Una esperanza bajo tierra: tras el ¨²ltimo rastro de los migrantes desaparecidos rumbo a Estados Unidos
El Proyecto Frontera, liderado por el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense, ha logrado identificar los restos de m¨¢s de 280 personas fallecidas en su traves¨ªa migratoria
Un f¨¦mur cambi¨® la vida de la familia Castillo. Un viernes, el 15 de marzo de 2011, Baudilio Alexander, de 20 a?os, abandon¨® su aldea en Jumaytepeque, Guatemala para buscarse una vida mejor y trabajar en Luisiana. Dos semanas despu¨¦s, sus familiares perdieron contacto con ¨¦l y al cabo de otro par de semanas, su padre ley¨® en el peri¨®dico que hab¨ªan sido encontradas 48 fosas clandestinas en San Fernando, en el Estado mexicano de Tamaulipas, en pleno corredor migratorio a Estados Unidos. ¡°Ah¨ª empez¨® nuestro calvario¡±, contaba su padre Baudilio Castillo, como tantas veces lo ha hecho, durante un foro en M¨¦xico a finales del a?o pasado. ¡°Este es mi hijo, hallado en el 2011, en la fosa n¨²mero uno, como el cad¨¢ver 14¡å, relataba el hombre, mientras sosten¨ªa una fotograf¨ªa. Tan solo desde 2014 han desparecido casi 7.000 migrantes en todo el continente, m¨¢s de 4.000 en la frontera entre M¨¦xico y EE UU, seg¨²n estimaciones de Naciones Unidas.
Saber que el cad¨¢ver 14 era Baudilio Alexander tom¨® tiempo. En octubre de 2013, el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense (EAAF), una organizaci¨®n no gubernamental que ha colaborado en casos como la desaparici¨®n de los 43 normalistas de Ayotzinapa, firm¨® un convenio con la Procuradur¨ªa (ahora Fiscal¨ªa) General de la Rep¨²blica para identificar 200 cuerpos encontrados en fosas del norte de M¨¦xico, la mayor¨ªa en San Fernando. Poco despu¨¦s, una delegaci¨®n de especialistas viaj¨® a Guatemala a tomar muestras de sangre de Baudilio Castillo para armar un perfil gen¨¦tico. Se pele¨® tambi¨¦n para que los restos exhumados en Tamaulipas no fueran cremados y su ADN pudiera ser comparado. Tras a?os de angustia, Baudilio Alexander fue identificado y eventualmente repatriado para que su familia pudiera velarlo.
Este es uno de los 283 migrantes no localizados que han logrado ser identificados hasta la fecha gracias a los esfuerzos del Proyecto Frontera, una coalici¨®n liderada por el EAAF en la que participan organizaciones no gubernamentales, colectivos de b¨²squeda de desaparecidos y autoridades de Estados Unidos, regiones de M¨¦xico, Honduras y El Salvador. ¡°Este trabajo demuestra que es una situaci¨®n objetivamente dif¨ªcil de b¨²squeda y tambi¨¦n muy dolorosa, pero no imposible¡± afirma Mercedes Doretti, directora para Centro y Norteam¨¦rica del EAAF.
¡°El proyecto surgi¨® en 2009, de forma un poquito inesperada¡±, cuenta Doretti, en entrevista telef¨®nica. Los forenses argentinos ya llevaban trabajando cinco a?os en casos de feminicidios en Ciudad Ju¨¢rez, uno de los epicentros de la violencia en la frontera norte de M¨¦xico. ¡°Nos dimos cuenta de que hab¨ªa muchos restos femeninos sin identificar¡±, recuerda, ¡°hab¨ªa 50 restos que no coincid¨ªan con ninguna de las familias de muchachas desaparecidas con denuncia en Chihuahua¡±. Surgieron nuevas hip¨®tesis, probablemente se trataba de mujeres cuya desaparici¨®n hab¨ªa sido denunciada en otro Estado o en otro pa¨ªs o gente que hab¨ªa llegado a trabajar a las maquilas o que buscaba cruzar el muro en busca de oportunidades. En ese punto, los especialistas se convencieron de que la variable de la migraci¨®n era clave para entender lo que estaban viendo.
Pedir las listas de desapariciones de mujeres en los Estados que m¨¢s migran a Ju¨¢rez y al Estado de Chihuahua parec¨ªa una tarea sencilla. Pero lo que result¨® realmente complicado es que en 2009 hab¨ªa muy poca informaci¨®n gen¨¦tica en M¨¦xico y Centroam¨¦rica, no exist¨ªan bancos nacionales de ADN y los escasos recursos que se ten¨ªan estaban desperdigados en bases aisladas por toda la regi¨®n. ¡°La cantidad y calidad de datos era muy pobre, no estaba organizada y era muy dif¨ªcil identificar personas¡±, comenta Doretti. El proyecto fue concebido como una especie de puente entre quienes buscaban y la informaci¨®n de aquellos que no estaban: las familias y sus desaparecidos. Entre las morgues de los lugares de destino y las comunidades expulsoras de migrantes. Entre restos que eran enterrados en fosas comunes o en panteones municipales ¡°sin nombre¡± y la posibilidad de usar la ciencia para encontrar una nueva esperanza, el ¨²ltimo recurso en la b¨²squeda de un familiar.
Un a?o m¨¢s tarde, se establecieron los primeros bancos de datos forenses de migrantes no localizados a trav¨¦s de la ruta migratoria. Una parte del trabajo tambi¨¦n era acercarse a las familias y tomar varios perfiles gen¨¦ticos a partir de su sangre o su saliva para poder compararlos con los restos que se encontraban en el terreno. Tambi¨¦n se hacen entrevistas para obtener informaci¨®n sobre las personas no localizadas: su nombre, fecha de desaparici¨®n, pa¨ªs de origen y otros datos relevantes. Finalmente, se buscan coincidencias entre los perfiles por medio de software. ¡°Los familiares nos recibieron con los brazos abiertos¡±, asegura Doretti.
Adem¨¢s de la fragmentaci¨®n de la informaci¨®n, uno de los principales escollos fue la resistencia de muchas autoridades de dar acceso a sus bases de datos en los pa¨ªses donde los restos eran encontrados. Tambi¨¦n se libraron batallas legales para evitar que restos fueran cremados y se perdiera la informaci¨®n gen¨¦tica de los cuerpos o para obtener informaci¨®n de cad¨¢veres a los que no se hab¨ªan tomado muestras. ¡°En el caso de Texas o Chiapas empezamos a exhumar cuerpos¡±, afirma. ¡°Es una tarea enorme, pero hay que hacerlo¡±, agrega.
Entre 2010 y noviembre de este a?o han sido identificados 123 migrantes que desaparecieron en M¨¦xico y 159 en Estados Unidos, principalmente en Arizona y Texas. Entre las personas encontradas hab¨ªa 109 mexicanos, 61 hondure?os, 58 salvadore?os y 45 guatemaltecos. Tambi¨¦n han colaborado con familias de Nicaragua, Per¨², Costa Rica, Brasil y Ecuador. ¡°Tenemos un porcentaje de identificaci¨®n de entre el 10% y el 15%¡±, se?ala Doretti.
Pero el potencial es enorme porque se han logrado documentar la desaparici¨®n de 1.919 migrantes y de 4.948 donantes de 1.817 familias. Si la red de Proyecto Frontera crece y hay un mayor intercambio de informaci¨®n en toda la regi¨®n implicada en el fen¨®meno migratorio ¡°puede haber much¨ªsimas m¨¢s identificaciones¡±, dice la forense. En 2022, se ha tomado un 34% m¨¢s de muestras de migrantes desaparecidos que el a?o anterior y los donantes han crecido un 43%.
¡°El principal problema es de pol¨ªtica p¨²blica, es la voluntad pol¨ªtica de los pa¨ªses involucrados en ponerse de acuerdo para obtener informaci¨®n y compartirla¡± , reconoce Doretti. ¡°No es f¨¢cil y hay mucho por hacer, pero 10 a?os atr¨¢s esto parec¨ªa imposible y hoy es una pr¨¢ctica de todos los d¨ªas¡±, concluye la forense. En uno de los corredores migratorios m¨¢s peligrosos del mundo, la esperanza es encontrar una coincidencia que acabe con a?os de angustia y d¨¦ la verdad y la justicia que miles de familias de la regi¨®n anhelan.
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