La nueva ruta latinoamericana de la fragata ¡®Mercedes¡¯

El ¨²ltimo viaje de la fragata Santa Mar¨ªa de las Mercedes comenz¨® en 1803 y acab¨® un a?o despu¨¦s en el fondo del golfo de C¨¢diz. La Mercedes sali¨® del puerto de Ferrol con una misi¨®n: recuperar los caudales reunidos en los virreinatos de ultramar durante los a?os de guerra y llevarlos de vuelta a Espa?a. La ruta inclu¨ªa Lima y Montevideo, con parada en el cabo de Hornos, en Chile. Cuando solo le quedaba un d¨ªa de navegaci¨®n para llegar a su destino, un inesperado ataque brit¨¢nico la hizo saltar por los aires. El barco se hundi¨® con su tesoro. Murieron 275 tripulantes y se perdier...

El ¨²ltimo viaje de la fragata Santa Mar¨ªa de las Mercedes comenz¨® en 1803 y acab¨® un a?o despu¨¦s en el fondo del golfo de C¨¢diz. La Mercedes sali¨® del puerto de Ferrol con una misi¨®n: recuperar los caudales reunidos en los virreinatos de ultramar durante los a?os de guerra y llevarlos de vuelta a Espa?a. La ruta inclu¨ªa Lima y Montevideo, con parada en el cabo de Hornos, en Chile. Cuando solo le quedaba un d¨ªa de navegaci¨®n para llegar a su destino, un inesperado ataque brit¨¢nico la hizo saltar por los aires. El barco se hundi¨® con su tesoro. Murieron 275 tripulantes y se perdieron 600.000 monedas de plata. Dos siglos despu¨¦s, y tras haber recuperado el cargamento del buque, el Gobierno espa?ol ha propuesto a M¨¦xico, Colombia, Per¨², Bolivia, Chile y Uruguay que la Mercedes y su historia vuelvan a recorrer Latinoam¨¦rica.

La propuesta nace del ministro de Cultura espa?ol, Miquel Iceta, que considera que es el momento de contar esta historia com¨²n m¨¢s all¨¢ del pleito internacional con Odyssey, el cazatesoros que expoli¨® la Mercedes y que fue obligado por los tribunales estadounidenses a devolver los bienes a Espa?a. ¡°Este gale¨®n es un barco de pabell¨®n espa?ol y la legislaci¨®n internacional dice que es propiedad de Espa?a, pero claro, esas monedas fueron acu?adas en pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, circularon en Am¨¦rica Latina, el metal con el que las fabricaron sali¨® de minas de Am¨¦rica Latina. Y dijimos: ?no es posible trazar un proyecto que nos una a todos? ?Podr¨ªamos siete pa¨ªses hacer un relato com¨²n y, si se me permite, una explotaci¨®n com¨²n de eso?¡±, ha dicho Iceta a EL PA?S.

El pol¨ªtico ha aprovechado el congreso de un centenar de ministros de Cultura en Ciudad de M¨¦xico, en el marco del Mondiacult 2022, para presentar el proyecto a los seis pa¨ªses. En dos d¨ªas ha concentrado todas las reuniones. De momento, la respuesta ha sido positiva: ¡°Parece que s¨ª hay agua¡±. Iceta destaca que las reacciones han sido de sorpresa, porque no hab¨ªan adelantado el tema antes del encuentro presencial, y tambi¨¦n de inter¨¦s. El ministro espa?ol ha afirmado que la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ha adelantado tambi¨¦n el apoyo al proyecto.

¡°Por vez primera se ha buscado la cooperaci¨®n desde el inicio. Y todos nos han dicho: ¡®Vamos a verlo¡¯¡±, ha apuntado Iceta, que afirma que Espa?a no ha llegado con un solo papel redactado, sino con una idea para desarrollar ¡°entre todos¡±. ¡°Esto puede ser el s¨ªmbolo de una nueva manera de trabajar. Hasta ahora todo eran disputas de esto es m¨ªo, son mis costas, es mi barco, son mis muertos, son mis monedas. En cambio yo creo que hay la posibilidad de decir que esto nos involucr¨® a todos en un momento de la historia muy determinado y por lo tanto forma parte de nuestras historias; no es ni de unos ni de otros: es de todos¡±, ha presentado el pol¨ªtico socialista, que asegura que han sido muy ¡°prudentes¡± en la presentaci¨®n de su propuesta.

La Mercedes lleva a un momento hist¨®rico sensible en Latinoam¨¦rica, especialmente en pa¨ªses como M¨¦xico, donde el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha hecho de la conquista espa?ola un enemigo simb¨®lico. El ministro de Cultura, que reconoce que Espa?a todav¨ªa se equivoca utilizando t¨¦rminos como descubrimiento de Am¨¦rica ¡ªpuesto que ya eran civilizaciones que exist¨ªan antes de la llegada de los espa?oles¡ª, apunta que ¡°no se puede cambiar la historia¡±.

¡°No es posible explicar la historia de Espa?a sin la dimensi¨®n latinoamericana ni la los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica si se intenta borrar esa presencia espa?ola. Por lo tanto, ?qu¨¦ hemos de hacer? Leerla conjuntamente¡±, ha afirmado. El ministro rechaza convertir esta iniciativa en un ¡°gesto¡± de Espa?a sino como ¡°un pretexto, la punta de lanza de una cooperaci¨®n que se ha de extender a todos los terrenos¡±. Aunque el pol¨ªtico s¨ª reconoce una ¡°instrucci¨®n¡± expl¨ªcita del presidente Pedro S¨¢nchez de ¡°potenciar al m¨¢ximo las relaciones con Am¨¦rica Latina¡±: ¡°Eso tambi¨¦n quiere decir que quiz¨¢ no lo hemos hecho suficientemente¡±.

De momento no se ha concretado el formato del proyecto, pero todo apunta hacia un exposici¨®n itinerante que pueda recorrer los siete pa¨ªses y mostrar los objetos recuperados: los ca?ones, las vasijas o las armas que viajaban en la Mercedes, adem¨¢s de las miles de monedas, que se encuentran en restauraci¨®n. Idealmente, el ministerio de Cultura conf¨ªa en poder presentar el resultado al a?o que viene. Los primeros pasos ¡ªcuando acepten el resto de pa¨ªses¡ª ser¨¢ crear una comisi¨®n t¨¦cnica de trabajo. ¡°Creamos este grupo multilateral y vamos construyendo juntos el discurso, donde todos nos sintamos c¨®modos¡±, apunta el director de Patrimonio espa?ol, Isaac Sastre.

Santa Mar¨ªa de las Mercedes zarp¨® a recuperar el dinero recaudado por las colonias espa?olas en Latinoam¨¦rica en los ¨²ltimos a?os antes de su independencia. Era un momento crucial en Europa, inmersa en las guerras napole¨®nicas, que oblig¨® durante largas temporadas a Espa?a a suspender las comunicaciones y los viajes al otro lado del oc¨¦ano.

En 1802, aprovechando un tratado de paz, Carlos IV da la orden de traer los caudales. En la expedici¨®n participan cuatro buques, que emprenden el viaje de regreso en 1804. Tras una navegaci¨®n tranquila, el 5 de octubre, la escuadra es interrumpida por barcos ingleses frente a las costas de Portugal. Un ca?onazo directo a la salvaguarda de La Mercedes la hace estallar y hundirse con su cargamento y tres centenares de tripulantes a bordo. Las otras tres fragatas fueron apresadas. Sastre explica que el ataque brit¨¢nico ¡ªque rompi¨® el periodo de paz y dio lugar m¨¢s tarde a la batalla de Trafalgar¡ª se debi¨® al temor de que la cantidad de dinero que llegaba a Espa?a pudiera desestabilizar el tablero pol¨ªtico y decantar el apoyo hacia Francia.

Dos siglos despu¨¦s la Mercedes volvi¨® a todas las portadas cuando Odyssey consigui¨® sumergirse y llevarse las 600.000 monedas que resguardaba. Tras a?os de pleitos, la justicia estadounidense dio la raz¨®n a Espa?a en una resoluci¨®n hist¨®rica en 2012. Desde entonces, la Armada espa?ola en conjunto con el CSIC organizaron varias expediciones a m¨¢s de 1.100 metros de profundidad para recuperar los ¨²ltimos objetos que el cazatesoros no se hab¨ªa llevado, entre los que quedaban, por ejemplo, dos culebrinas.

La idea es que estos objetos puedan estar en una exposici¨®n que viaj¨¦ como en su d¨ªa itiner¨® la Mercedes. ¡°La muestra va a contar con un soporte material importante, pero va a ser mucho m¨¢s que eso: va a ser el c¨®mo de un barco se puede contar la historia de tantos pueblos, de tantos pa¨ªses¡±, desarrolla Sastre, ¡°fue la primera globalizaci¨®n, donde Espa?a por el papel que ocupaba fue protagonista¡±.

La llegada de Iceta a M¨¦xico rompe con un largo per¨ªodo sin la presencia de pol¨ªticos espa?oles en el pa¨ªs. En febrero, el presidente L¨®pez Obrador anunci¨® que se congelaban las relaciones entre los dos pa¨ªses: ¡°Una pausa para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. Queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo, pero no queremos que nos roben¡±. Sin embargo, el ministro de Cultura explica a EL PA?S que estas relaciones, en la pr¨¢ctica, nunca se han suspendido, y que se est¨¢n preparando nuevos proyectos en conjunto. ¡°Espa?a no pretende en su presencia continuada en Iberoam¨¦rica ejercer ning¨²n tipo de paternalismo colonial ni cultural¡±, ha dicho el ministro, que ha reconocido: ¡°Es verdad que en Espa?a en algunos momentos ha habido una visi¨®n neocolonial o imperial, pero no es la situaci¨®n actual y precisamente para evitar desencuentros lo mejor es la m¨¢xima y m¨¢s estrecha relaci¨®n posible¡±.

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