La Sedena y el internet para los pueblos ind¨ªgenas. Jotmay
En el contexto de las ¨²ltimas filtraciones, es urgente discutir las implicaciones de que las antenas que llevar¨¢n internet a los pueblos ind¨ªgenas est¨¦n dentro de campos militares
?Deber¨ªa preocuparnos que las antenas que llevar¨¢n internet a todo M¨¦xico est¨¦n dentro de campos militares? ?Deber¨ªa inquietarnos que la infraestructura para llevar internet a los pueblos ind¨ªgenas est¨¦ a cargo de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena)? Adem¨¢s de preocupante, me parece urgente discutir las implicaciones de esta nueva tarea que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha encargado a la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional, sobre todo en el contexto actual de las filtraciones que han resultado del ciberataque que sufri¨® la Sedena por parte del grupo de hacktivistas llamado Guacamaya. Los m¨¢s de cuatro millones de correos electr¨®nicos que han quedado expuestos nos revelan los problemas de ciberseguridad del Ej¨¦rcito y el proceso mediante el cual, durante este sexenio, la actual Administraci¨®n federal ha ido ampliando las funciones de las Fuerzas Armadas otorg¨¢ndoles tareas que deber¨ªan pertenecer solo a instituciones civiles.
Hace unos semanas, L¨®pez Obrador encomend¨® a la Sedena construir y colocar las antenas necesarias para llevar internet a todo el territorio nacional. Si consideramos que las ¨¢reas con mayor brecha digital y menor acceso a internet son en una gran parte territorios que pertenecen a los pueblos ind¨ªgenas, esto significar¨ªa que las antenas que garantizar¨¢n su acceso a internet estar¨¢n bajo el control de las instituciones castrenses. Ante las instrucciones que el presidente de la rep¨²blica dio al secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, ¨¦ste declar¨® que comenzar¨ªan con una b¨²squeda para ubicar cuarteles de la Guardia Nacional, campos militares y Bancos Bienestar en donde colocar las antenas que llevar¨¢n el internet a todo M¨¦xico. Con los recientes esc¨¢ndalos que evidencian la vigilancia que la Sedena mantiene sobre movimientos sociales, poner antenas de internet en territorios controlados por las fuerzas armadas no parece una muy buena idea, por decirlo de una manera suave pero aderezada de sarcasmo.
El movimiento de comunicaci¨®n ind¨ªgena y comunitaria ha encabezado desde hace varias d¨¦cadas una fuerte lucha legal por garantizar los espacios necesarios para que los pueblos ind¨ªgenas pueden disfrutar del derecho a la informaci¨®n y la libertad de expresi¨®n. Ha sido una lucha dura y complicada en la que, por ejemplo, se tuvo que manifestar contra una iniciativa de ley que dejaba lo m¨¢s insignificante del espectro radiof¨®nico a las radios de los pueblos ind¨ªgenas o, en otro escandaloso caso, el hecho de que el poeta y periodista nahua Mardonio Carballo tuviera que ampararse contra el art¨ªculo 230 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusi¨®n (LFTR) que establec¨ªa que las transmisiones de radio deben hacerse ¡°en lengua nacional¡±, entendida ¨¦sta como el idioma espa?ol en detrimento de la presencia de las lenguas ind¨ªgenas en los grandes medios. Se le ha tenido que regatear al Estado mexicano para lograr lo m¨ªnimo en el disfrute del derecho a la informaci¨®n en cuanto a pueblos ind¨ªgenas se refiere.
La comunicaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas y la comunicaci¨®n comunitaria se han ido transformando y cada vez m¨¢s se han articulado con el internet aunque siempre acotados por una injusta brecha digital; por otra parte han surgido diversas corrientes de activismo digital en lenguas ind¨ªgenas que van cobrando cada vez m¨¢s fuerza. Una de las discusiones m¨¢s recurrentes en los c¨ªrculos de este activismo digital se relacionan con los derechos digitales y la seguridad digital; no podemos perder de vista que el acceso de los pueblos ind¨ªgenas debe considerar todos estos fen¨®menos, lo que subimos a internet sobre nuestros pueblos y territorios puede vulnerar a nuestras propias comunidades. No deja de ser alarmante, en este contexto, que el internet al que podr¨¢n acceder muchas radios comunitarias y activistas digitales de pueblos ind¨ªgenas est¨¦ mediado por antenas colocadas en campos militares. ?C¨®mo pone esto en riesgo la ciberseguridad de nuestras comunidades y los derechos digitales de los pueblos ind¨ªgenas? Los derechos digitales son considerados una extensi¨®n de los derechos humanos, si las antenas que proveen internet est¨¢n en los cuarteles militares ser¨¢ dif¨ªcil garantizar el derecho a la privacidad, al acceso neutral y seguro a internet; sobre todo ya con evidencia contundente de que la Sedena esp¨ªa y vigila a la sociedad civil.
Dado que el espacio en el que se emite la se?al de internet forma parte de los territorios de los pueblos ind¨ªgenas, este encargo de L¨®pez Obrador a la Sedena deber¨ªa pasar por una consulta a los pueblos que se apegue a los est¨¢ndares internacionales. Mientras escribo la frase anterior me doy cuenta de lo ingenua que suena considerando que, ni con megaproyectos como el Tren Maya, se respetaron los est¨¢ndares b¨¢sicos de la consulta a pueblos ind¨ªgenas. Al parecer, la encomienda a la Sedena de llevar internet a todo M¨¦xico se llevar¨¢ a cabo sin importar que esta misma instituci¨®n haya infiltrado a un soldado en la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa para espiar la movilizaci¨®n de estudiantes que en una gran parte provienen de pueblos ind¨ªgenas y sin importar que las recientes filtraciones den cuenta de la vigilancia que la Sedena mantiene sobre las comunidades zapatistas. Las antenas que llevar¨¢n el internet a muchos de nuestros pueblos ser¨¢n colocadas en cuarteles y campos militares. ?Qu¨¦ podr¨ªa salir mal?
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