No caben m¨¢s flores en la tumba de Debanhi Escobar
Estuvo 13 d¨ªas desaparecida y la encontraron en una cisterna abandonada a escasos metros del lugar donde se la vio por ¨²ltima vez. La familia despide a la joven, cuyo caso ha conmocionado a M¨¦xico, entre gritos de justicia
¡°Golpeada. Asfixiada. Muerta¡±. Dice eso el padre herido y contin¨²a con voz clara sin hacer una pausa. Con un pie en el borde del hueco donde ahora van a meter a su hija, con el pantal¨®n negro lleno del polvo que se levanta a esta altura de los cerros y frente a un pueblo que llora, Mario Escobar repite lo que vieron al encontrar a Debanhi Susana Escobar Bazald¨²a: ¡°Estaba golpeada. La asfixiaron. Nosotros la vimos, no tuvimos miedo de verla. La Fiscal¨ªa dice que fue un hematoma en la cabeza. Miente¡±. Debanhi desapareci¨® en la madrugada del 9 de abril y la encontraron 13 d¨ªas despu¨¦s en una cisterna abandonada dentro de un motel, a escasos metros de donde se la vio por ¨²ltima vez, en la zona metropolitana de Monterrey, en Nuevo Le¨®n. Su caso ha conmocionado a un pa¨ªs que parec¨ªa acostumbrado a sus 11 mujeres asesinadas al d¨ªa, a sus siete desaparecidas, y ha despertado una oleada de rabia contra el Gobierno estatal. Este s¨¢bado, entre gritos de justicia, la ha despedido su familia.
La tumba es un agujero de paredes de hormig¨®n y alrededor hay un centenar de bocas y algunas cantan. Se oye suave: ¡°M¨¢s all¨¢ del sol yo tengo un hogar¡±. Tambi¨¦n se escuchan los lloros al sorberse. Nadie en el ejido de La Laguna, en Galeana, un municipio rural al sur de Monterrey, esperaba una p¨¦rdida tan cruel. De aqu¨ª son los Bazald¨²a, de aqu¨ª sali¨® Dolores, la madre, para ser maestra, y aqu¨ª volv¨ªa con frecuencia Debanhi. Le encantaba el Lagunafest, montar ¡°mugrero¡± con sus primas y jugar con Bomb¨®n, su caniche blanca con lazos rosas, que hoy anda entristecida, de brazo en brazo. De los que han venido a decir palabras de consuelo, muchos no conoc¨ªan a la joven, ya solo la hab¨ªan visto las ¨²ltimas semanas en las noticias.
Escobar era hija ¨²nica de una pareja de maestros, casados hace 28 a?os. Viv¨ªa en Apodaca, en el extrarradio industrial de Monterrey, y cumpl¨ªa a?os en septiembre. Estudiaba Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Nuevo Le¨®n porque quer¨ªa ser abogada. Optimista, alegre y carism¨¢tica, dicen que le gustaba mucho la m¨²sica, cantar, bailar y salir de fiesta con sus amigas: ten¨ªa 18 a?os.
Su madre ha elegido una fotograf¨ªa en la que sale con un vestido negro y las piernas un poco cruzadas para colocarla encima del ata¨²d. Horas m¨¢s tarde, en el pante¨®n de La Laguna, Dolores Bazald¨²a la ha apoyado con cuidado contra la cruz de madera que lleva el nombre de Debanhi grabado y la imagen sonriente de la chica ha quedado sepultada por la monta?a de coronas y ramos que otras familias han enviado. Han sido tantos que han tenido que colocarlos: uno encima de otro, los cestos en la cabecera y a¨²n sobresal¨ªan las rosas por los costados. ¡°Nunca hab¨ªa visto una tumba as¨ª¡±, comenta su prima Priscila Bazald¨²a. Ya no le caben m¨¢s flores.
El caso de Debanhi Escobar ha capitalizado una indignaci¨®n latente en la sociedad regiomontana. La joven desapareci¨® el mismo d¨ªa que se comunicaba el hallazgo del cuerpo de Mar¨ªa Fernanda Contreras, de 27 a?os, a quien su familia busc¨® durante horas en la ¨²ltima zona que marcaba su celular sin que la polic¨ªa apareciera. Ah¨ª se prendi¨® la primera mecha. Le sigui¨® una b¨²squeda desgastante y un hallazgo del cuerpo plagado de dudas. Sobre lo que ocurri¨® esa noche, la Fiscal¨ªa, dirigida por Gustavo Adolfo Guerrero, dice que ha entrevistado a unas 70 personas y revisado 120 videos, pero que no tiene respuesta.
Se sabe que Debanhi fue a una fiesta a la 01.20 de la ma?ana y que tres horas m¨¢s tarde estaba sola a una orilla de la carretera de Monterrey a Nuevo Laredo. En el kil¨®metro 15,5, las c¨¢maras la grabaron tratando de pedir ayuda en la empresa de transportes Alcosa sobre las 04.30. De ah¨ª se pierde el rastro. La encontraron muerta 13 d¨ªas despu¨¦s en el motel Nueva Castilla, a unos 300 metros de la ¨²ltima filmaci¨®n. Ese hotel fue revisado hasta en cuatro ocasiones, tambi¨¦n con perros entrenados para encontrar restos humanos. Los agentes no hallaron nada. Mientras el cerco se estrecha sobre la Fiscal¨ªa para que explique una investigaci¨®n cuestionada hasta por el gobernador Samuel Garc¨ªa, la familia ni siquiera ha tenido acceso al documento de la autopsia.
Son Debanhi y Mar¨ªa Fernanda y son otras. Este peri¨®dico ha registrado al menos siete j¨®venes desde el 22 de marzo que no han sido localizadas. Cada d¨ªa, se suman nuevas alertas del Grupo Especial de B¨²squeda Inmediata, que depende tambi¨¦n del Gobierno. Las organizaciones especializadas, como FUNDENL (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos Nuevo Le¨®n), hablan de crisis de desaparecidas. Entre agosto y noviembre se dio en Sabinas Hidalgo, un municipio sobre la misma carretera a Nuevo Laredo, donde desaparecieron 11 j¨®venes y tres ya se han encontrado muertas. Ahora el foco est¨¢ puesto en la zona metropolitana, que abarca la capital y una decena de localidades donde est¨¢n las empresas e industrias de uno de los Estados m¨¢s poderosos de M¨¦xico.
¡°No es normal lo que est¨¢ sucediendo en Nuevo Le¨®n. Estamos hartos de que nos entreguen a nuestras hijas muertas y asesinadas¡±, dice Mario Escobar. En la capilla frente al cura y ante la tumba de su ¨²nica hija, este padre insiste: no va a parar hasta que obtenga justicia.
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