Las muertas de Nuevo Le¨®n: el ¡®caso Debanhi¡¯ revela una nueva ola de feminicidios en M¨¦xico
Los casos de Debanhi Escobar y el de Mar¨ªa Fernanda Contreras, halladas muertas a las afueras de Monterrey, se suman a las decenas de desaparecidas en la zona y destapan una crisis que resucita los demonios de Ciudad Ju¨¢rez
El cad¨¢ver de Debanhi Escobar, de 18 a?os, encontrado este jueves en la cisterna de un motel a las afueras de Monterrey (Nuevo Le¨®n), despu¨¦s de m¨¢s de una semana de b¨²squeda, as¨ª como el de Mar¨ªa Fernanda Contreras, de 26, hallado el 9 de abril a pocos kil¨®metros de ah¨ª, han destapado una nueva ola de feminicidios y desapariciones en el noreste mexicano. La periferia de esta ciudad pr¨®spera, basti¨®n industrial del pa¨ªs, se ha convertido en un rinc¨®n siniestro para la mitad de su poblaci¨®n: al menos 41 mujeres han desaparecido en estas calles de la periferia en lo que va de a?o y m¨¢s de 1.700 siguen sin aparecer en todo el Estado, seg¨²n las cifras oficiales. Una crisis que ha resucitado la ¨¦poca m¨¢s oscura de los asesinatos de mujeres en M¨¦xico, Las muertas de Ju¨¢rez son ahora las de Nuevo Le¨®n.
El aumento este a?o de desapariciones de j¨®venes, muchas adolescentes y otras que no llegan a los 30, en el Estado supuso una crisis para el Gobierno de Samuel Garc¨ªa. El hallazgo del cuerpo de Contreras al norte de la capital desencaden¨® jornadas de protestas, incendios en la sede de Gobierno y una presi¨®n medi¨¢tica que oblig¨® al nuevo gobernador ¡ªque asumi¨® el cargo a finales del a?o pasado¡ª a crear de manera urgente un grupo especial de b¨²squeda para Escobar. Garc¨ªa apunt¨®, en medio de la pol¨¦mica, a sospechar de las mujeres que desaparecen ¡ª ¡°Un problema que se agrav¨® con la covid, con problemas de salud mental, de falta de oportunidades¡±, declar¨®¡ª a descartar que existan grupos criminales involucrados y a minimizar una crisis que ha tensado como nunca las relaciones entre el Gobierno y la ciudadan¨ªa.
El hallazgo de Escobar este jueves a pocos metros del punto donde se le vio por ¨²ltima vez con vida tras bajarse de un taxi, frente al motel Nueva Castilla, ha disparado la indignaci¨®n local a todo el pa¨ªs. El establecimiento fue cateado por la polic¨ªa en al menos cuatro ocasiones en los 13 d¨ªas de b¨²squeda y el cad¨¢ver, seg¨²n la Fiscal¨ªa, siempre estuvo ah¨ª, en una cisterna a cielo abierto. El secretario de Seguridad de Nuevo Le¨®n, Aldo Fasci, calific¨® de una ¡°falla humana masiva¡± el no haber localizado antes el cuerpo de la joven.
El hotel de carretera fue desde el principio el primer lugar sospechoso, el ¨²ltimo punto en el que se conect¨® su celular y tambi¨¦n en el que se le tom¨® la ¨²ltima fotograf¨ªa, a las cinco de la madrugada del 9 de abril. Las comitivas de b¨²squeda, que han contado con decenas de voluntarios, perros de rescate y drones, se hab¨ªan reunido ah¨ª cada ma?ana para organizar batidas. La familia instal¨® tambi¨¦n en ese punto un peque?o campamento con la fotograf¨ªa de Debanhi. ¡°?13 d¨ªas aqu¨ª! ?Cu¨¢ntas veces estuvieron aqu¨ª?¡±, gritaba el jueves en la noche su padre, Mario Escobar, a las autoridades que trabajaban para sacar el cad¨¢ver de su hija.
Otra de las chicas que contin¨²a desaparecida es Yolanda Mart¨ªnez, de 26 a?os, y madre de una hija de tres, que desapareci¨® el 31 de marzo en el municipio de San Nicol¨¢s Garza, tambi¨¦n dentro del ¨¢rea metropolitana de Monterrey. Su padre, Gerardo Mart¨ªnez, cont¨® a los medios que sali¨® de su casa ese d¨ªa para buscar trabajo y ya no regres¨®. Como ella, hay otras m¨¢s: Allison Campos, de 12 a?os, desaparecida desde el 28 de marzo. La ¨²ltima vez que fue vista en la colonia San Gilberto, de Santa Catarina, llevaba tenis blancos y sudadera gris. A unos kil¨®metros de all¨ª desaparecieron Paulina Sol¨ªs y Celeste Tranquilino, ambas de 16, Karen Valencia, de 24, Diana Cardenas, de 28, y Yolanda Gonz¨¢lez, de 32. La polic¨ªa tampoco encuentra a Sof¨ªa Sauceda, de 15 a?os, desaparecida el 16 de marzo en Ciudad Ter¨¢n, a menos de 100 kil¨®metros de la capital.
En lo que va de a?o han desaparecido 52 mujeres en Nuevo Le¨®n ¡ªlas cifras est¨¢n actualizadas hasta las 20.00 horas de este viernes¡ª. De ellas, 41 se han registrado en la zona metropolitana de Monterrey, que abarca la capital y una decena de municipios aleda?os. Y en los ¨²ltimos 50 a?os son 1.790 mujeres sin localizar en el Estado, seg¨²n el Registro Nacional de B¨²squeda. El 90% de ellas desapareci¨® despu¨¦s del 2010.
As¨ª como sucedi¨® en Ciudad Ju¨¢rez, con la ola de feminicidios de los noventa, han sido las familias las que han presionado desde el principio a las autoridades y que han llegado a revelar su inacci¨®n, su lentitud o incluso irregularidades, como hizo la familia Contreras. El padre de Mar¨ªa Fernanda, Luis Carlos Contreras, pas¨® horas dando vueltas con el coche en el lugar donde crey¨® que hab¨ªa desaparecido su hija, mientras las autoridades le ped¨ªan esperar, seg¨²n denunci¨® la familia en redes sociales. Y Mario Escobar, padre de Debanhi, ha se?alado este viernes poco despu¨¦s de reconocer a su hija: ¡°Me equivoqu¨¦: cre¨ª en la Fiscal¨ªa. Nunca me pasaron los tomos [de la investigaci¨®n], yo les ped¨ªa copias, que es mi derecho como v¨ªctima. Nunca los tuve en mi poder porque ellos no hicieron su trabajo. Exijo justicia¡±.
M¨¦xico est¨¢ envuelto en una espiral machista que se cobra la vida 11 mujeres al d¨ªa. Al esc¨¢ndalo internacional de Las muertas de Ju¨¢rez le sucedieron otras ciudades, como el de cientos de mujeres asesinadas en Ecatepec, en el Estado de M¨¦xico, que alcanz¨® a 600 v¨ªctimas en 2016, y que no se ha detenido. Pues en M¨¦xico, un 95% de los delitos no se resuelven, seg¨²n un informe con datos oficiales de M¨¦xico Eval¨²a. Y en el caso de las desapariciones, el Comit¨¦ de la ONU conden¨® que la impunidad es ¡°casi absoluta¡±. ¡°Lo que vemos muy claro es que contin¨²an desapareci¨¦ndonos porque pueden hacerlo. No ha habido responsables ni sanciones para quienes lo cometieron antes, ni para quienes obstaculizaron la justicia. En estas condiciones nos pueden seguir asesinando, ya sea el narco o sea cualquiera¡±, apunta Ang¨¦lica Orozco, de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo Le¨®n (FUNDENL), la principal organizaci¨®n estatal de b¨²squeda de desaparecidos.
Orozco explica que la crisis de desapariciones en el Estado no se puede interpretar como ¡°casos aislados¡±. Todas muy j¨®venes, en la zona metropolitana de Monterrey, que le recuerdan a la activista a otro caso en un municipio rural, Sabinas Hidalgo, a 100 kil¨®metros de la capital de Nuevo Le¨®n. En tres meses, de agosto a octubre del a?o pasado, al menos 11 j¨®venes desaparecieron de esta poblaci¨®n. De ellas, las autoridades encontraron asesinadas a tres. ¡°Algunas se conoc¨ªan. Les avisamos de que era necesario investigar una red de trata. No hicieron nada, quisieron investigar sus muertes como casos separados¡±, denuncia Orozco. Y advierte de que con el caso de las desapariciones en la capital puede suceder algo similar.
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