La vida de las fotograf¨ªas de Nadja Mass¨¹n despu¨¦s de su muerte
El trabajo de 20 a?os de im¨¢genes de la artista audiovisual comienza un nuevo camino a trav¨¦s de un libro y una exposici¨®n despu¨¦s de su fallecimiento
La inauguraci¨®n de la exposici¨®n fotogr¨¢fica Encuentros afortunados, solo dos d¨ªas despu¨¦s de la muerte de la autora, Nadja Mass¨¹n, fue eso, un encuentro marcado de una extra?a pero poderosa uni¨®n entre la muerte y el inicio de algo. Cincuenta im¨¢genes cuidadosamente elegidas por la autora y acompa?adas por el trabajo de los muse¨®logos Marco Barrera y Karen Cheirif, y de una decena de escritores, enmarcan la muestra de esta artista, cuya obra, hasta ahora, hab¨ªa sido poco conocida en M¨¦xico. Adem¨¢s, la edici¨®n del libro Nadja Mass¨¹n, por la editora y ensayista mexicana Carla Zarebska conforman este esfuerzo colectivo para que la vida de las fotograf¨ªas de Mass¨¹n emprenda un nuevo inicio.
Una de sus dos hijas abrazaba a su padre, tendidos en la cama. De frente a ellos, Nadja decide fotografiarles. Era Oaxaca, en 1999, y esa fue la imagen con la que inici¨®, inamoviblemente, su camino por la fotograf¨ªa. As¨ª lo ha relatado Carla Zarebska, quien edit¨® el libro sobre la obra de Mass¨¹m. ¡°La primera foto es esa. Cuando le pregunt¨¦ por qu¨¦ la hab¨ªa elegido para comenzar con ella, me dijo que era ah¨ª, con esa imagen, con la que empez¨® a tomar fotos¡±, cuenta. Nadia Mass¨¹n es un libro que contiene parte de la producci¨®n fotogr¨¢fica de la artista y que empez¨® por ¡°la desesperaci¨®n de que Nadja estaba muriendo¡±. ¡°Lo editamos juntas. Fue fortuito¡±, relata Zarebska, quien desde septiembre pasado ha trabajado intensamente para que la obra de su amiga pueda ser conocida y valorada. ¡°Lo que yo quiero es que eso que ella dej¨® y lo que est¨¢ ah¨ª, sin curar, lo trabajemos y salga. Es una visi¨®n femenina muy especial que no tuvo oportunidad de mostrar¡±.
Las fotograf¨ªas de Mass¨¹n son sus encuentros con el mundo, con los seres humanos y sus formas de vivir, de sentir y de pensar. Poseen una intimidad extra?a, pero nunca intrusiva ni inc¨®moda, que permite a los espectadores sentirse parte de un momento inmortalizado y muy personal. Marco Barrera, muse¨®logo encargado de curar la exposici¨®n recientemente inaugurada, describe las im¨¢genes elegidas en el Museo Archivo de la Fotograf¨ªa de Ciudad de M¨¦xico como un compendio de episodios que casi nunca sabemos que dejar¨¢n huella en nuestra memoria. ¡°Tenemos encuentros todo el tiempo, pero no todos tenemos la sabidur¨ªa de mirarlos y de reconocerlos como afortunados¡±. El artista se dice orgulloso del trabajo que lograron a contra tiempo y con nada m¨¢s que la entrega total de Mass¨¹n para dejar lista su muestra. ¡°Fue muy impactante trabajar con alguien que sab¨ªamos que estaba planeando la exposici¨®n para despedirse¡±, dice.
Otras voces potentes de la fotograf¨ªa mexicana como Graciela Iturbide o Antonio Turok han lamentado la muerte de la fot¨®grafa franco-h¨²ngara que se qued¨® a vivir en Oaxaca para nunca irse. Turok, uno de los grandes exponentes del registro documental, asegura que a Mass¨¹n ¡°le falt¨® tiempo¡± para que su obra fuera conocida y que empez¨® un poco tarde: ¡°Admiro y admir¨¦ siempre a Nadja, porque ten¨ªa un esp¨ªritu libre, combativo, y porque siempre hizo lo que quiso hacer. Me da una enorme tristeza porque s¨ª amaba ella la foto, a lo mejor m¨¢s que yo¡±, recuerda entre risas, y mientras un cortejo de familiares y amigos bailan y cantan en honor a la fot¨®grafa.
Pero Graciela Iturbide no concuerda con eso. Asegura, como todos, que se ha muerto una gran mujer, y que se ha ido demasiado pronto. ¡°Yo no creo que haya empezado tarde. Lleg¨® tarde a que el p¨²blico conociera su obra, pero su obra est¨¢ desde hace mucho tiempo, y es maravillosa. Pienso que una vez que se d¨¦ a conocer, se va a valorar much¨ªsimo¡±, dice.
Nadja Mass¨¹n muri¨® el pasado 10 de mayo en Ciudad de M¨¦xico, tras padecer una enfermedad que acab¨® con su salud de forma r¨¢pida e inesperada. Antes de morir, Mass¨¹n apur¨® la preparaci¨®n de su exposici¨®n y, acompa?ada de un nutrido y fiel grupo de amigos, familiares y colaboradores, dej¨® para la posteridad un libro con parte de sus fotograf¨ªas de vida, entre las que figuran las de sus muchos viajes por el mundo, pero tambi¨¦n las que sac¨® a sus hijas, y a los seres que la acompa?aron y por los que sent¨ªa un profundo amor y cari?o. Fue ella y Zarebska las que eligieron las im¨¢genes que conforman el libro, del que se imprimieron 50 ejemplares fabricados en Santa Mar¨ªa del Tule, Oaxaca, en el taller Repro.Gr¨¢fica S.C., de Manuel Garc¨ªa y encuadernado por Leticia Garc¨ªa. Una segunda edici¨®n ya est¨¢ disponible.
Karen Cheirif, tambi¨¦n curadora de Encuentros afortunados, ve una gran lecci¨®n en la vida de Mass¨¹n: ¡°Eso de dejar hasta el ¨²ltimo aliento y la ¨²ltima gota de energ¨ªa de tu vida en compartir tu visi¨®n del mundo, es algo que nunca olvidar¨¦¡±. La muestra puede ser visitada hasta el pr¨®ximo 7 de agosto, en el Museo Archivo de la Fotograf¨ªa, en el centro hist¨®rico de la capital mexicana; y el libro Nadja Mass¨¹n puede ser adquirido a trav¨¦s de la editorial de Zaresbka, Cooperativa La Joplin.
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