?Por qu¨¦ cada vez m¨¢s osos negros bajan de las monta?as a las calles de Nuevo Le¨®n?
Los avistamientos de estos mam¨ªferos en las ciudades son cada vez m¨¢s frecuentes, mientras las autoridades buscan una soluci¨®n para proteger la vida de este animal en peligro de extinci¨®n
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Osos atropellados, osos entrando en casas, colegios, centros comerciales, osos castrados indebidamente y osos fam¨¦licos con el sistema digestivo taponado por los pl¨¢sticos que comen de la basura. El ursus americanus, considerado en peligro de extinci¨®n, ha bajado de las monta?as y pasea libre por las calles de Monterrey y de otras grandes ciudades de Nuevo Le¨®n hasta que alguien da aviso a las autoridades. Ellas deciden el futuro del oso bas¨¢ndose en su historial de violencia y la frecuencia con la que descienden a la ciudad. Desde 2008, han sido capturados y desplazados 244 de estos mam¨ªferos, seg¨²n el organismo Parques y Vida Silvestre de Nuevo Le¨®n (PVSNL).
Frente a las denuncias de organizaciones animalistas, las instituciones se remiten al protocolo que ponen en marcha cada vez que reciben el reporte de un oso en un asentamiento humano. Edgar Acosta, el director general de PVSNL, se encarga de decidir el destino de estos animales junto con la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (Profepa) y la Protecci¨®n Civil. ¡°Tenemos que pensar en la integridad de las personas y al mismo tiempo, en la de los animales. Es una especie que puede parecer simp¨¢tica, pero la realidad es que los osos son especies salvajes totalmente impredecibles¡±.
Como los edificios y las grandes casas y las piscinas en las que a veces se ba?an los osos no pueden moverse, son estos ¨²ltimos los que acaban sufriendo el estr¨¦s del desplazamiento hacia un nuevo h¨¢bitat. ¡°Los osos son los que deciden su destino¡±, asegura Acosta. Las autoridades utilizan algo que llaman Sem¨¢foro de Riesgo, una matriz de decisiones que indica el futuro del oso bas¨¢ndose en la conducta pasada y presente del animal. Por ejemplo, si el oso sigue o acosa a una persona en un entorno urbano, es riesgo medio-alto, y, por tanto, proceder¨ªa manejar (sedar, atrapar) al animal y liberarlos en su h¨¢bitat.
Monterrey es la tercera ciudad m¨¢s grande de M¨¦xico. A medida que aumentaba su poblaci¨®n, los habitantes m¨¢s adinerados se han desplazado hacia las faldas de las monta?as que rodean esta urbe de algo m¨¢s de cinco millones de habitantes que ha duplicado su tama?o en la ¨²ltima d¨¦cada. En 2009, el contorno urbanizado de la regi¨®n metropolitana era de 65.087 hect¨¢reas. En 2021, la cifra alcanz¨® los seis d¨ªgitos: 177.090 hect¨¢reas. En una d¨¦cada, la extensi¨®n urbana casi se triplic¨®, seg¨²n la web de investigaci¨®n Contextual. En medio de un bosque conquistado por los edificios, cada poco tiempo surge un nuevo video con un oso aterrorizando o abrazando a un transe¨²nte. En abril de este a?o, una familia regiomontana tuvo que salir corriendo porque un oso enorme les persegu¨ªa sin parar por los pasillos de una caba?a en el poblado de Ci¨¦nega de Gonz¨¢lez, a una hora de la capital de Nuevo Le¨®n.
En marzo, trascendieron las im¨¢genes de un oso en la colonia Lagos del Vergel, tambi¨¦n en Monterrey, mientras se daba un chapuz¨®n en la piscina de una casa para refrescarse del calor hist¨®rico que azotaba esos d¨ªas la regi¨®n. Luego el animal sali¨® de la piscina y camin¨® tranquilamente, jug¨® con las ramas de los ¨¢rboles del jard¨ªn hasta que se aburri¨® y se sumergi¨® de nuevo en la frondosidad del bosque. Y hace poco, el pasado mes de mayo, un oso negro, un ejemplar joven, tuvo que ser capturado porque andaba sin rumbo por las calles de Monterrey, chocando con los coches, claramente desorientado.
A veces, sin embargo, pese al Sem¨¢foro de Riesgo y la toma de decisiones interinstitucional, las autoridades cometen errores que terminan apareciendo en la prensa nacional. En agosto de 2020, un veterinario especializado de la Universidad Aut¨®noma de Nuevo Le¨®n (UANL) recibi¨® a un oso de 96 kilos que ya hab¨ªan visto antes comiendo de la basura y que hab¨ªa estado ¡°socializando¡± con paseantes en el Parque Chipinque. Las autoridades decidieron que lo mejor, visto el historial de acercamientos a poblaciones humanas, era liberarlo en la Sierra de Nido, en Chihuahua. El problema es que all¨ª vive otra raza de oso muy territorial, y para que el oso negro de Nuevo Le¨®n no tuviera problemas de adaptaci¨®n, decidieron castrar al animal.
La decisi¨®n trascendi¨® y gener¨® un debate sobre aquella decisi¨®n. Adriana Cela, bi¨®loga de Ciudad de M¨¦xico que trabaja para la organizaci¨®n animalista Animal Heroes, teme que las autoridades enviaran al oso a su propia muerte. ¡°Es muy estresante para un oso llegar a un nuevo territorio que no conoce y tener que volver a luchar por su territorio, pelear con otros osos para conquistar su espacio sin saber tampoco d¨®nde est¨¢n las fuentes de alimento... qui¨¦n sabe lo que haya sido de ese pobre animal¡±, dice por tel¨¦fono.
Tampoco est¨¢ claro que devolverlos a su h¨¢bitat natural sea la mejor opci¨®n. ¡°Es mucho m¨¢s f¨¢cil alimentarse de la basura de los contendores que de las hormigas de un ¨¢rbol¡±, sentencia Cela sobre el tema. Acosta tambi¨¦n parece preocupado por este problema: ¡°Los osos buscan regresar a donde perciben que encontraron un manjar, que para ellos es la comida de la basura¡±. Por si fuera poco, los osos m¨¢s j¨®venes que est¨¢n apareciendo en videos por las calles de la ciudad han aprendido de sus madres esta conducta.
En 2015, las autoridades atendieron el caso de una osa con sus dos oseznos aliment¨¢ndose de la basura que generaba un centro recreativo en el Parque Chipinque, a las afueras de Monterrey. Los animales fueron atrapados en jaulas y devueltos a su h¨¢bitat natural, pero los expertos aseguran que ahora son esos oseznos los que han vuelto a la ciudad, interact¨²an con las personas en vez de huir de ellas y se alimentan de su basura, con el riesgo que eso supone. La comida, asegura la bi¨®loga Cela, no trae los nutrientes que necesitan, tienen aditivos y grasas que da?an el h¨ªgado y los ri?ones de los osos.
Acosta va un paso m¨¢s all¨¢: ¡°Hoy en d¨ªa, cuando nos encontramos ejemplares muertos y con signos claros de falta de alimentaci¨®n, lo m¨¢s seguro es que en la autopsia posterior encontremos un sistema digestivo obstruido por alguna bolsa de pl¨¢stico¡±. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n? En sus mensajes a la poblaci¨®n, el m¨¢s recurrente, aparte de no interactuar con ellos y no darles de comer, es no dejar la basura a la disposici¨®n de los animales, en la calle o en lugares a los que puedan acceder f¨¢cilmente. ¡°La basura se tiene que depositar en contenedores a pruebas de osos, que son un producto que ya se vende aqu¨ª¡±, pide el dirigente de Parques y Vida Silvestre.
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