Un acuario tomado por la naturaleza: as¨ª ser¨¢ el Centro de Investigaci¨®n del Mar de Cort¨¦s proyectado por Tatiana Bilbao en Mazatl¨¢n
La arquitecta concibi¨® el edificio como una ¡°ruina¡± invadida por la vegetaci¨®n. El proyecto busca crear un ¡°espacio mediador¡± con el ecosistema, uno de los m¨¢s diversos del mundo
La arquitecta Tatiana Bilbao recurre a la ciencia ficci¨®n para explicar el proyecto que dise?¨® para el nuevo acuario de Mazatl¨¢n, en la costa de Sinaloa: ¡°Nos imaginamos que en el a?o 2020 se hab¨ªa construido un edificio; que en el 2100 hab¨ªa sido sumergido por el aumento de los niveles del mar; que en el 2300, cuando el agua ya hab¨ªa descendido, nos invitaban a ver lo que exist¨ªa en ese espacio¡±. Lo que ella y su equipo encontraban ¨Csiempre dentro de esa ficci¨®n¨C eran una serie de muros que configuran una estructura ortogonal. ¡°Nos imaginamos este edificio como una ruina que ocup¨® la naturaleza¡±, se?ala Bilbao. Son 13.000 metros cuadrados construidos a orillas del Mar de Cort¨¦s, uno de los ecosistemas m¨¢s diversos del planeta. Son, sobre todo, paredes de concreto y tanques de agua en donde ha empezado a brotar la vegetaci¨®n.
El proyecto inici¨® hace cinco a?os como parte de un desarrollo mayor. El empresario hotelero Ernesto Coppel hab¨ªa impulsado en el malec¨®n de Mazatl¨¢n la creaci¨®n de un parque urbano de m¨¢s de 50 hect¨¢reas que contaba con dos infraestructuras principales: un museo y un acuario que reemplazara el anterior, de 1980. Bilbao, una de las arquitectas mexicanas m¨¢s internacionales de su pa¨ªs, con trabajos en Am¨¦rica, Asia y Europa, los estaba asesorando para consolidar el parque como espacio p¨²blico. A los desarrolladores no les convenc¨ªa el proyecto que otro arquitecto hab¨ªa definido para recibir la fauna marina y convocaron a Bilbao para hacer ¡°un acuario que parezca un acuario¡±.
A la arquitecta, la propuesta le produjo ansiedad. ¡°El acuario siempre me hab¨ªa parecido un programa muy violento¡±, cuenta Bilbao (Ciudad de M¨¦xico, 50 a?os) a EL PA?S. ¡°Para m¨ª, es la expresi¨®n de que los seres humanos nos creemos los controladores del universo. Traemos a nosotros un mundo en el que la mayor¨ªa no podemos penetrar. Normalmente son lugares muy fant¨¢sticos, con iluminaciones que tratan de emular espacios marinos, pero que, en realidad, a m¨ª nunca me han acercado a ese mundo, incluso me han alejado¡±, contin¨²a. Bilbao, que ha construido torres, capillas o parques bot¨¢nicos y que ha sido reconocida con galardones como el Premio Global de Arquitectura Sostenible o el Architizer Impact Award, no se imaginaba c¨®mo hacer un edificio para ese fin.
Por eso acudi¨® a la fantas¨ªa. El resultado es una serie de muros de hormig¨®n dispuestos ¡°sin l¨®gica¡± ¨Cporque, siguiendo con la ficci¨®n, no se sabe qu¨¦ funci¨®n tuvo el edificio antes de quedar hundido¨C. Desde la calle, el visitante ascender¨¢ al Gran Acuario Mazatl¨¢n Mar de Cort¨¦s por una de las dos escaleras exteriores y llegar¨¢ al techo, que estar¨¢ ¡°invadido por vegetaci¨®n¡±. All¨ª tendr¨¢ acceso al patio central, desde donde podr¨¢ moverse por todas las zonas del acuario: una dedicada a las especies de aguas profundas, otra a las de las costas y otras a las de las tierras y los bosques.
En el ¨¢rea que albergar¨¢ a las especies de aguas profundas, por ejemplo, los espacios estar¨¢n cerrados de forma herm¨¦tica. Pero habr¨¢ zonas que quedar¨¢n a la intemperie, expuestas al clima natural. ¡°Estar¨¢s viendo a las mantarrayas y entrar¨¢ el rayo de sol o llover¨¢; estar¨¢n colgando las plantas desde el techo; seguramente habr¨¢ insectos de todo tipo¡±, cuenta Bilbao. Ser¨¢, dice, ¡°casi como si estuvieras en el exterior¡±. Aunque aclara: ¡°No es una r¨¦plica del exterior, es un medio para poder relacionarnos de otra forma con esas especies. La idea es generar un espacio mediador¡±.
A los pies del ¡°acuario del mundo¡±
La construcci¨®n est¨¢ implantada a pasos del Mar de Cort¨¦s, una regi¨®n con alto valor biol¨®gico que fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2005. El ocean¨®grafo Jacques Cousteau lo llam¨® el ¡°acuario del mundo¡± por la enorme diversidad de ecosistemas marinos y terrestres que re¨²ne. En este golfo, que entra por el oc¨¦ano Pac¨ªfico y ba?a las costas de las Baja California, Sonora y Sinaloa, en el noroeste de M¨¦xico, pueden encontrarse m¨¢s de 700 especies de peces, tortugas marinas, ballenas, y animales en peligro de extinci¨®n, como la vaquita marina, adem¨¢s, de cientos de especies de aves, reptiles, insectos y flora diversa.
El nuevo acuario, seg¨²n Bilbao, pretende ser ¡°la instituci¨®n de referencia¡± para la protecci¨®n de esos ecosistemas y, en ese sentido, ser¨¢ m¨¢s que un espacio de exposici¨®n. La conservaci¨®n y la divulgaci¨®n son ejes centrales del proyecto. All¨ª funcionar¨¢ el Centro de Investigaciones Oce¨¢nicas, creado recientemente. ¡°El acuario tiene un compromiso con su ecosistema antes que nada¡±, cuenta la arquitecta. Para ello, el equipo recibi¨® asesoramiento de expertos que idearon el Acuario de Vancouver, en Canad¨¢, y que forman parte de la organizaci¨®n sin fines de lucro Ocean Wise, entre otros especialistas.
Todo configura un espacio monumental ¨Csolo la maqueta, hecha de hormig¨®n, pesa media tonelada¨C. Son 13.000 metros cuadrados construidos y casi cinco millones de litros de agua en tanques de exhibici¨®n. Bilbao visit¨® la obra recientemente, cuando las especies empezaban a llegar para adaptarse al espacio: ¡°El edificio no es de esta dimensi¨®n, es de otro mundo¡±, dice. La arquitecta muestra en su m¨®vil los dibujos que una artista est¨¢ ¡°tatuando¡± en las paredes; ense?a, por ejemplo, una ballena tallada con esmeril a escala y, a un costado, al humano ¨ªnfimo que permite entender el tama?o del muro.
Las obras est¨¢n terminadas desde hace un a?o y este tiempo ha servido para que la flora y la fauna se adapten al ambiente y el espacio, a su vez, se adec¨²e a las necesidades de las especies. Seg¨²n las autoridades, el nuevo acuario abrir¨¢ al p¨²blico en las pr¨®ximas semanas. Probablemente, el 29 de abril. La obra ha sido desarrollada con financiamiento p¨²blico y privado. La inversi¨®n total ha sido de 1.800 millones de pesos, seg¨²n datos oficiales. La parte privada de la inversi¨®n est¨¢ encabezada por el empresario sinaloense Ernesto Coppel, primo del exgobernador del Estado Quirino Ordaz, actual embajador de M¨¦xico en Espa?a.
A¨²n queda pendiente resolver c¨®mo ser¨¢ el encaje del antiguo acuario con el nuevo, que se encuentran en los mismos terrenos. ¡°En un principio se ten¨ªa la ambici¨®n de integrarlo, pero eso todav¨ªa no se ha podido gestionar por temas administrativos¡±, afirma Bilbao. La instituci¨®n antigua llegaba a recibir 4.000 personas al d¨ªa en temporada alta y ten¨ªa especies, como ping¨¹inos, que no entran en el concepto del nuevo proyecto. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ tendr¨ªamos que tener ping¨¹inos aqu¨ª, a 45 grados cent¨ªgrados en verano¡±, se?ala la arquitecta. En los tanques vivir¨¢n solo especies del Mar de Cort¨¦s, como mantarrayas, caballitos de mar o tiburones, y no habr¨¢, por ejemplo, ballenas ni lobos marinos.
La arquitecta ha intentado configurar as¨ª un acuario del siglo XXI: ¡°Un espacio en donde podamos tener contacto directo con la naturaleza de forma integral. No espec¨ªficamente curada, dise?ada, encerrada¡±. Es consciente del impacto de construir con concreto aunque advierte tambi¨¦n de que ¡°lo ¨²nico sostenible ser¨ªa no hacer nada¡±. ¡°Y eso se vuelve insostenible para la econom¨ªa local y no aporta a la posibilidad de generar una relaci¨®n m¨¢s sostenible con el entorno¡±, aclara. Despu¨¦s agrega: ¡°El planeta est¨¢ implosionando para corrernos. Este edificio puede ayudar a entender c¨®mo generar un futuro que permita nuestra existencia en ¨¦l. Cuando se abra veremos si esta es la respuesta¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.