Mitos y verdades sobre el nacimiento de un nuevo volc¨¢n en Ciudad de M¨¦xico
Hugo Delgado Granados, investigador y especialista en vulcanolog¨ªa de la UNAM, despeja las principales inquietudes sobre la supuesta formaci¨®n de un volc¨¢n al sur de la capital
El suelo de Ciudad de M¨¦xico funciona como un recordatorio permanente de que habitamos un planeta geol¨®gicamente activo. Fundada sobre la cuenca de un antiguo lago, donde el piso blando multiplica las sacudidas de los terremotos que se generan en la costa del Pac¨ªfico como en ning¨²n otro lugar del mundo, la capital tambi¨¦n coincide con el Eje Neovolc¨¢nico, una franja que atraviesa el pa¨ªs del Pac¨ªfico al Golfo y concentra la mayor¨ªa de volcanes activos y las monta?as m¨¢s altas del territorio nacional. De ah¨ª que, la semana pasada, la noticia de que un grupo de expertos de la UNAM preve¨ªan la formaci¨®n de un nuevo volc¨¢n al sur de Ciudad de M¨¦xico inundara las redes sociales con reacciones de todo tipo. Entre memes y distintas versiones sobre d¨®nde y cu¨¢ndo surgir¨¢ el nuevo volc¨¢n, la Universidad lanz¨® un comunicado para tratar de frenar la vor¨¢gine especulativa al respecto.
¡°Es un hecho que alg¨²n d¨ªa nacer¨¢ un nuevo volc¨¢n en el sur de la Ciudad de M¨¦xico, pero depende de c¨®mo lo digamos si generamos incertidumbre, miedo, o bien, tranquilidad¡±, explica a EL PA?S Hugo Delgado Granados, Investigador del Departamento de Vulcanolog¨ªa del Instituto de Geof¨ªsica de la UNAM. Junto a otros colegas, Delgado ha dedicado buena parte de su quehacer cient¨ªfico a estudiar el Campo Volc¨¢nico Chichinautzin, una regi¨®n ubicada al extremo sur de la capital donde las condiciones tect¨®nicas han favorecido el surgimiento de al menos 220 volcanes monogen¨¦ticos, una clase de volcanes de menor altura que nacen y hacen erupci¨®n una sola vez antes de apagarse definitivamente.
¡°Por un lado, tenemos volcanes centrales bien ubicados como el Popocat¨¦petl o el Pico de Orizaba, pero por el otro hay regiones amplias conocidas como campos volc¨¢nicos monogen¨¦ticos activos, que han tenido erupciones en los ¨²ltimos 10.000 a?os¡±, explica. ¡°En el sur de la Ciudad hay un campo volc¨¢nico monogen¨¦tico que conocemos como Chichinautzin. Si vemos im¨¢genes de sat¨¦lite notaremos que en esta zona hay muchos volcanes peque?os y el origen de cada uno de ellos respondi¨® a eventos independientes de ascenso de magma que los form¨®¡±, asegura el experto.
?D¨®nde podr¨ªa nacer el nuevo volc¨¢n?
A diferencia de los grandes volcanes con sistemas de conductos y cr¨¢teres bien definidos, el suelo que forma el Campo Volc¨¢nico Chichinautzin hace de toda el ¨¢rea un aut¨¦ntico campo minado: en su camino hacia la superficie, los magmas y gases se abren paso a trav¨¦s de las fallas y fracturas de la zona, encontrando nuevos conductos con cada evento eruptivo. Como las zonas de fallas suelen estar cubiertas de cenizas o restos de lava que las hacen imposibles de identificar a simple vista, uno de los grandes retos de los expertos est¨¢ en predecir el lugar en el que podr¨ªa nacer el siguiente volc¨¢n. ¡°En los campos volc¨¢nicos monogen¨¦ticos como Chichinautzin tenemos las tres preguntas: d¨®nde, c¨®mo y cu¨¢ndo [surgir¨¢ un nuevo volc¨¢n], porque en los grandes volcanes el d¨®nde ya lo sabemos¡±, explica Delgado.
El ¨¢rea, que atraviesa zonas densamente pobladas en Ciudad de M¨¦xico, Morelos y el Estado de M¨¦xico, se extiende desde el extremo sur de la capital, en el l¨ªmite de las alcald¨ªas Xochimilco, Tlalpan y Milpa Alta, hasta el Valle de Cuernavaca, en Morelos. De este a oeste, abarca desde los pies del Popocat¨¦petl hasta la periferia de Toluca. La referencia geogr¨¢fica clave para entender el alcance del Campo Volc¨¢nico respecto a Ciudad de M¨¦xico es el Xitle, el ¨²ltimo volc¨¢n que naci¨® en Chichinautzin hace aproximadamente 2.000 a?os. Su erupci¨®n, el antecedente m¨¢s directo en el estudio de la actividad del Campo Volc¨¢nico, provoc¨® flujos de lava que se extendieron por m¨¢s de 300 kil¨®metros cuadrados que sepultaron la antigua ciudad prehisp¨¢nica de Cuicuilco, el centro urbano m¨¢s importante del Valle de M¨¦xico en la ¨¦poca.
En 2008, Delgado propuso un nuevo m¨¦todo para tratar de pronosticar las zonas de fallas donde podr¨ªa nacer el pr¨®ximo volc¨¢n. A partir de la medici¨®n del di¨®xido de carbono presente en el subsuelo, un indicador de las fallas m¨¢s activas de la regi¨®n, el especialista pretende estimar las zonas que ¡°podr¨ªan ser utilizadas por los magmas ascendentes como camino para llegar a la superficie¡± y por lo tanto, los lugares m¨¢s propensos a alojar la pr¨®xima erupci¨®n. A pesar de la dificultad para pronosticar el sitio, Delgado es enf¨¢tico en que ¨²nicamente el extremo sur de la capital forma parte del Campo Volc¨¢nico y por lo tanto, no existen las condiciones para que un volc¨¢n nazca en el resto de la Ciudad: ¡°Si bien en el centro del Valle de M¨¦xico hay sismos, es pr¨¢cticamente imposible que surja un volc¨¢n. ?Podr¨ªa surgir uno en el Z¨®calo? No, porque los antecedentes geol¨®gicos que permiten el ascenso de magma y favorecen la creaci¨®n de nuevos volcanes no existen en la zona central del Valle de M¨¦xico. Las condiciones existen hacia el sur del Xitle¡±, afirma el especialista.
?Cu¨¢ndo podr¨ªa surgir el nuevo volc¨¢n?
A partir del nacimiento y la erupci¨®n del Xitle, Delgado y sus colegas han tratado de estimar un periodo de reposo para el Campo Volc¨¢nico, es decir, el lapso entre el final de una erupci¨®n y el inicio de la siguiente. En 1988, el vulcan¨®logo analiz¨® la informaci¨®n hist¨®rica del Popocat¨¦petl, uno de los volcanes mejor monitoreados del planeta, para pronosticar el momento en que volver¨ªa a despertar de su largo sue?o. Delgado estim¨® que el periodo de reposo del volc¨¢n era de aproximadamente 70 a?os y, por lo tanto, la actividad explosiva deber¨ªa reanudarse cerca de 1997. El pron¨®stico no fall¨®. En diciembre de 1994, el Popo comenz¨® una nueva fase eruptiva, provocando la primera evacuaci¨®n de los pueblos aleda?os en la era moderna.
¡°Los c¨¢lculos no estuvieron mal, pero hab¨ªa mucha y muy buena informaci¨®n al respecto¡±, explica para contrastar la situaci¨®n con la del Campo Volc¨¢nico Chichinautzin, cuya ¨²ltima erupci¨®n, la del Xitle, arroja informaci¨®n a cuentagotas que dificulta predecir cu¨¢ndo brotar¨¢ un nuevo volc¨¢n de la tierra. ¡°Lo que nosotros necesitamos es conocer la edad en la que ocurri¨® cada una de las erupciones de los casi 300 volcanes que hay en el sur de la Ciudad. Sabemos la edad de varios de ellos, pero la informaci¨®n resulta todav¨ªa muy escasa¡±. Con los datos disponibles hasta ahora, el consenso cient¨ªfico estima que el nacimiento de un nuevo volc¨¢n en Chichinautzin oscila entre 800 y 1.200 a?os, un rango que se eleva hasta los 1.500 a?os si se utiliza otro conjunto de datos. Tomando en cuenta que la erupci¨®n del Xitle sucedi¨® entre 1.700 y 2.000 a?os atr¨¢s, Delgado concluye que es necesaria m¨¢s informaci¨®n para arrojar un pron¨®stico m¨¢s preciso.
Una serie de avisos
Sin embargo, si en este momento comenzara a surgir un nuevo volc¨¢n monogen¨¦tico, las se?ales previas a su aparici¨®n no pasar¨ªan desapercibidas. Las primeras manifestaciones, los sismos ligeros y cada vez m¨¢s frecuentes, ser¨ªan detectadas por las estaciones del Servicio Sismol¨®gico Nacional. Los ge¨®logos mexicanos conocen los pormenores del nacimiento de un volc¨¢n de primera mano. En 1943, el Estado de Michoac¨¢n fue testigo del nacimiento del Paricut¨ªn, un volc¨¢n monogen¨¦tico que surgi¨® en el Campo Volc¨¢nico Michoac¨¢n - Guanajuato, cuyos flujos de lava, lentos pero implacables, sepultaron a los pueblos de Paricut¨ªn y San Juan Parangaricutiro. ¡°Estos fen¨®menos [el nacimiento de volcanes] presentan eventos premonitorios, es decir, sismos y emisiones de gases que nos permiten identificar que un nuevo cuerpo de magma est¨¢ queriendo ascender¡±, asegura el experto. ¡°La historia de la erupci¨®n del Paricut¨ªn fue muy bien documentada y al menos un a?o antes comenzaron los sismos en la regi¨®n. Conforme fue avanzando el tiempo, la frecuencia y la recurrencia de los sismos aument¨® de manera gradual hasta que se hicieron muy evidentes, todo antes de que comenzara la erupci¨®n¡±.
Antes de concluir, el investigador hace un nuevo llamado a la calma. ¡°Ahora hay gente alarmada de que les surja de la noche a la ma?ana un volc¨¢n, y eso no es posible¡±, asegura tras disipar las dudas y antes de enumerar las certezas cient¨ªficas: ¡°Por el momento, no tenemos ninguna evidencia de que est¨¦ sucediendo. Lo que sabemos es que en el sur de la Ciudad hay un campo volc¨¢nico monogen¨¦tico activo y que existe la probabilidad de que en el futuro, que no sabemos cuando, pueda generarse un nuevo volc¨¢n¡±, finaliza.
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