Las protestas feministas sacuden a la mayor universidad de Am¨¦rica Latina
Alumnas de la UNAM toman 11 facultades y escuelas para reclamar atenci¨®n ante los casos de violencia de g¨¦nero
Con las caras tapadas casi por completo y vestidas de negro, una treintena de estudiantes abrieron el pasado mi¨¦rcoles las puertas de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) que llevan este lunes 22 d¨ªas cerradas. Lo hicieron solo por unos minutos, para salir a leer una lista de demandas para liberar el edificio. ¡°Esta toma responde a un hartazgo que venimos cargando¡±, grit¨® un voz detr¨¢s de un pasamonta?as dispuesta a leer las exigencias que iban desde renuncias hasta la correcta atenci¨®n de las denuncias por violencia de g¨¦nero. ¡°?Por qu¨¦ parecen insuficientes las m¨¢s de 70 denuncias contra profesores y alumnos? Este espacio siempre ha sido para nosotras un peligro y no queremos que lo sea para las que vienen¡±, agreg¨®. ¡°Que se caiga el patriarcado¡±, vitore¨® un profesor y desat¨® un alarido entre las enmascaradas.
Octubre encontr¨® a la universidad m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina con los roles invertidos. El movimiento feminista, que hasta hace muy poco estaba an¨¦mico de poder dentro de las esferas acad¨¦micas, tom¨® por asalto al menos 11 de los 39 planteles para reclamar en contra del acoso, el maltrato y las agresiones. Un grupo de alumnas se atrincheraron en las aulas y paralizaron las clases, dispuestas a mantener la apuesta hasta ser escuchadas. Una protesta que se extendi¨® desde mediados de octubre hasta, en gran parte, el 14 de noviembre, cuando las autoridades de la Universidad convocaron unas mesas de di¨¢logo con el fin de zanjar el problema. Pero la amenaza de regresar a la huelga persiste, como perdura la toma de tres preparatorias y la Facultad de Filosof¨ªa y Letras.
Lo que sucede en la UNAM es un s¨ªntoma m¨¢s en un M¨¦xico entumecido ante la violencia de g¨¦nero. El movimiento feminista universitario se encuadra en una ola de protestas que han tenido lugar en la capital en los ¨²ltimos meses y apenas unas semanas despu¨¦s de la sentencia por el feminicidio de Lesvy Rivera Osorio, una joven de 22 a?os asesinada en el campus universitario en 2017. ¡°No olvidamos sus omisiones con el feminicidio de Lesvy, no olvidamos a todas las que nos hacen falta¡±, reproch¨® una de las estudiantes enmascaradas frente al edificio con pintadas que dec¨ªan ¡°UNAM feminicida¡± o ¡°las paredes se limpian, las muertas no regresan¡±.
La protesta universitaria se desat¨® el pasado 24 de octubre en la sede de Cuautitl¨¢n, en el Estado de M¨¦xico. En ese entonces, un grupo de manifestantes march¨® para pedir que se atendieran las 77 denuncias registradas en esa entidad contra profesores y alumnos se?alados de acoso sexual. En pocas horas, la manifestaci¨®n se convirti¨® en una huelga que desat¨®, a su vez, tomas de otras facultades con demandas similares.
El problema de la violencia de g¨¦nero no es nuevo para la Universidad, una instituci¨®n que en 2016 se vio forzada a desarrollar un protocolo de atenci¨®n a casos de violencia de g¨¦nero. ¡°La UNAM acumula a?os de exigencias. El protocolo surgi¨® por una exigencia del alumnado¡±, explica la abogada Andrea Medina, que acompa?a tres denuncias internas, una por violaci¨®n, una por intento de violaci¨®n y una tercera por hostigamiento sexual. Uno de los inconvenientes, explica, fue que el mecanismo de atenci¨®n se volvi¨® una carrera de obst¨¢culos que inclu¨ªan ¡°la insistencia de las autoridades¡± para que las quejas no prosperaran. ¡°Hay una incomprensi¨®n de lo que est¨¢ pasando y las alumnas est¨¢n reaccionando a la impunidad¡±.
La paralizaci¨®n de las clases se dio en medio de las elecciones a rector, que el pasado 8 de noviembre dieron la victoria a Enrique Graue, quien ya ocupaba el cargo desde 2015. ¡°Si hay alg¨²n tipo de violencia que no podemos aceptar es el que las universitarias sean acosadas o violentadas¡±, dijo el pasado martes tras jurar. ¡°En las semanas siguientes enviar¨¦ una propuesta para crear un ¨®rgano independiente que fortalezca el respeto a la diversidad, promueva mayor seguridad para ellas y genere pol¨ªticas de equidad¡±, prometi¨®.
Uno de los puntos de su programa de trabajo, sin embargo, fue duramente criticado por los grupos feministas. ¡°Dise?ar mecanismos que eviten, en redes sociales, que en los supuestos casos de violencia de g¨¦nero se victimice inadecuadamente a personas sobre las cuales no pesa investigaci¨®n o denuncia alguna y emprender una campa?a contra la difamaci¨®n¡±, propon¨ªa el candidato. ¡°Demuestra una falta de sensibilizaci¨®n, m¨¢s que darle prioridad a eso, se tendr¨ªa que dar m¨¢s apoyo al combate de la violencia de g¨¦nero¡±, critica Brenda Medina, profesora de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras.
Otra de las cr¨ªticas que ha recibido Graue ha sido el en¨¦rgico rechazo al ataque de una biblioteca de la universidad el pasado 14 de noviembre en una de las marchas feministas por parte de un grupo de violentos. ¡°El rector se ha mostrado m¨¢s interesado en condenar la violencia de unos pocos que en combatir la violencia de g¨¦nero¡±, dice Medina. ¡°La UNAM ha buscado mantener una imagen institucional que le de renombre y por eso deslitimiza las demandas feministas, rest¨¢ndole importancia¡±.
Ella, junto a otras acad¨¦micas, se?alan que muchas profesoras apoyan las tomas ¡°sin dar la cara¡± por miedo a represalias. ¡°Denunciar es exponerte, porque al mismo tiempo tu trabajo depende de la universidad¡±.
Resistencia dentro de la universidad
El movimiento feminista ha generado tambi¨¦n resistencia en algunas facultades, como la de Ingenier¨ªa, donde las mujeres son minor¨ªa. El rechazo a las protestas alcanz¨® su m¨¢ximo auge el pasado 7 de noviembre, cuando un grupo de estudiantes de esa dependencia confront¨® con un pu?ado de mujeres con pasamonta?as que intentaron realizar pintadas en las paredes del edificio. ¡°Fuera, fuera¡±, les gritaron mientras les aventaban piedras. Pero el violento episodio no gener¨® condenas por parte de las autoridades.
¡°El car¨¢cter estructural de la violencia est¨¢ muy enraizado en toda la Universidad, est¨¢ muy normalizado¡±, apunta la acad¨¦mica Aime¨¦ Vega Montiel. ¡°Hay que voltear la mirada hacia las autoridades y exigir respuestas porque los mecanismos que han implementado no han funcionado¡±.
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