Las detenciones de sacerdotes en Chiapas elevan la tensi¨®n con la Iglesia

El asesinato de dos jesuitas en Chihuahua, acribillados a balazos hace dos semanas dentro de una iglesia, despert¨® una ola de indignaci¨®n que ha llevado a la alta jerarqu¨ªa de la Iglesia mexicana a dar un paso al frente. Los obispos del pa¨ªs han entrado expl¨ªcitamente en pol¨ªtica reclamando una nueva estrategia de seguridad y amplificando las denuncias que en otros contextos sol¨ªan quedar m¨¢s soterradas. Por ejemplo, la peliaguda situaci¨®n en los Altos de Chiapas, una de las zonas m¨¢s pobres y olvidadas de M¨¦xico. Atrapada desde hace a?os por la violencia y la impunidad, los sacerdotes cat¨®licos tampoco escapan del laberinto en su funci¨®n de mediadores sobre el terreno. Esta semana, la Di¨®cesis de San Crist¨®bal de las Casas public¨® un duro comunicado denunciando ¡°persecuci¨®n, represi¨®n e intimidaci¨®n¡± a ra¨ªz de unas recientes detenciones de curas en la zona.

Hasta siete sacerdotes han sido arrestados en los ¨²ltimos dos meses. El ¨²ltimo episodio es el de Marcelo P¨¦rez. La Fiscal¨ªa estatal ha emitido una orden de captura por participar en el secuestro y desaparici¨®n de 21 personas en Pantelh¨®, uno de los municipios m¨¢s castigados por un avispero de conflictos agrarios, disputas pol¨ªticas y crimen organizado. Los hechos sucedieron el 26 de julio, cuando el pueblo sufri¨® una oleada de ataques a viviendas, coches incendiados y enfrentamientos directos con la Guardia Nacional y la polic¨ªa. La ofensiva fue reivindicada por un grupo llamado Machete inspirado por las iniciativas de autodefensas nacidas hace a?os en Michoac¨¢n. En un comunicado declaraba como sus objetivos ¡°expulsar a los sicarios, a los narcotraficantes y al crimen organizado¡±.

El sacerdote P¨¦rez est¨¢ acusado de colaborar con el grupo Machete en el secuestro de 21 personas durante la algarada. Diecinueve de ellas siguen desaparecidas casi un a?o despu¨¦s. El cura ha negado las acusaciones y sus abogados defienden que cuentan con testigos que prueban que aquel d¨ªa no estaba siquiera en el pueblo. Las organizaciones de derechos humanos de la zona han denunciado tambi¨¦n el clima de hostigamiento contra P¨¦rez y el resto de sacerdotes que act¨²an como mediadores sociales en Los Altos.

Otras dos de las detenciones de religiosos tambi¨¦n est¨¢n relacionadas con lo sucedido en Pantelh¨®. El 21 de junio fueron arrestados Pedro Cort¨¦s y Diego Mendoza como ¡°posibles art¨ªfices¡± de los secuestros. Adem¨¢s de sacerdotes, ambos formaban parte tambi¨¦n del concejo municipal. La Di¨®cesis apunta a que la participaci¨®n directa en la gesti¨®n de los asuntos del pueblo es la causa del conflicto: ¡°Como no quisieron entrar en la corrupci¨®n, les acusaron de estar coludidos por los de Machete¡±.

Desde 2019 se suceden las denuncias de desapariciones, asesinatos y despojo de tierras a los campesinos en este municipio de cerca de 25.000 habitantes, donde el 66% vive en pobreza extrema. Organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolom¨¦ de las Casas (Frayba) hablan abiertamente de ¡°grupos paramilitares que han mutado en crimen organizado¡±. En concreto, en Pantelh¨® todos los dedos apuntan a una familia de caciques locales, los Herrera y los Flores, en una mara?a de violencias donde se confunden poderes pol¨ªticos, econ¨®micos, grupos armados y en los ¨²ltimos a?os el crimen organizado.

La situaci¨®n l¨ªmite en la zona propici¨® incluso que la Iglesia se involucrara creando una comisi¨®n diocesana que trabaja espec¨ªficamente con las 86 comunidades del municipio. En otro pueblo fronterizo con Pantelh¨®, San Juan Cancuc, se produjeron en junio otras cuatro detenciones denunciados por la Di¨®cesis de San Crist¨®bal. Manuel Santiz Cruz, presidente del equipo de promotores de la Parroquia de San Juan Cancuc fue arrestado junto con otros religiosos acusados del asesinato de un polic¨ªa municipal.

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