de minas caminos rurales y convirtiendo enormes ranchos limoneros en redes de trincheras.
Confunde en todo el caso el lugar del ataque, ajeno en teor¨ªa a las din¨¢micas criminales de Tierra Caliente y la regi¨®n Sierra Costa. San Jos¨¦ es una de las comunidades del municipio de Marcos Castellanos, colindante con Jalisco, en el litoral del Lago Chapala, que comparten Jalisco y Michoac¨¢n. Si bien el eje de pueblos al norte del lago, Jocotepec, Ixtlahuacan y Ocotl¨¢n, en Jalisco, suelen aparecer en el mapa criminal local, poco se ha hablado del sur, territorio michoacano.
Toda soluci¨®n al conflicto se antoja lejana y dif¨ªcil. Las menciones extraoficiales al CJNG har¨ªan pensar en un tema relacionado con el tr¨¢fico de drogas, aunque si algo ha mostrado la batalla de Aguililla este a?o y medio es que los grupos armados, y el CJNG en particular, manejan un amplio abanico de intereses, filias y fobias cuya ¨²nica constante es la violencia, la acumulaci¨®n de territorio y el manejo de armamento de alto poder.
Justo hace unos d¨ªas, antes del ¨²ltimo operativo militar, el gobernador, el morenista Alfredo Ram¨ªrez, dec¨ªa: ¡°El tema no es f¨¢cil, lo hemos dicho; no es un d¨ªa de campo; no es un tema tranquilo. Los grupos delictivos usan a la poblaci¨®n para fungir como escudo humano, para presionar a la autoridad¡±. Ram¨ªrez se ha referido al ataque de San Jos¨¦ este lunes: ¡°Lo que es real es que hasta el momento no hay cuerpos, no hay evidencias m¨¢s all¨¢ de algunos casquillos y algunos otros indicios de lo ocurrido, pero tenemos los videos que se est¨¢n corroborando¡±. El Gobierno estatal ha pedido la colaboraci¨®n ciudadana para tratar de hallar a los culpables.
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