Diana Flores, campeona de tocho bandera: ¡°Que otras ni?as me vean y digan que quieren jugar en la NFL es mi gran victoria¡±

Diana Flores (Ciudad de M¨¦xico, 25 a?os) protagoniz¨® el anuncio del medio tiempo de la Super Bowl y de pronto la conocieron 100 millones de personas. En la grabaci¨®n, la deportista mexicana aparece corriendo, saltando de un tejado, driblando y esquivando los estorbos. Ese comercial, creado por la NFL (la Liga Nacional de F¨²tbol Americano) y que la revel¨® como una de las mejores jugadoras de flag football del mundo, parece un barrido a c¨¢mara r¨¢pida de lo que ha sido su carrera, un salto continuo de obst¨¢culos, desde que hace 17 a?os decidi¨® que iba a dedicar su vida a este deporte inesperado.

Ten¨ªa ocho a?os y med¨ªa poco m¨¢s de un metro cuando empez¨® a jugar lo que en M¨¦xico se conoce como tocho bandera. En esta modalidad del f¨²tbol americano est¨¢ prohibido el contacto f¨ªsico, como los placajes o los choques, que se sustituyen por quitarle al contrincante las cintas que lleva amarradas a la cintura. Pero el objetivo es el mismo: llevar el bal¨®n a la l¨ªnea rival. Flores lo vio por primera vez en un parque cuando jugaba con su padre y quiso entrar a formar parte de esa intensidad. ¡°Yo ven¨ªa de practicar ballet, gimnasia, jazz y me impact¨® ver toda esta adrenalina dentro del campo¡±, relata a EL PA?S.

En 2006 apenas hab¨ªa categor¨ªas para jugar tochito, por lo que Flores entr¨® en un equipo con j¨®venes que le doblaban la edad. Ese primer obst¨¢culo, ya de inicio, lo marc¨® todo. Acompa?ada de sus padres, Flores llegaba 30 minutos antes de que empezara el entrenamiento y se iba la ¨²ltima. El entrenador mandaba dar cuatro vueltas al campo y lo que sus compa?eras resolv¨ªan en cinco minutos, a ella, chiquitita pero incansable, le costaba 20. ¡°Ellas ya estaban en otra actividad pero yo segu¨ªa corriendo, hasta que terminaba¡±, recuerda con ternura.

El equipo femenil de ?guilas Blancas, del Instituto Polit¨¦cnico Nacional, comandado por Julio Oca?a, ten¨ªa una tarea antes de cada sesi¨®n: quitar las piedras para poder entrenar. ¡°El club en el que empec¨¦ ten¨ªa un estadio enorme: con pasto natural, gradas e iluminaci¨®n. Bueno, ah¨ª yo no empec¨¦ a jugar. Yo empec¨¦ a jugar en el campo de atr¨¢s, lleno de tierra y lleno de piedras, porque no nos permit¨ªan pisar a nosotras el campo, no pod¨ªamos ni siquiera correr en la pista alrededor, porque dec¨ªan que distra¨ªamos a los ni?os¡±, se?ala. ¡°Dec¨ªan que nosotras solo ¨ªbamos a divertirnos y el deporte en serio era de ellos. As¨ª que nosotras llev¨¢bamos una bolsa de basura y los primeros 15 minutos limpi¨¢bamos el lugar¡±.

Segundo obst¨¢culo superado.

Diana Flores cuenta que tard¨® dos meses en marcar su primer punto de flag football. Ella solo sal¨ªa en los puntos extras que consegu¨ªa su equipo y recuerda que recibi¨® el bal¨®n y se ech¨® a correr, segu¨ªa en sprint cuando se pas¨® la l¨ªnea de anotaci¨®n y sus compa?eras saltaron al campo a celebrarlo. A los 10 a?os se convirti¨® en la quaterback del equipo, la posici¨®n clave para distribuir el juego, a los 12 fue la MVP ¡ªla jugadora con m¨¢s puntos marcados¡ª en un torneo en Canad¨¢ donde jugaba contra universitarias, a los 13 entr¨® en la categor¨ªa llamada mayor, la m¨¢s alta de M¨¦xico, y a los 14 empez¨® a jugar con ni?os en Ciudad de M¨¦xico.

El flag football es ahora un deporte habitual para los equipos mixtos, a diferencia de otros como el baloncesto o el f¨²tbol. No lo era tanto cuando le toc¨® a Diana. Entonces hab¨ªa una regla que permit¨ªa a los equipos incluir a un jugador extra si incorporaban a una ni?a a su plantilla, para ¡°suplir¡±. ¡°Varios equipos hac¨ªan eso: met¨ªan a una ni?a que estaba dentro del equipo, pero no jugaba, estaba en la banca, y a cambio ten¨ªan un ni?o m¨¢s. Entonces al principio era algo as¨ª conmigo. Me met¨ªan al campo, pero al momento de la jugada me sacaban. Fue un proceso de demostrar, con disciplina, con determinaci¨®n, con trabajo, que merec¨ªa estar ah¨ª, o sea que era lo suficientemente buena para estar ah¨ª¡±, dice.

De la desconfianza pas¨® al enfado de sus compa?eros: ¡°?C¨®mo va a entrar ella en mi lugar?¡±. Describe entrenamientos rudos con golpes y rodillas ensangrentadas, ¡°quer¨ªan tronarte, doblarte, para decir yo soy m¨¢s fuerte, yo soy mejor¡±. ¡°Pero yo quer¨ªa demostrarles que s¨ª pod¨ªa: me vas a tirar, pues bueno, t¨ªrame 10 veces porque las 10 veces voy a regresar¡±. Inquebrantable, como pel¨ªcula de Hollywood, Diana Flores consigui¨® un hueco entre ellos, hasta que sus compa?eros la defend¨ªan de los comentarios sexistas de los otros equipos: ?c¨®mo te va a quitar la cinta la ni?a? ?C¨®mo te va a ganar corriendo la ni?a? ?C¨®mo te va a anotar la ni?a? Y la ni?a segu¨ªa y segu¨ªa.

¡°Fui la primera latina en jugar el Nacional de NFL de flag football en Estados Unidos con una selecci¨®n de Pensilvania, con 15 a?os. De ah¨ª segu¨ª jugando en la sub-18 juvenil de hombre. Era la ¨²nica mujer¡±, describe, lejos del victimismo: ¡°Todo eran experiencias bastante lindas que justamente me ayudaron a retarme todo el tiempo, a salir de mis l¨ªmites y ayud¨® a que cuando yo regres¨¦ a M¨¦xico a los 16, entr¨¦ en la selecci¨®n mexicana¡±. Desde entonces ha disputado cinco competencias; en la ¨²ltima, en junio de 2022, contra la entonces campeona de Estados Unidos consigui¨® llevar al equipo a la medalla de oro. En ese ¨²ltimo partido complet¨® 20 de 28 intentos de pase para 210 yardas y cuatro touchdowns.

Con un estilo de juego explosivo y creativo, r¨¢pida, ¨¢gil, Diana hace movimientos impredecibles. Un video de 15 segundos, grabado en un partido con su actual equipo Borregos, del Tecnol¨®gico de Monterrey, la muestra girando con el bal¨®n mientras se inclina y sus piernas cortan. Las im¨¢genes se volvieron virales pregunt¨¢ndose qui¨¦n era esa muchacha talentosa que esquivaba adversarios sin despeinarse.

Lleg¨® el anuncio de la Super Bowl y todo se precipit¨®. Despu¨¦s del espect¨¢culo de Rihanna y su embarazo apareci¨® durante dos minutos el talento de Diana. El mensaje final dec¨ªa: ¡°No podemos esperar a d¨®nde van a impulsar el f¨²tbol las mujeres¡±. En febrero la ficharon como coordinadora ofensiva para el Pro Bowl, el partido de las estrellas de la NFL, que este a?o se jug¨® en formato flag football. Al lado de la leyenda del f¨²tbol americano Peyton Manning como entrenador, Flores dio indicaciones a los mejores jugadores de la liga nacional. ¡°Cuando tuvimos la primera junta con los jugadores, quise presentarme¡±, cuenta.

¡°Hola, mucho gusto. Soy Diana Flores, yo los conozco a ustedes, s¨¦ que ustedes no me conocen a m¨ª. Todav¨ªa. Tengo 17 a?os de experiencia en este deporte, nueve representando al pa¨ªs, tengo tres medallas, una de bronce, una de plata y una de oro, soy considerada una de las mejores jugadoras del mundo de flag football. Yo s¨¦ que ustedes son lo mejor en su deporte, yo soy la mejor en el m¨ªo¡±, dice que dijo de carrerrilla. ¡°Hay veces, donde tienes que levantar la voz y tomar lo que es tuyo. Es algo que tenemos que ense?ar a las ni?as¡±. Despu¨¦s del discurso y los entrenamientos escuch¨® a los mejores jugadores de la liga llamarla: ¡°Hey, coach D¡±.

En su barrio, en el Casco de Santo Tom¨¢s, la paran y la abrazan los vecinos que la ve¨ªan desde ni?a a las ocho de la noche lanzando en la calle con su padre, que la vieron salir cargada de mochilas a las cinco de la ma?ana para ir a la universidad, donde consigui¨® la primera beca para una mujer que juega tocho bandera. ¡°Que me digan ¡®qu¨¦ padre que est¨¢s ah¨ª, nos representas, me llena de orgullo, no tiene comparaci¨®n¡±, dice, ahora que entrena cuatro horas cada d¨ªa. La representaci¨®n se ha convertido en una de las grandes inspiraciones y responsabilidades de la joven: ¡°Para m¨ª escuchar yo quiero ser como Diana Flores y estar en la NFL, para m¨ª es una de las victorias m¨¢s grandes de mi vida, simplemente sembrar eso. A m¨ª me hubiera gustado tener ese referente cuando era ni?a, entonces me llena de ilusi¨®n pensar en hasta donde van a llegar, las ni?as y mujeres en un futuro, sabiendo que pueden so?ar en grande y que esto es una realidad a la que puedan aspirar¡±.

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