Absuelto un curandero peruano enjuiciado por ingresar a M¨¦xico con ayahuasca

El curandero Jos¨¦ Campos se pone los lentes, acomoda la c¨¢mara que permite verle en pantalla desde Pucallpa, Per¨², y antes de decir palabra levanta en brazos a un ni?o peque?o, a quien se?ala con una enorme sonrisa. Es el menor de sus tres hijos. Campos lo dej¨® de ver cuando era un beb¨¦ de cuatro meses y se ha reencontrado con ¨¦l hace unos d¨ªas, tras pasar poco m¨¢s de un a?o encarcelado en el Reclusorio Norte de Ciudad de M¨¦xico.

El m¨¦dico tradicional de la tribu shipibo-conibo, de 64 a?os, fue acusado por la Fiscal¨ªa de cometer un delito contra la salud por introducci¨®n de narc¨®ticos, luego de ser detenido en el aeropuerto de la capital mexicana con cuatro kilos de ayahuasca en su maleta. Su caso ha sido objeto del primer juicio realizado en el pa¨ªs relacionado con la bebida vegetal psicotr¨®pica originaria del Amazonas. Las audiencias comenzaron en enero de 2023 y terminaron con una sentencia absolutoria, firmada el pasado 14 de marzo por el juez Jos¨¦ Rivas Gonz¨¢lez.

El documento se?ala que Campos fue juzgado en concordancia con el convenio 169 sobre pueblos ind¨ªgenas, donde se reconoce que estos tienen derecho a conservar sus costumbres e instituciones. Las pruebas presentadas por la defensa demostraron que el acusado ¡°es un cham¨¢n o curandero en su comunidad ind¨ªgena¡± y que ¡°acostumbra a usar la ayahuasca, considerada como una medicina ancestral¡±.

Tambi¨¦n se menciona que, en la percepci¨®n de Campos, el preparado hecho de plantas sirve ¡°para llevar a cabo una curaci¨®n, lejos de perjudicar la salud¡±. El relato de su detenci¨®n deja claro que, al ser cuestionado por las autoridades de la Marina, Campos nunca neg¨® que la sustancia contenida en bolsas pl¨¢sticas era ayahuasca.

¡°Para m¨ª es muy importante ser coherente y consecuente con este hermoso trabajo, porque es un trabajo digno ayudar a otros seres humanos¡±, dijo el curandero en la misma charla en l¨ªnea que comenz¨® con la presentaci¨®n de su hijo peque?o. Campos convers¨® a la distancia con Natalia Rebollo y Jes¨²s Alonso Olamendi, dos de los abogados mexicanos que colaboraron en el equipo de la defensa y que son miembros del Ayahuasca Defense Fund, un programa de la fundaci¨®n ICEERS.

¡°Existe una confusi¨®n en las autoridades mexicanas de pensar que las plantas, estas medicinas ancestrales, son equiparables a drogas, y que las personas que volaron con estas medicinas son equiparables a narcotraficantes. Esto es sumamente grave; no honra el espacio ni el lugar que estas medicinas deben ocupar¡±, dijo durante el conversatorio el abogado Jes¨²s Alonso Olamendi.

Natalia Rebollo explic¨® que el caso de Jos¨¦ Campos result¨® victorioso gracias a la integraci¨®n de un equipo multidisciplinario, el cual aport¨® elementos de defensa desde las perspectivas legal, antropol¨®gica y cient¨ªfica. Uno de los testigos, el psic¨®logo y farmac¨®logo espa?ol Jos¨¦ Carlos Bouso, present¨® ante el juez un informe t¨¦cnico donde, a partir de varios estudios internacionales, se concluye que la ayahuasca no supone un riesgo para la salud p¨²blica.

La Fiscal¨ªa argumentaba lo contrario, ya que el preparado de ayahuasca contiene DMT, una sustancia que s¨ª se encuentra restringida en los convenios internacionales. En la sentencia, sin embargo, se reconoce que la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), el ¨®rgano internacional especializado en narc¨®ticos, no contempla ni a la ayahuasca ni a las plantas que la componen como sustancias prohibidas.

Las ceremonias de ayahuasca se han multiplicado en los ¨²ltimos diez a?os por todo M¨¦xico, atrayendo personas que buscan una sanaci¨®n f¨ªsica o psicol¨®gica y/o el desarrollo espiritual. Algunas son dirigidas por chamanes ind¨ªgenas que viajan desde Sudam¨¦rica y otras por neochamanes mestizos, pero la pr¨¢ctica no se encuentra reconocida por las autoridades sanitarias. En pa¨ªses como Per¨² o Brasil, la ayahuasca es legal y su consumo en contextos rituales est¨¢ regulado. En Per¨², se le considera un patrimonio nacional.

Los pr¨®ximos juicios

Como Jos¨¦ Campos, otras siete personas fueron detenidas en 2022 por ingresar a M¨¦xico con ayahuasca, y ahora esperan en prisi¨®n su turno para ser escuchadas en juicio. Tres de ellas tambi¨¦n son miembros de comunidades ind¨ªgenas, de Colombia, Brasil y Per¨², respectivamente. Los cuatro restantes son ciudadanos mexicanos que, de ser encontrados culpables, podr¨ªan enfrentar penas de entre 10 y 25 a?os de c¨¢rcel.

¡°Desafortunadamente, el proceso penal en M¨¦xico es largo, cansado, busca quitarle el ¨¢nimo a estas personas de luchar. Nuestra labor no solo es apoyar en la parte jur¨ªdica sino acompa?arlos en este proceso¡±, coment¨® Jes¨²s Alonso Olamendi, quien junto a Natalia Rebollo colabora en la defensa de cinco de los siete casos. De manera paralela, ambos han participado en conversaciones con legisladores para buscar una v¨ªa regulatoria ¡°y que estas cosas no vuelvan a ocurrir¡±, a?adi¨® el abogado.

La sentencia absolutoria a Don Jos¨¦ Campos los mantiene optimistas. En opini¨®n de Rebollo, no solo sienta un precedente alentador para los otros siete imputados, sino que abre la puerta para que M¨¦xico sea pionero en la regulaci¨®n de las medicinas tradicionales ind¨ªgenas que utilizan plantas psicoactivas. Por ejemplo, la que practican las comunidades mazatecas de Oaxaca con hongos psilocibes.

Para la abogada, cualquier regulaci¨®n tendr¨¢ que poner ¨¦nfasis en la responsabilidad y las buenas pr¨¢cticas terap¨¦uticas, pues ¡°si las medicinas est¨¢n en manos incorrectas, s¨ª pueden poner en riesgo la salud¡±. Tambi¨¦n se?al¨® la importancia de la reciprocidad hacia los pueblos originarios que han resguardado estos saberes durante siglos. Rebollo describi¨® el cierre del juicio a Jos¨¦ Campos como uno de los momentos m¨¢s emotivos de su carrera, pues el curandero shipibo-conibo pidi¨® permiso al juez para cantar un ¨ªcaro o canto tradicional de las ceremonias de ayahuasca.

El conversatorio organizado por el Ayahuasca Defense Fund tambi¨¦n cerr¨® con un canto de Don Jos¨¦. Pero antes, el curandero comparti¨® que su a?o en la c¨¢rcel signific¨® una reconstrucci¨®n personal profunda y dio gracias a los abogados y a la comunidad de sus pacientes y seguidores mexicanos. Los agradecimientos ¡°por la medicina¡± continuaron en su ¨ªcaro, el cual cant¨® acompa?ado por una chakapa, un instrumento tradicional hecho de hojas secas.

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