Sandra Cuevas, Navidades y corte de list¨®n

La caricatura de los pol¨ªticos de antes, los de las fotos y noticieros en blanco y negro, casi siempre ten¨ªa un com¨²n denominador: un list¨®n a punto de ser cortado. La inauguraci¨®n de algo, y la imagen que inmortalizaba el momento, era el principal canal de comunicaci¨®n entre un alto funcionario y sus electores. As¨ª funcionaba la estrategia de la autocelebraci¨®n, la que dec¨ªa ¡°aqu¨ª estoy yo y estoy haciendo esto¡± sin importar su escaso o nulo inter¨¦s p¨²blico. Las redes sociales abrieron hace m¨¢s de una d¨¦cada las compuertas de la propaganda sin filtros y la pol¨ªtica se adapt¨® r¨¢pidamente a esa gram¨¢tica. Todos los dirigentes, tal vez sin excepci¨®n, han ca¨ªdo en ese c¨®digo en alguna ocasi¨®n, pero otros, como Sandra Cuevas, lo han convertido en su idioma. Y la percepci¨®n que se queda es la de un eterno d¨¦j¨¤ vu.

La alcaldesa de Cuauht¨¦moc emplea sus redes exactamente para hacer eso. Esto es, cortar listones, a veces literalmente y otras, metaf¨®ricamente. Muestra sus actividades de trabajo a todas horas -lo mismo presenta un informe al Consejo de la Alcald¨ªa que pasa revista a unos agentes de madrugada o rinde honores a la bandera-, exhibe su agenda social o ense?a retazos de su vida privada. Los capitalinos, por ejemplo, han aprendido en los ¨²ltimos d¨ªas que le gusta la Navidad. ¡°Lleg¨® el fin de semana e inicia la ¨¦poca m¨¢s bonita [...]. Me hace muy feliz esta temporada del a?o porque personas de todo el mundo nos reunimos con nuestros seres queridos y nos damos cuenta del verdadero sentido de la vida: ?El amor familiar!¡±, escribi¨® en Twitter. Y el pasado domingo acompa?¨® un nuevo mensaje de tres fotograf¨ªas ante un decorado navide?o con un ¨¢rbol cubierto de nieve postiza, apapachando un osito de peluche y vistiendo una piyama de rayas con los colores de M¨¦xico.

Sandra Cuevas gobierna el coraz¨®n de la Ciudad de M¨¦xico, algo as¨ª como la capital de la capital, epicentro del poder pol¨ªtico y econ¨®mico y escaparate del pa¨ªs que incluye, adem¨¢s del centro hist¨®rico, colonias como la Condesa, la Roma, la Ju¨¢rez y buena parte del Paseo de la Reforma. Ese posado recibi¨® una avalancha de reacciones. Aunque de ninguna manera caben cr¨ªticas objetivas a un estilo, puesto que todos y cada uno son v¨¢lidos y leg¨ªtimos, lo que confirma la publicaci¨®n es la sobreactuaci¨®n de su talante pol¨ªtico. De hecho, ese mismo mensaje ten¨ªa un trasfondo de disputa partidista. ¡°Disfrutar de la tranquilidad del hogar en un ambiente de Navidad, despu¨¦s de una semana dif¨ªcil; te renueva de energ¨ªa y alegr¨ªa¡±, escribi¨® la alcaldesa, que horas antes hab¨ªa arremetido contra Morena y el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, por la movilizaci¨®n de los simpatizantes de la Cuarta Transformaci¨®n convocada entre el Paseo de la Reforma y el Z¨®calo. ¡°La marcha del adi¨®s¡±, la descalific¨®.

Tras su victoria en las elecciones de junio de 2021 en las listas de la coalici¨®n de PRI, PAN y PRD, Cuevas intenta hoy erigirse en un valor de la oposici¨®n y ya no disimula su cercan¨ªa al c¨ªrculo de Ricardo Monreal a trav¨¦s de la amistad que la une a la esposa del senador cr¨ªtico, que sopesa su salida de Morena. Lo hace tratando de polarizar con la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, recurriendo a argumentos muy dispares que van de las pol¨ªticas p¨²blicas a acusaciones vertidas sin pruebas -incluso de ¡°inducir¡± que unas 50 personas patinaran en el Kiosco morisco-. Sheinbaum fue blanco de todos sus ataques tambi¨¦n cuando, hace meses, la alcaldesa de Cuauht¨¦moc se enfrent¨® a la destituci¨®n por un rosario de esc¨¢ndalos. Primero, un caso de agresi¨®n a polic¨ªas por el que fue obligada a seguir un tratamiento orientado ¡°al manejo de la ira y las emociones¡±. M¨¢s tarde, el incumplimiento de una sentencia que ordenaba la demolici¨®n de un local de la colonia Ju¨¢rez o el cierre temporal de un centro deportivo.

A eso se suman otras medidas especialmente pol¨¦micas y cuestionadas por las ciudadania, como la prohibici¨®n de los r¨®tulos de los puestos callejeros y su sustituci¨®n por el escudo de la demarcaci¨®n territorial. La respuesta de Cuevas, como casi siempre, contribuy¨® a atizar el fuego: ¡°Orden y disciplina¡±.

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