La Comisi¨®n de Derechos Humanos de Puebla pide investigar a los polic¨ªas que ¡°permitieron¡± el linchamiento de Daniel Picazo
La oficina sostiene que los agentes actuaron con omisi¨®n, no salvaron ni protegieron al joven abogado que fue torturado y quemado en Huauchinango
Cinco meses despu¨¦s de que el abogado Daniel Picazo, de 31 a?os, fuera linchado en la comunidad de Papatlazolco, integrada en el municipio de Huauchinango, Puebla, la Comisi¨®n de Derechos Humanos de dicho Estado ha pedido que se investigue penalmente y se sancione la actuaci¨®n de los agentes policiales que asistieron a la muerte del joven porque ¡°permitieron que la turba¡± acabara con la vida del abogado sin hacer nada para impedirlo. ¡°Los servidores de seguridad p¨²blica estatal y municipal no actuaron conforme al protocolo previsto para los linchamientos, no hubo intentos de impedir que lo rociaran con gasolina, ni de que prendieran fuego, ni mucho menos de apagarlo y proteger a la v¨ªctima¡±, han dicho esta ma?ana en rueda de prensa miembros de la comisi¨®n.
Para los responsables de la oficina de Derechos Humanos de Puebla, una vez vistos los videos y finalizados sus informes sobre lo ocurrido, los agentes debieron ¡°haber hecho uso de la fuerza p¨²blica¡± para disolver a los pobladores y proteger a Picazo, as¨ª como ayudarlo a salvar su vida. ¡°Se limitaron a hacer algunas llamadas¡±, han asegurado, ¡°pero no a rescatar a la v¨ªctima y ponerla a salvo¡±. Asimismo, en la oficina de Derechos Humanos han pedido que los familiares sean inscritos en el registro estatal de v¨ªctimas para recibir los beneficios previstos por la ley.
La noche del viernes 10 de junio de este a?o, los vecinos de Papatlazolco hicieron sonar las campanas para alertar a la poblaci¨®n, hab¨ªan capturado a un joven que viajaba en una furgoneta blanca y le iban a dar castigo p¨²blico en la cancha de la comunidad. En efecto, la multitud se reuni¨®, cerc¨® al muchacho, le amarraron las manos a la espalda y le pasearon moribundo entre golpes. En la cancha sonaron los machetes, le prendieron fuego y lo quemaron. Alguien se acerc¨® al abogado y le sac¨® la documentaci¨®n de su bolsillo trasero: era un asesor del Congreso de los Diputados. La polic¨ªa se limit¨®, seg¨²n algunos testigos que all¨ª estaban, a fotografiar estas credenciales. Hab¨ªa decenas de agentes, las sirenas estaban encendidas, pero nadie hizo nada por salvarlo de una turbamulta que lo trataba, sin pruebas de ninguna clase, de delincuente con pretensiones de robar ni?os, uno de los temores en esas comunidades, donde los rumores viajan por WhatsApp y encienden las alarmas. Despu¨¦s, la justicia se la tomaron por su mano.
La Fiscal¨ªa cont¨® desde el primer momento con pruebas audiovisuales y con testigos de primera mano que relataron lo que all¨ª ocurri¨® y quienes estaban presentes, entre ellos el presidente auxiliar [alcalde], Epifanio Aranda, y el juez de paz del poblado, que con su garrote en la mano asisti¨® a la org¨ªa de fuego y sangre. La polic¨ªa dijo entonces que la turbamulta les impidi¨® actuar. No se ve as¨ª en los videos, m¨¢s bien parecen que est¨¢n escoltando el acontecimiento. As¨ª lo determina tambi¨¦n ahora la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Puebla, que pide a la Fiscal¨ªa que abra una carpeta de investigaci¨®n de la que derivar responsabilidades penales y en su caso sanciones para los servidores p¨²blicos. Los medios locales de Huauchinango aseguran que algunos mandos de seguridad del municipio han desaparecido alertados de las recomendaciones que hoy har¨ªa la oficina de derechos humanos.
Puebla es uno de los Estados con mayor incidencia de linchamientos. Por ese motivo, Derechos Humanos ha recomendado que se fortalezcan las medidas y la capacitaci¨®n contra estos actos donde los vecinos se toman la justicia por su mano. Piden que se ¡°forme un grupo especial de reacci¨®n inmediata con la capacitaci¨®n suficiente¡± para evitar estas actuaciones. Que se informe puntualmente a los agentes del protocolo en vigor que deben seguir y que se incremente el n¨²mero de polic¨ªas para prevenir los linchamientos.
Para la oficina de Derechos Humanos, la actuaci¨®n de los agentes aquella noche es ¡°reprochable¡±, ¡°transgredieron el derecho humano de la v¨ªctima a la seguridad p¨²blica y la vida¡±. Adem¨¢s, critican al Ayuntamiento de Huauchinango por no haber proporcionado la informaci¨®n oportuna a la comisi¨®n.
Los d¨ªas posteriores a la muerte del abogado Picazo, se detuvo a cerca de una decena de hombres por su supuesta participaci¨®n directa en el aquelarre, y la Fiscal¨ªa pudo interrogar a testigos directos de lo ocurrido. Pronto en el pueblo se levantaron voces contra los agentes que estaban arrestando a los lugare?os. Los familiares los acusaron de un proceder inadecuado en la entrada a las casas y sostuvieron la inocencia de los detenidos. Lamentaron lo sucedido, tarde, pero no dejaron de ensuciar con sospechas la actuaci¨®n de Picazo para salvar a quienes acabaron con su vida.
Daniel Picazo hab¨ªa ido aquel viernes a Las Colonias, un pueblo de al lado, donde estuvo tomando chelas con un buen amigo, Sebasti¨¢n, y paseando por algunos de los embalses que salpican la zona, una hermosa tierra verde de buen sol y lluvia abundante que se dedica a la siembra de flores. En un momento confuso decidi¨® arrancar su furgoneta y sali¨® sin decir nada. Tanto Sebasti¨¢n como los familiares sostuvieron que el abogado se perdi¨® en las carreteras y acab¨® en un pueblo que nada ten¨ªa que ver con ¨¦l y que andaba aquellos d¨ªas cargados de sospechas y rumores sobre presuntos delincuentes que robaban ni?os. As¨ª se hab¨ªa extendido por mensajes de WhatsApp. Fue suficiente para encender la mecha que acab¨® con la vida de Daniel Picazo.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.