Un volc¨¢n, un lago con su monstruo y otros peligros que lo acechan
El lago cr¨¢ter de Santa Mar¨ªa del Oro, en Nayarit, cambia de color por temporadas, un espect¨¢culo natural que peligra bajo las patas de un turismo desbocado
Desde lo alto de la carretera, antes de descender al lago de Santa Mar¨ªa del Oro (Nayarit), la superficie del agua se observa como una testa real con su corona de monta?as. Perfecto en su redondez l¨ªquida encerrada entre picos verdes. Ahora se ve rojizo, con tonos malvas, pero en unos meses el viajero podr¨¢ encontrarlo turquesa como las mejores playas caribe?as y el espejo se tornar¨¢ transparente y apetecible para el ba?o d¨ªas despu¨¦s. Este lago discotequero cambia de color debido al desarrollo, por temporadas, de distintos microorganismos (algas invisibles) que le confieren esa belleza mutante. Con sus dos kil¨®metros de di¨¢metro y los 65 metros de profundidad, es id¨®neo para albergar su propio monstruo. Pregunte por ¨¦l, cualquier vecino le da raz¨®n. Pero lo m¨¢s importante que debe saber quien se interne en sus aguas es que est¨¢ nadando en el cr¨¢ter de un volc¨¢n, que tuvo dos erupciones, una inmensa que deposit¨® las monta?as que ahora lo circundan; y otra cuando ya el vaso ten¨ªa agua: la mezcla estall¨® con todo lujo de vapores. Fue hace m¨¢s o menos 13.000 o 14.000 a?os.
El lago cr¨¢ter no es un para¨ªso salvaje, o quiz¨¢ s¨ª, depende de si las edificaciones p¨²blicas y privadas siguen extendi¨¦ndose por sus riveras y trepando las monta?as. Hay una parte popular donde se suceden palapas con restaurantes y merenderos, hotelitos humildes y tiendas de conveniencia, que mira de frente a la zona acomodada: resorts, villitas privadas, palmeras y albercas. Entre todos han ido penetrando en las orillas de tal forma que el visitante ya no puede rodearlo a pie del agua, sino por un camino detr¨¢s de los negocios y las viviendas. Prueba de que el peligro acecha a este para¨ªso de interior son los esqueletos en construcci¨®n que se observan sin que haya mucho freno legal que lo impida. Digamos que uno puede comprar un terreno y levantar una casa sin gran problema, o montar una granja. ¡°S¨ª. Hay un plan de ordenamiento territorial antiguo que deber¨ªa renovarse. Se sigue construyendo sin orden y el problema no ser¨¢ solo est¨¦tico, el desmonte de los cerros puede influir en el ecosistema de la laguna, que ya est¨¢ perdiendo nivel de agua debido al cambio clim¨¢tico¡±, dice ?scar Ubisha Hern¨¢ndez Almeida, bi¨®logo de la Universidad de Nayarit, que participa en el Comit¨¦ Estatal del Agua, donde tienen representaci¨®n las autoridades federales, locales, estatales y la universidad. ¡°La Comisi¨®n Nacional del Agua podr¨ªa pedir que se tomaran ciertas precauciones para conservar el lago¡±. ?Por qu¨¦ no lo hace? ¡°Buena pregunta¡±, dice el acad¨¦mico.
A unos pocos kil¨®metros de la capital nayarita, Tepic, aparece la laguna. En tiempos menos c¨¢lidos, hace 50 o 60 a?os, la lluvia y los riachuelos elevaban el nivel del agua hasta un punto en que se derramaba, el desag¨¹e lo llaman, pero ya hace d¨¦cadas que no desagua nada. ¡°Entonces las aguas se renovaban de ese modo, ahora ya no, es estanco y solo se mueven de forma interna, cuando cambian las estaciones y las temperaturas¡±, explica Yolotzin Apatzingan Hermosillo Palomino, bioqu¨ªmico por la Universidad de Nayarit que prepara su doctorado sobre el lago. ¡°Los nutrientes que bajan al lago all¨ª se quedan¡±. Los 65 metros de profundidad se dividen en tres franjas, la superficial, que en verano llega a los 30 grados, en cifras redondas, una intermedia entre 23 y 30 grados y la m¨¢s profunda, alrededor de los 22 grados. Como el que labra un huerto, la cosecha de algas cambiar¨¢ cuando se mezclen las tres capas en invierno, al caer la temperatura, y proliferen los organismos fotosint¨¦ticos, las algas. O si un a?o es muy ventoso y agita el agua. De todo ello depender¨¢ la cara que muestre la vivienda del monstruo, ora ¡°verde opaco o fosforescente como un perico¡±, ora rojiza, ora turquesa. Cient¨ªficos de varias universidades est¨¢n pendientes de estos procesos, tomando muestras y anotando todo. La actividad biol¨®gica se desata en invierno cuando el fr¨ªo mezcla las aguas y deja una primavera y un verano (cada vez m¨¢s en verano) dignos de admiraci¨®n.
El proceso bioqu¨ªmico es, naturalmente, m¨¢s complejo, pero Hermosillo Palomino opta por no entrar en detalles cient¨ªficos, con buen criterio. Destaca la concienciaci¨®n que, dice, han adquirido los lugare?os por la buena conservaci¨®n del lago. Hace unos a?os se instal¨® un sistema de bombeo para captar las aguas residuales, por ejemplo. Y los que viven o laboran al lado del agua colaboran con la universidad en sus trabajos de campo.
Cae la tarde en el vaso de agua que la segunda erupci¨®n dej¨® sellado, sin filtraciones, tambi¨¦n por procesos bioqu¨ªmicos. Embarcaciones ligeras surcan entonces el cr¨¢ter y se retiran. Algo despu¨¦s sonar¨¢n ritmos fren¨¦ticos de baile que atraviesan de un lado a otro la circunferencia. Nada asusta a las iguanas que se encaraman en los tejadillos de las caba?as hoteleras. Y por la ma?ana, un espect¨¢culo de p¨¢jaros coloridos de todos los tama?os obliga a mirar arriba. Ardillas, tambi¨¦n. El es tr¨®pico.
En Am¨¦rica hay varios lagos cr¨¢ter, algunos de dimensiones imposibles, pero la caracter¨ªstica de este de Nayarit, a 700 metros sobre el nivel del mar, es que es la laguna tropical m¨¢s al norte y ¡°experimenta por ello condiciones id¨®neas para los cambios de color, porque los cambios de temperatura son muy marcados en Nayarit¡±, dice Hermosillo Palomino. En M¨¦xico hay unos 30 lagos en lo alto de un volc¨¢n. ¡°Con 14.000 a?os, la laguna est¨¢ en el mesotr¨®fico, es decir, en la mitad de su vida. Ir¨¢ bajando el agua y los nutrientes ser¨¢ pocos, pero dominantes¡±, lo que quiere decir que el espejo perder¨¢ transparencia. Pero hasta que eso ocurra habr¨¢n pasado miles de a?os, si el ser humano no lo precipita. Por ahora, el monstruo puede dormir tranquilo.
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