La selva de Calakmul y la laguna de Bacalar, el pr¨®ximo frente del Tren Maya
Bi¨®logos y defensores del territorio alertan de un da?o irreversible a esos ecosistemas. El Gobierno est¨¢ a la espera de las autorizaciones ambientales
Desde lo alto de la gran pir¨¢mide maya de Calakmul solo se ve selva. Un tupido manto de cedros, caobas y ceibas cubre el territorio, la mayor reserva de bosque tropical de M¨¦xico. A diferencia de Chichen Itz¨¢, all¨ª es dif¨ªcil cruzarse con masas de turistas: para llegar hasta esas ruinas en el extremo sur de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n hay que recorrer durante una hora un estrecho camino de terracer¨ªa flanqueado por una densa vegetaci¨®n. En la actualidad, los visitantes anuales rondan los 40.000, pero este aislamiento tiene los d¨ªas contados. El Tren Maya impulsado por el Gobierno mexicano tendr¨¢ c...
Desde lo alto de la gran pir¨¢mide maya de Calakmul solo se ve selva. Un tupido manto de cedros, caobas y ceibas cubre el territorio, la mayor reserva de bosque tropical de M¨¦xico. A diferencia de Chichen Itz¨¢, all¨ª es dif¨ªcil cruzarse con masas de turistas: para llegar hasta esas ruinas en el extremo sur de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n hay que recorrer durante una hora un estrecho camino de terracer¨ªa flanqueado por una densa vegetaci¨®n. En la actualidad, los visitantes anuales rondan los 40.000, pero este aislamiento tiene los d¨ªas contados. El Tren Maya impulsado por el Gobierno mexicano tendr¨¢ capacidad para llevar hasta tres millones de turistas a este lugar rec¨®ndito.
A Sara L¨®pez la cifra le da escalofr¨ªos. Ante todo, se pregunta de d¨®nde va a salir el agua para los hoteles, restaurantes y comercios que abrir¨¢n para satisfacer la demanda de 8.000 visitantes diarios. Porque en Xpujil, la poblaci¨®n m¨¢s cercana a la zona arqueol¨®gica, solo sale agua de la llave dos o tres veces a la semana. Sus 4.000 habitantes tienen que arregl¨¢rselas para conseguirla con camiones cisterna y, los que pueden, por medio de sistemas de captaci¨®n de lluvia. ¡°No tenemos agua. Imag¨ªnate para los miles de personas que van a venir. Estoy segura de que ellos s¨ª van a tener agua, pero la poblaci¨®n no¡±, dice esta mujer, miembro del Consejo Regional Ind¨ªgena y Popular de Xpujil.
El Tren Maya ha abierto una batalla dial¨¦ctica y legal entre el Gobierno, de un lado, y los ambientalistas y una parte de las comunidades ind¨ªgenas, del otro. El primero defiende los beneficios econ¨®micos que reportar¨¢ el proyecto a una de las regiones m¨¢s rezagadas del pa¨ªs. Los segundos se?alan el da?o irreversible que puede causar en el ecosistema. Hasta ahora, el tramo 5 es el que m¨¢s atenci¨®n ha atra¨ªdo por cruzar sobre el mayor sistema de cuevas subterr¨¢neas del mundo. Los tramos 6 y 7, que tambi¨¦n pasan por lugares de enorme valor ecol¨®gico, son el siguiente frente.
Los 500 kil¨®metros de v¨ªa f¨¦rrea que van desde Tulum, en Quintana Roo, hasta Esc¨¢rcega, en Campeche, atraviesan la Reserva de la Biosfera de Calakmul. La selva que rodea la antigua ciudad maya se desborda por los l¨ªmites de Guatemala y Belice en lo que es el mayor pulm¨®n verde de Am¨¦rica tras el Amazonas, un corredor esencial para los peregrinajes de jaguares y tapires, entre otras especies en peligro de extinci¨®n. Adem¨¢s, el tren pasar¨¢ cerca del Volc¨¢n de los Murci¨¦lagos, un cenote seco que alberga alrededor de tres millones de ejemplares y cuyo techo es muy fr¨¢gil. El proyecto deber¨¢ extremar las precauciones para no impactar sobre estos ecosistemas.
Bacalar es otro de los focos rojos. Es el municipio con mayores ¨ªndices de deforestaci¨®n en Quintana Roo: entre 2011 y 2018 fueron taladas 24.500 hect¨¢reas, seg¨²n un an¨¢lisis del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible y de la Comisi¨®n Nacional Forestal. La localidad, asediada por el turismo y por la agricultura intensiva, ha visto c¨®mo en los ¨²ltimos a?os cambiaban los colores de su famosa laguna de 40 kil¨®metros de largo, el mayor cuerpo de agua dulce de la Pen¨ªnsula del Yucat¨¢n. Los siete tonos de azul de sus aguas han dado paso a un marr¨®n verdoso.
El uso de qu¨ªmicos en la agricultura y los desechos del sector tur¨ªstico est¨¢n detr¨¢s del cambio, seg¨²n los bi¨®logos, y el Tren Maya amenaza con agravar el problema. ¡°Cuando hace 18 a?os empezamos a trabajar en el Laboratorio de Ecolog¨ªa Bacteriana no detect¨¢bamos amonio ni f¨®sforo; ese nivel de pureza ten¨ªa¡±, se?ala la investigadora de la UNAM Luisa Falc¨®n. ¡°Al fomentar la deforestaci¨®n y la agricultura intensiva fueron entrando elementos qu¨ªmicos. Las algas est¨¢n creciendo porque tienen suficientes nutrientes¡±.
Hector Ic, profesor de secundaria y presidente de la ONG Bacalar Consciente, se declara ¡°neutral¡± sobre el Tren Maya. El desarrollo es bueno, pero no a cualquier precio. ¡°Estamos creciendo de manera desordenada. Solo el 30% de la ciudad tiene drenaje y todo lo dem¨¢s se va a hoyos negros, se filtra al manto fre¨¢tico y a la laguna¡±, se?ala. El fantasma de la Riviera Maya, un poco m¨¢s al norte, est¨¢ siempre presente. ¡°Tulum era lo m¨¢ximo del turismo ecol¨®gico y ahora tiene grav¨ªsimos problemas porque no planearon¡±.
Un forcejeo legal entre Gobierno y ambientalistas
Las comunidades se quejan de no haber sido consultadas como es debido sobre el Tren Maya. Seg¨²n el Convenio 169 de la OIT, firmado por M¨¦xico, las autoridades est¨¢n obligadas a realizar, antes de iniciar un proyecto, una consulta previa, libre e informada entre los pueblos ind¨ªgenas afectados. El Gobierno organiz¨® en 2019 una votaci¨®n, que se sald¨® con un 92% de votos a favor del s¨ª y un 7% por el no. Sin embargo, la ONU critic¨® el proceso: las autoridades solo informaban sobre las ventajas y callaban sobre los potenciales da?os, las traducciones al maya no eran adecuadas y los tiempos de consulta, demasiado cortos.
Romel Gonz¨¢lez, habitante de Xpujil, defiende que no fue una ¡°verdadera¡± consulta. ¡°Ni le llamamos consulta. El de Fonatur habl¨® menos de 15 minutos del proyecto. Solo dijo que iba a generar turismo. Cuando les preguntamos sobre el agua, no supieron responder¡±, se?ala. Gonz¨¢lez y el Consejo Regional Ind¨ªgena han impulsado con ¨¦xito un amparo contra el tramo 7 por violar el derecho de los pueblos a ser consultados. En teor¨ªa, la suspensi¨®n definitiva dictada por un juez impide al Gobierno seguir adelante con la obra hasta que se resuelva el fondo del asunto. Sin embargo, Gonz¨¢lez asegura haber visto a personal trabajando en bancos de materiales cerca de Xpujil. Contra el tramo 6, no se conocen amparos exitosos.
Mientras se resuelve el conflicto judicial, el Gobierno est¨¢ pendiente de la autorizaci¨®n de la Secretar¨ªa de Medio Ambiente. Ha presentado las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), que ahora tienen que ser evaluadas por la dependencia. En los documentos, los expertos contratados por el propio Gobierno reconocen que el tren provocar¨¢ da?os ¡°inevitables¡± en la regi¨®n. En el tramo 7, identifica 29 impactos ambientales, 25 de ellos negativos, como la p¨¦rdida de casi 283 hect¨¢reas de cobertura vegetal. En el 6, son 28 impactos, de los que 22 negativos y se plantea remover 1.459 hect¨¢reas de vegetaci¨®n.
Sin embargo, pese a los riesgos, los estudios defienden que el proyecto es ¡°viable¡± porque la mayor¨ªa de estos impactos ser¨¢n ¡°temporales¡± y se llevar¨¢n a cabo medidas de mitigaci¨®n, como la reubicaci¨®n de las plantas. Se propone, adem¨¢s, construir 264 pasos elevados y subterr¨¢neos para que los animales de la zona puedan cruzar las v¨ªas sin ser atropellados. En cualquier caso, se?ala el documento, ¡°a¨²n sin la implementaci¨®n de la v¨ªa f¨¦rrea, la tendencia de p¨¦rdida de h¨¢bitat seguir¨¢ aumentando¡±.
Para las organizaciones ambientalistas, las medidas no son suficientes y est¨¢n mal planeadas. En el tramo 7, los pasos de fauna se concentran en apenas 108 kil¨®metros de los 255 que tiene la v¨ªa, seg¨²n un an¨¢lisis detallado de la ONG Greenpeace, y solo 13 de estos pasos son para mam¨ªferos grandes, es decir, uno por cada 20 kil¨®metros. La ONG sostiene, adem¨¢s, que los documentos contienen datos falsos. En el tramo 6, hay 10 hect¨¢reas de manglar afectadas, en vez de las seis reportadas, de acuerdo a un an¨¢lisis espacial hecho por la organizaci¨®n. Solo por esta raz¨®n, Greenpeace defiende que la Secretar¨ªa de Medio Ambiente deber¨ªa negar la autorizaci¨®n, algo que se intuye poco probable debido a la importancia que tiene el proyecto para el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
Frente a las preocupaciones medioambientales, el Gobierno ha puesto el foco en la promesa de mayor actividad econ¨®mica en estas regiones olvidadas. El tren llevar¨¢ pasajeros y facilitar¨¢ el transporte de productos agr¨ªcolas de la regi¨®n. Sin embargo, en Xpujil, a Sara L¨®pez Miembro le preocupa eso en lo que se puede convertir su peque?a comunidad. No puede evitar mirar hacia Canc¨²n, que hace 50 a?os no deb¨ªa ser muy distinto a lo que es hoy en d¨ªa Xpujil. ¡°Vas all¨ª y todo est¨¢ en ingl¨¦s; la cultura nos la van a destruir¡±, se?ala. ¡°Vendr¨¢n los hoteles, los restaurantes, pero el trabajo para las mujeres y los j¨®venes va a ser limpiar ba?os y trapear¡±.
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