Un novio violento y un suicidio inveros¨ªmil: las ¨²ltimas horas de Agostina Jalabert
A dos meses del feminicidio, el principal sospechoso se ha esfumado y la familia de la modelo argentina ha denunciado al fiscal de Quintana Roo por negligencia. La investigaci¨®n estuvo plagada de irregularidades desde su inicio, seg¨²n entrevistas y documentos oficiales a los que ha tenido acceso EL PA?S
Las pistas, esas presencias inc¨®modas contra la versi¨®n oficial, estaban ah¨ª desde el principio. Todos los indicios del asesinato de Agostina Jalabert. Un reguero de pruebas que conduc¨ªan, cuando menos, a ¡°la duda razonable de la existencia del delito de feminicidio¡±, en la matem¨¢tica y fr¨ªa jerga de los informes policiales. Son las siete y veinticinco de la ma?ana de 18 de febrero. Playa del Carmen se despierta con la resaca de un s¨¢bado m¨¢s. La alerta acaba de llegar a la Fiscal¨ªa de Homicidios: en ...
Las pistas, esas presencias inc¨®modas contra la versi¨®n oficial, estaban ah¨ª desde el principio. Todos los indicios del asesinato de Agostina Jalabert. Un reguero de pruebas que conduc¨ªan, cuando menos, a ¡°la duda razonable de la existencia del delito de feminicidio¡±, en la matem¨¢tica y fr¨ªa jerga de los informes policiales. Son las siete y veinticinco de la ma?ana de 18 de febrero. Playa del Carmen se despierta con la resaca de un s¨¢bado m¨¢s. La alerta acaba de llegar a la Fiscal¨ªa de Homicidios: en una casa del conjunto residencial Paseo de los Olivos 2 ha aparecido el cuerpo sin vida de una mujer. Los primeros reportes hablan de suicidio. La fallecida tiene signos de tortura y agresi¨®n sexual. Su novio se encuentra en la residencia, ha pasado la noche all¨ª, estaba en la vivienda en el momento de la muerte, tiene rasgu?os en la cara y antecedentes de violencia contra ella. La polic¨ªa le deja ir.
La Fiscal¨ªa, a pesar de las evidencias, defiende durante semanas la tesis del suicidio y no investiga el suceso como un femicinidio, a pesar de que las evidencias apuntan a ello y el protocolo dicta que cualquier defunci¨®n violenta de una mujer ¡ªincluyendo ¡°muertes accidentales o suicidios¡±¡ª debe investigarse como tal para descartar asesinatos encubiertos. En M¨¦xico, parecen excusarse las autoridades, las mujeres se mueren de las formas m¨¢s inveros¨ªmiles.
El novio de la fallecida, Juan Manuel Reverter ¡ª34 a?os, argentino, con antecedentes de violencia contra ella¡ª, con el que se pas¨® el d¨ªa y la noche anteriores peleando, asegura que dorm¨ªa mientras todo ocurri¨®, que no se enter¨® de nada, a pesar de que la casa es peque?a y la puerta del ba?o donde supuestamente se suicida Jalabert permanece entreabierta. Nadie le cuestiona el relato. La polic¨ªa no le retiene. Y Reverter se esfuma sin que nadie tenga pista de su paradero. Fue la primera negligencia en una investigaci¨®n plagada de omisiones y manipulaciones ¡ªque ha conducido a que los familiares de la v¨ªctima denuncien al fiscal de Quintana Roo, ?scar Montes de Oca, y otros tres funcionarios, entre ellos Jacobo Gutu Ram¨ªrez, el polic¨ªa que llev¨® el caso¡ª, seg¨²n puede extraerse de decenas de documentos oficiales a los que ha tenido acceso en exclusiva EL PA?S. Esta es una reconstrucci¨®n del presunto feminicidio y las ¨²ltimas horas con vida de la modelo argentina Agostina Jalabert, de 30 a?os de edad, gracias a los informes consultados, las declaraciones de los testigos ¡ªcuyos nombres se han omitido por seguridad¡ª y entrevistas con los parientes de Jalabert.
Ruidos ¡°como si alguien aventara a una persona y se rompieran las cosas¡±
Las cuatro de la ma?ana del viernes 17 de febrero. Los vecinos del conjunto residencial alertan al equipo de seguridad privada porque en la vivienda de Jalabert y Reverter se escuchan fuertes gritos. Uno de los guardas se acerca a la casa, seg¨²n su testimonio ante la polic¨ªa. Les ve discutir por la ventana. Escucha que ella, desolada, le reprocha una infidelidad a ¨¦l. La joven se da cuenta de que hay alguien pendiente de la conversaci¨®n. Abre la puerta y se encuentra con el vigilante, que le pide que dejen de hacer ruido. Ella, a cambio, le ruega que llame a la polic¨ªa. Despu¨¦s se arrepiente. Dice que no avise a los agentes, que ella y su novio van a calmarse. El guardia acepta, se va. Termina su turno.
A las siete de la tarde de ese mismo viernes, la pareja de guardas vuelve a su puesto en la garita de seguridad. Todo transcurre sin incidentes hasta las doce de la noche. En el mismo grupo de WhatsApp, los vecinos vuelven a quejarse de una pelea entre la pareja, esta vez, en la piscina comunitaria. Reverter parece borracho ¡ªhoras despu¨¦s, en la declaraci¨®n ante la polic¨ªa, reconocer¨¢ que vomita antes de acostarse¡ª. Jalabert le est¨¢ acusando de nuevo de la infidelidad. Uno de los vigilantes relata en su declaraci¨®n que se est¨¢n golpeando entre ellos. Los guardias amenazan con llamar a la polic¨ªa, pero ellos aseguran que se calmar¨¢n. Se van a casa.
En contra de lo que han prometido, en la casa la pelea se recrudece. Una vecina que testifica ante la polic¨ªa declara que empez¨® a escuchar impactos cada vez m¨¢s fuertes, ¡°como si alguien aventara a una persona y se rompieran las cosas¡±. Jalabert y Reverter, seg¨²n este testimonio, acostumbraban a celebrar fiestas en su residencia y traer invitados, as¨ª que sus vecinos asumen que es otra de sus celebraciones. ¡°Por momentos dej¨¢bamos de escuchar los golpes y por momentos se volv¨ªan a escuchar. En ning¨²n momento escuchamos gritos¡±, contin¨²a la testigo, que asegura que pens¨® que los golpes eran ¡°entre dos hombres, ya que cuando se escuchaban eran fuertes¡±. Despu¨¦s, se van a dormir y ya no oyen nada m¨¢s.
Antecedentes de violencia
Jalabert y Reverter se conoc¨ªan desde hac¨ªa muchos a?os. Ambos eran de pueblos vecinos, al sur de Buenos Aires: ella, de Carmen de Patagones, ¨¦l, de Viedma. Empiezan a salir juntos en mayo de 2020, durante los primeros embates de la pandemia de coronavirus. Unos meses despu¨¦s, la relaci¨®n termina. Juan se va a trabajar un tiempo a Estados Unidos. Los dos vuelven a verse, pero a finales de enero de 2021 tienen una pela descomunal: ella descubre la primera infidelidad de Reverter. ¡°En esa discusi¨®n, Juan [Reverter] agrede a mi hermana f¨ªsicamente empuj¨¢ndola, provocando que se cayera por las escaleras¡±, testifica Candela Jalabert, 21 a?os, hermana de Agostina, en una declaraci¨®n del 27 de marzo ante la Fiscal¨ªa de Feminicidio.
Despu¨¦s de ser agredida por Reverter, Agostina se encuentra ¡°llorando, angustiada, decepcionada¡±. Decide irse a M¨¦xico, cambiar de aires, probar suerte. En el Caribe mexicano se hace modelo e influencer en redes sociales, se gana la vida promocionando eventos y con alguna ayuda econ¨®mica de sus padres. Candela aprovecha unas vacaciones en la universidad y viaja a Playa del Carmen el 17 de diciembre de 2022 para pasar unas semanas con su hermana. All¨ª, Agostina le dice que ha retomado el contacto con Reverter.
El hombre va a quedarse unos d¨ªas con ellas en la casa, le cuenta Agostina a su hermana. ¡°Me cont¨® que cuando vivi¨® con Juan se percat¨® de que ¨¦l consum¨ªa coca¨ªna, y que cuando lo hac¨ªa cambiaba de personalidad, que tomaba alcohol y que a mitad de la noche se despertaba y Juan estaba sobre ella penetr¨¢ndola, que ella se levantaba y discut¨ªan porque no le gustaba eso¡±, contin¨²a la declaraci¨®n de Candela.
Los primeros d¨ªas con Reverter en la casa no hay atisbo de discusiones. Sin embargo, Candela nota que Agustina ya no ve a sus amigos. Pasa todo su tiempo con ¨¦l. Los tres van de fiesta juntos varias veces sin incidentes. La noche en que Agostina es presuntamente asesinada, Candela sale a despedirse de unos amigos, ya que despu¨¦s de ese fin de semana regresa a Argentina. Vuelve a casa despu¨¦s de las seis de la ma?ana. En la puerta, los guardas de seguridad le informan de las peleas que ha habido durante la noche entre su hermana y Reverter. Ella intenta entrar en la residencia, pero la puerta est¨¢ trabada desde dentro por primera vez. Llama durante 15 minutos, lo intenta por tel¨¦fono. Escucha el ring sonando en el interior de la vivienda y alguien que interrumpe la llamada varias veces. Finalmente, Reverter abre la puerta. Dice que acaba de despertarse, pero est¨¢ vestido con camisa y jeans.
Candela le pregunta por su hermana, ¨¦l dice que no sabe d¨®nde est¨¢. La mujer encuentra el cuerpo, asfixiado con un cintur¨®n atado al toallero del lavabo. Una joven de 1,66 metros ahorcada a un metro de altura. Es decir: sus pies tocan el suelo. ¡°Nunca vi que una persona se suicide por ahorcadura teniendo apoyo en el piso¡±, dir¨¢ semanas despu¨¦s un forense que analiza el caso. Otro an¨¢lisis independiente revela que el toallero no puede soportar un peso mayor a cinco kilos. Si la joven se hubiera colgado de ¨¦l, se habr¨ªa descolgado de la pared.
Candela y Reverter mueven el cuerpo de Agostina al sal¨®n. Tratan de reanimarla, pero ya es demasiado tarde. Llega la polic¨ªa y los param¨¦dicos, que certifican la defunci¨®n. Los agentes nunca llegan a ver el cuerpo de Agostina ahorcado, pero aun as¨ª aceptan la versi¨®n del suicidio que esboza Reverter.
Declaraciones manipuladas
El agente Jacobo Gutu Ram¨ªrez toma declaraci¨®n a los dos. Semanas m¨¢s tarde, ante la Fiscal¨ªa de Feminicidios, Candela afirma que Gutu Ram¨ªrez manipula y falsifica su testimonio. Candela llama a un amigo buscando apoyo, que acude a la casa y tambi¨¦n testifica ante la polic¨ªa. Declara que Reverter presenta ¡°rasgu?os, se ve¨ªa su tabique golpeado, y cuando me dio la mano le vi las mismas golpeadas¡±. Despu¨¦s de testificar, permiten a Candela y Reverter volver a la vivienda a recoger sus cosas. Candela hace su maleta. Reverter, a pesar de que en teor¨ªa acaba de despertarse, ya la tiene lista.
En una breve declaraci¨®n ante Gutu Ram¨ªrez, Reverter trata de presentar a Agostina como una mujer con problemas psicol¨®gicos. El testimonio es escueto y el agente no le cuestiona el relato. Candela se?ala que falta dinero en la casa. Unos d¨ªas despu¨¦s, Reverter le manda un mensaje en el que dice que puede contar con ¨¦l. Son las ¨²ltimas noticias que se tienen del presunto feminicida. Durante las siguientes semanas, la Fiscal¨ªa trata el caso como un suicidio a pesar de las m¨²ltiples evidencias que apuntan al asesinato y las recomendaciones de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos. A principios de marzo, un an¨¢lisis independiente de la autopsia de la modelo, encargado por la familia a un forense argentino, sostiene que el cad¨¢ver de la joven presenta signos de tortura y agresi¨®n sexual. En ese momento, el Ministerio P¨²blico todav¨ªa se agarra a la hip¨®tesis del suicidio.
El suceso acaba siendo recalificado como feminicidio y ahora es investigado por la Fiscal¨ªa especializada en estos cr¨ªmenes. Los familiares de la v¨ªctima se?alan que, desde entonces, la investigaci¨®n ha tomado un nuevo impulso. Preguntados por este diario, al cierre de este art¨ªculo, la Fiscal¨ªa General del Estado de Quintana Roo no ha hecho declaraciones sobre el caso ni las cuatro denuncias en su contra.
El caso no es, ni mucho menos, ¨²nico. La historia reciente de M¨¦xico, donde 10 mujeres son asesinadas al d¨ªa, est¨¢ plagada de feminicidios que trataron de hacerse pasar por suicidios o accidentes, investigaciones menos costosas, causas que permiten cerrar antes el expediente. Esta semana se cumpli¨® un a?o del asesinato de Debanhi Escobar, de 18 a?os. La Fiscal¨ªa de Nuevo Le¨®n trat¨® durante semanas de hacer creer que la joven se hab¨ªa ca¨ªdo a una cisterna y hab¨ªa fallecido de una contusi¨®n craneal. Tambi¨¦n Lesvy Berl¨ªn Osorio: el Ministerio P¨²blico defendi¨® durante meses la hip¨®tesis de que se hab¨ªa ahorcado en una cabina de tel¨¦fono delante de su novio, que finalmente fue declarado culpable por su homicidio. Abigail Hay, Luz Raquel Padilla, Mariana Lima Buend¨ªa. La lista es sangrante e interminable.
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