Ecatepec despierta los demonios de Ciudad Ju¨¢rez
En un municipio mexicano el n¨²mero de mujeres asesinadas recuerda a la mayor tragedia por feminicidios del pa¨ªs
El Pira?a, El Gato y El Matadamas ten¨ªan que drogarse para hacerlo. El ¨²ltimo de ellos es el ¨²nico que llevaba escrito su destino en el carn¨¦ de identidad. Francisco Antonio Matadamas confes¨® haber asesinado s¨¢dicamente junto a sus dos amigos a m¨¢s de 15 adolescentes en Ecatepec, un municipio del Estado de M¨¦xico. Y ninguno ten¨ªa m¨¢s de 16 a?os. Tampoco sus v¨ªctimas.
Ecatepec huele a basura y a miedo. Sus calles est¨¢n vac¨ªas porque si se puede evitar, uno no camina. Carmen Pe?a Romero no deja salir a su hija de casa m¨¢s tarde de las nueve de la noche. "Y ya me parece muy tarde", apunta. A los barrios m¨¢s marginales no entra la polic¨ªa y si lo hace, no es buena se?al. "Muchos municipales se vendieron al narco y han secuestrado a gente", se?ala un polic¨ªa ministerial. En este municipio, que colinda con el Distrito Federal por el noreste, el crimen y la impunidad van de la mano.
En el Estado de M¨¦xico han matado a 2.318 mujeres en nueve a?os
En el Estado de M¨¦xico, con 15 millones de habitantes, que abraza desde el norte al Distrito Federal, han matado a 2.318 mujeres en nueve a?os, seg¨²n el?Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF). El Instituto Nacional de Estad¨ªstica lo se?ala como el pa¨ªs con mayor n¨²mero de mujeres v¨ªctimas de homicidio. Y concretamente Ecatepec es el municipio m¨¢s sangriento del Estado, con un mill¨®n y medio de habitantes. Ah¨ª han sido asesinadas 600 desde 2012 hasta la fecha, seg¨²n las cifras que maneja la polic¨ªa de feminicidios del Estado. El triple que en toda Espa?a en el mismo per¨ªodo, donde murieron 194.
Despu¨¦s de que el pa¨ªs quedara marcado a fuego en 2009 por una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como responsable de los feminicidios de Ciudad Ju¨¢rez, se dise?¨® la alerta de g¨¦nero, un mecanismo urgente para capacitar a las entidades a actuar de manera eficaz e inmediata contra este tipo cr¨ªmenes. La medida se ha decretado por primera vez en 11 municipios del Estado de M¨¦xico. Pero quienes trabajan y han trabajado directamente con este tipo de delitos en la zona se muestran esc¨¦pticos y consideran que se trata de una decisi¨®n ¡°meramente pol¨ªtica¡± del gobernador, Eruviel ?vila (del Partido Revolucionario Institucional), que busca anotarse un tanto mientras mira de reojo las elecciones presidenciales.
La anterior jefa de la fiscal¨ªa de feminicidios en la entidad, Ciany Italy Sotomayor, apunta a que el Estado fue de los primeros del pa¨ªs en crear este ¨®rgano y de los pocos que disponen de centros de justicia especializados en mujeres. ¡°Lo que deben hacer es reforzar los sistemas que tenemos, hacerlos m¨¢s eficientes y llevar el tema a las escuelas¡±, apunta Sotomayor.
En H¨¦roes Tec¨¢mac, una zona habitacional pegada a Ecatepec, los due?os de las calles no tienen todav¨ªa 18 a?os. Los que est¨¢n en edad de trabajar pasan m¨¢s tiempo en el tr¨¢fico de camino y de vuelta del Distrito Federal que en sus casas y durante la mayor parte del d¨ªa los adolescentes est¨¢n solos. La zona, foco principal de narcotr¨¢fico, se ha convertido en el lugar id¨®neo para reclutar a los potenciales delincuentes, la mayor¨ªa menores de edad, capaces de traficar con droga y matar como lo har¨ªa un adulto, pero sin las mismas consecuencias penales. El Mili lo sab¨ªa y dirigi¨® un grupo de ni?os sicarios que detonaron el terror en la regi¨®n en 2012. Eran El Pira?a, El Gato y El Matadamas.
La polic¨ªa estimaba que hab¨ªa al menos 10 j¨®venes en el Gran Canal
Erick Sanjuan Palafox, de 23 a?os, alias El Mili por su condici¨®n de militar, les consegu¨ªa la droga y ellos hac¨ªan el trabajo sucio. Pero fue el primero en caer, acusado de trata de personas y de tr¨¢fico de drogas, y enseguida delat¨® a sus subordinados. El Matadamas confes¨® todos los cr¨ªmenes despu¨¦s de que la polic¨ªa ¡°le apretara¡±, solo ten¨ªa 14 a?os y mientras lo torturaban record¨® a m¨¢s de 15 j¨®venes muertas. Muchas de ellas amigas y compa?eras de la escuela que les ayudaban con la venta de droga. Primero tiraron sus cad¨¢veres a la carretera, el resto fueron directamente a un canal donde se vierten todos los residuos del Estado.
El Gran Canal fue la primera pista para comenzar a buscar a todas las desaparecidas de la regi¨®n. Pero no se han realizado todav¨ªa los estudios de ADN. La polic¨ªa estimaba que hab¨ªa al menos 10 j¨®venes y comenzaron las labores de b¨²squeda. ¡°Hemos encontrado cad¨¢veres de mujeres directamente en la orilla, atascados en su ca¨ªda por las plantas. Sabemos que es la manera m¨¢s f¨¢cil de hacerlas desaparecer y no hay ning¨²n tipo de vigilancia¡±, cuenta uno de los polic¨ªas dedicado a este tipo de delitos, su nombre y su cargo son an¨®nimos. ¡°Aqu¨ª no te puedes fiar de ni de los oficiales¡±, remata mientras prepara su pistola al adentrarse a la orilla.
H¨¦roes Tec¨¢mac?se ha convertido en el lugar id¨®neo para reclutar a los potenciales delincuentes
¡°Es muy raro que en una guardia no te toque una mujer asesinada. Los feminicidios son diferentes del resto de homicidios, te das cuenta de lo s¨¢dico que puede llegar a ser el hombre¡±, cuenta el oficial. Y a?ade que ni siquiera la mayor¨ªa de v¨ªctimas por violencia de g¨¦nero llegan a ser contabilizadas, se pierden en los tr¨¢mites por la ¡°incompetencia de las autoridades¡± para determinar si se trata de desaparici¨®n, secuestro, tr¨¢fico de personas o de feminicidio. ¡°Es la fiscal¨ªa quien debe recuperar los casos y comenzar de cero la investigaci¨®n¡±, explica resignado.
La se?ora Icela Rodr¨ªguez perdi¨® a su hija de 15 a?os el 26 de mayo de 2011, su desaparici¨®n la relacionaron directamente con El Mili y su pandilla. No han encontrado el cad¨¢ver. El de Bianca Edith Barr¨®n Cedillo, de 14 a?os, estuvo 339 d¨ªas en una fosa com¨²n hasta que revisaron su caso y sus familiares lograron identificarla. Los principales sospechosos: El Pira?a, El Gato y El Matadamas, internados en un reclusorio para menores de edad, que dentro de dos a?os volver¨¢n a las calles de Tec¨¢mac.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Feminicidios
- Personas desaparecidas
- Violencia machista
- Casos sin resolver
- M¨¦xico
- Violencia g¨¦nero
- Machismo
- Casos judiciales
- Norteam¨¦rica
- Sexismo
- Derechos mujer
- Asesinatos
- Violencia
- Latinoam¨¦rica
- Relaciones g¨¦nero
- Sucesos
- Mujeres
- Am¨¦rica
- Prejuicios
- Delitos
- Problemas sociales
- Justicia
- Sociedad
- Violencia en M¨¦xico
- Feminicidios en M¨¦xico
- Edici¨®n Am¨¦rica