La rebeli¨®n de las estudiantes mexicanas: en huelga por la violencia machista dentro de las universidades
Una denuncia de violaci¨®n pone contra las cuerdas a la UAM y desata una huelga que evidencia el mal funcionamiento de los mecanismos para atender la violencia de g¨¦nero en todos los campus
Las puertas de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana de M¨¦xico (UAM) est¨¢n cerradas. En el campus de Cuajimalpa, en el poniente de Ciudad de M¨¦xico, cuelgan cientos de carteles y pancartas de sus verjas: ¡°UAM-C en paro por cubrir a violadores y acosadores¡±. ¡°?Alto! un violador est¨¢ en tu unidad¡±. ¡°Protejan a la v¨ªctima, no al agresor¡±. ¡°No insistas amigo: no es no¡±. Un grupo de alumnas y alumnos con la cara cubierta impide la ent...
Las puertas de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana de M¨¦xico (UAM) est¨¢n cerradas. En el campus de Cuajimalpa, en el poniente de Ciudad de M¨¦xico, cuelgan cientos de carteles y pancartas de sus verjas: ¡°UAM-C en paro por cubrir a violadores y acosadores¡±. ¡°?Alto! un violador est¨¢ en tu unidad¡±. ¡°Protejan a la v¨ªctima, no al agresor¡±. ¡°No insistas amigo: no es no¡±. Un grupo de alumnas y alumnos con la cara cubierta impide la entrada. Desde la semana pasada los cinco campus est¨¢n cerrados y los estudiantes en huelga. La resoluci¨®n que las autoridades universitarias dieron a la denuncia de una alumna contra su expareja por violaci¨®n fue el detonante para que el hartazgo de sus compa?eras acabara en paro. La comisi¨®n evaluadora del caso se declar¨® incompetente para ejercer ninguna acci¨®n contra el estudiante, incluso cuando ¨¦l mismo reconoci¨® haber cometido la agresi¨®n ¡°por accidente¡±. ¡°Como este caso hay decenas sin resolver u olvidados¡±, dicen a trav¨¦s de redes sociales las chicas.
El caso no es un hecho puntual. Se trata de la punta de un iceberg que muestra a?os de desatenci¨®n de la violencia machista que impregna las universidades y las preparatorias de todo el pa¨ªs. Desde Nuevo Le¨®n a Oaxaca, pasando por San Luis Potos¨ª, Zacatecas y Yucat¨¢n. En 2019, las alumnas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) tomaron 11 facultades exigiendo lo mismo que piden estos d¨ªas sus compa?eras de la UAM: la universidad debe ser un espacio libre de violencias donde las mujeres no corran peligro por ir al ba?o, por caminar para tomar el cami¨®n o por ir a una fiesta con sus compa?eros. En un pa¨ªs en el que la violencia de g¨¦nero impregna todos los rincones de la sociedad, la universidad no es una excepci¨®n. Mientras las estudiantes luchan por espacios m¨¢s seguros, se vulnera su propio derecho a la educaci¨®n. ¡°Queremos vivir sin miedo¡±, responden las alumnas.
Acoso, hostigamiento, abusos sexuales, violaciones y feminicidios que durante a?os se metieron debajo de la alfombra y que el movimiento MeToo alent¨® a denunciar p¨²blicamente. ¡°La violencia contra las mujeres es estructural y afecta no solo a las estudiantes, tambi¨¦n a las profesoras y a las trabajadoras¡±, apunta la acad¨¦mica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la UNAM, Aime¨¦ Vega Montiel. Cuando el problema salt¨® por los aires, evidenci¨® a unas autoridades universitarias ¨Den su mayor¨ªa omisas¨D que se vieron obligadas a desarrollar a marchas forzadas protocolos contra el acoso ¨Dla UNAM cre¨® el suyo en 2016 y la UAM en 2018¨D. Tambi¨¦n crearon unidades de atenci¨®n a v¨ªctimas que han resultado deficientes a la hora de tratar el problema con toda su dimensi¨®n.
La presi¨®n generada por la huelga pusocontra las cuerdas a la Universidad para que tome medidas. Una nueva comisi¨®n encargada de analizar el caso de violaci¨®n rectific¨® su dictamen y decidi¨® expulsar al alumno. ¡°Esa medida se queda muy corta ahora¡±, dice Ana, una alumna de 22 a?os, quien prefiere no revelar su verdadero nombre. Las demandas de las estudiantes se han hecho m¨¢s amplias y la huelga se ha extendido a los cinco planteles aut¨®nomos de la Universidad: Cuajimalpa, Azcapotzalco, Xochimilco, Lerma e Iztapalapa. Desde all¨ª tambi¨¦n denuncian decenas de casos sin atender, por ejemplo, el de la propia Ana. ¡°Fui v¨ªctima de abuso sexual y la unidad de g¨¦nero te revictimiza¡±, cuenta. ¡°La psiquiatra del plantel me dijo que no ten¨ªa la facultad para tratar lo que me pasaba y la consulta solo dur¨® 10 minutos porque ten¨ªa muchos alumnos. Me recet¨® clonazepam a libre demanda¡±, recuerda.
Las alumnas insisten en que los mecanismos de denuncia no funcionan o funcionan a medias. Se quejan de que denunciaron y no pas¨® nada. Las revictimizaron, no las creyeron, trataron de convencerlas para que no denunciaran y las obligaron a seguir en clase con sus violentadores.
Los cinco campus acordaron en asamblea compartir una serie de demandas en conjunto. Entre ellas, erradicar por completo la violencia de g¨¦nero y unificar los protocolos contra el acoso, reestructurar los ¨®rganos colegiados para que tengan una persona experta en perspectiva de g¨¦nero y reformar la oficina de Equidad de G¨¦nero. ¡°Estamos exigiendo que las autoridades nos aseguren que vamos a estar bien, que nos protegen, nos respaldan, que no se quede en falsas promesas¡±, dicen las estudiantes a trav¨¦s de un comunicado.
Entre las demandas tambi¨¦n se recoge que los integrantes de la Comisi¨®n de Faltas tomen cursos de perspectiva de g¨¦nero, reformar el reglamento del alumnado para delimitar correctamente las faltas y amonestaciones, establecer las sanciones para el personal acad¨¦mico por cometer violencia sexual, crear medidas cautelares para que en el momento en que se reciba una denuncia por violencia sexual se atienda correctamente a la v¨ªctima y que se garantice el derecho a la educaci¨®n de todos los implicados en el proceso. ¡°Estamos mejorando los protocolos de las cinco unidades¡±, dice el rector general de la Universidad, Jos¨¦ Antonio de los Reyes Heredia, en entrevista con este diario.
El rector reconoce que de acuerdo a la opini¨®n emitida por la Oficina de la Abogac¨ªa de la instituci¨®n y la Unidad de G¨¦nero sobre el caso de violaci¨®n de Cuajimalpa ¡°quiz¨¢ no se consideraron todos los elementos que debieron haber tenido para llegar al dictamen que hicieron la vez anterior¡± y apuesta por la creaci¨®n de un protocolo ¨²nico para toda la instituci¨®n. En 2022, la UAM atendi¨® denuncias contra 35 trabajadores y una trabajadora por violencia de g¨¦nero. De ese total, 26 casos fueron aceptados a tr¨¢mite. Tambi¨¦n dieron seguimiento a las denuncias contra 28 alumnos por el mismo motivo que concluyeron con ocho expulsiones. ¡°Cuatro de ellos fueron en la unidad Cuajimalpa y cuatro, en la Unidad Xochimilco¡±, dice De los Reyes Heredia. En nueve casos m¨¢s se decretaron suspensiones de uno a tres trimestres para los alumnos, se dictaron cuatro amonestaciones y en cinco casos, no se encontraron elementos para aplicar medidas, seg¨²n los datos proporcionados por la Rector¨ªa General.
Las autoridades universitarias admiten que la violencia machista que vive la UAM es un problema sist¨¦mico que no se soluciona con la expulsi¨®n de un alumno. ¡°Nos damos cuenta de que la estructura est¨¢ rebasada y que la normativa que hicimos en 2018, que fue de buena fe y con el mejor esp¨ªritu, no est¨¢ funcionando¡±, reconoce el vicerrector administrativo del campus de Cuajimalpa, Gerardo Kloss. ¡°Que los aparatos y las instancias de la unidad de g¨¦nero, las asesor¨ªas que estamos dando por conducto de la abogac¨ªa de la Universidad no est¨¢n siendo suficientes¡±, admite.
Esta falta de confianza en los cauces administrativos ha desatado el fen¨®meno de las denuncias an¨®nimas en redes sociales y en tendederos, como puede verse en las verjas de la UAM Cuajimalpa. Las autoridades universitarias declaran que mientras no exista una denuncia formal no pueden hacer nada. ¡°Hay varios casos que se han denunciado por un camino m¨¢s amigable y los expedientes se pierden, hay una mala organizaci¨®n¡±, se?ala Ana. ¡°Que haya estas estructuras no significa que se acabe el problema. Son necesarias medidas de prevenci¨®n, atenci¨®n y sanci¨®n; presupuesto suficiente y que se d¨¦ un seguimiento a los indicadores para que la universidad sea un espacio libre de violencias¡±, apunta Aime¨¦ Vega Montiel, y agrega: ¡°No basta con que las instituciones den respuestas inmediatas contingentes pensando que se quitan el problema de encima¡±. El rector general de la UAM asegura que la construcci¨®n de una nueva universidad depende de todos sus integrantes. ¡°Las universidades debemos avanzar y prevenir ese tipo de fen¨®menos mediante los la instrucci¨®n, la capacitaci¨®n y todo lo que podamos para concientizar a nuestro alumnado, al profesorado y a los trabajadores y trabajadoras administrativas. Es una construcci¨®n colectiva que creo que en este caso ser¨ªa la invitaci¨®n a las personas que participan en estos movimientos para generar estos mecanismos y sobre todo, comprometerse todos y todas en construir esta paz que tanto a?oramos¡±, se?ala De los Reyes Heredia.
Las alumnas exigen un pronunciamiento p¨²blico de las autoridades sobre su mal actuar y que no existan represalias para ninguna de las personas que est¨¢n en el paro. El rector general se ha comprometido con este ¨²ltimo punto, sin embargo, las estudiantes se?alan que ni Lerma ni Iztapalapa han recibido por parte de sus autoridades la garant¨ªa de que no habr¨¢ represalias. Adicional a eso, dicen que les han cortado el agua, la luz y el internet para forzarlas a que cedan las instalaciones y que la rectora de su unidad, Ver¨®nica Medina Ba?uelos, las calific¨® como ¡°un grupo de choque¡±. ¡°Son alumnas de la UAM como nosotras y ahora mismo tememos por su seguridad¡±, dice Ana.
Las personas consultadas para este reportaje consideran que aunque la violencia machista en las universidades es un fen¨®meno que ha existido ¡°desde siempre¡±, como dice Vega Montiel, el feminismo ha impulsado que las alumnas se organicen y denuncien la desigualdad como no hab¨ªa sucedido hasta ahora. Este es el caso de la Preparatoria 6 de la UNAM que tambi¨¦n se encuentra tomada por sus estudiantes por el mismo motivo que la UAM o la Universidad de Zacatecas que anunci¨® paros en todas sus actividades desde este viernes. En Oaxaca hubo protestas en el Bachillerato Tecnol¨®gico, Industrial y de Servicios, del Colegio de Bachilleres y en escuelas del Sistema de Universidades Estatales y de la Universidad La Salle ; en la preparatoria 29 de Tixtla, Guerrero, se denunci¨® al director por la instalaci¨®n de c¨¢maras de vigilancia dentro de los ba?os de mujeres y en San Luis Potos¨ª, alumnas y exalumnas del CBTIS 131 acusaron a 10 profesores de acoso sexual. Todo en la misma semana.
Entre las pancartas del campus Cuajimalpa de la UAM, dos mensajes destacan entre los dem¨¢s como un resumen de la revoluci¨®n de las estudiantes: ¡°No quiero tener miedo en mi propia instituci¨®n¡±. ¡°Ante la impunidad, no hay orgullo universitario¡±.
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