M¨¦xico registra m¨¢s de 30.000 asesinatos por sexto a?o consecutivo
En su informe anual sobre defunciones, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica constata una ligera tendencia a la baja. Solo hasta 2022, el Gobierno de L¨®pez Obrador cuenta 142.421 homicidios dolosos
En 2022, M¨¦xico registr¨® 32.287 asesinatos, una cifra estratosf¨¦rica que ilustra la crisis de inseguridad y violencia que vive el pa¨ªs desde hace d¨¦cada y media. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (Inegi), el pa¨ªs cuenta 25,9 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una de las tasas m¨¢s altas del continente, comparable a las de Brasil o Colombia, por tama?o y poblaci¨®n. Pese a lo anterior, las cifras muestran una ligera tendencia a la baja que no disfrazan el problema central. Desde hace sei...
En 2022, M¨¦xico registr¨® 32.287 asesinatos, una cifra estratosf¨¦rica que ilustra la crisis de inseguridad y violencia que vive el pa¨ªs desde hace d¨¦cada y media. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (Inegi), el pa¨ªs cuenta 25,9 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una de las tasas m¨¢s altas del continente, comparable a las de Brasil o Colombia, por tama?o y poblaci¨®n. Pese a lo anterior, las cifras muestran una ligera tendencia a la baja que no disfrazan el problema central. Desde hace seis a?os, el pa¨ªs registra m¨¢s de 30.000 asesinatos al a?o.
M¨¦xico maneja diferentes cuentas de los asesinatos que se comenten cada a?o. La Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana, que dirige Rosa Icela Rodr¨ªguez, alimenta un doble conteo que actualiza diariamente, a partir de las cifras que comparten las fiscal¨ªas estatales, encargadas de investigar los asesinatos, y de las que aparecen en prensa. Por su lado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica, ¨®rgano heredado de gobiernos anteriores, realiza su propia cuenta, aunque usa tambi¨¦n datos de las fiscal¨ªas. La tercera es la del Inegi, m¨¢s fiable, pues toma en cuenta los certificados de defunci¨®n que proporciona la Secretar¨ªa de Salud.
Los datos del Inegi suelen llegar tarde y en dos tandas. El instituto publica primero las cifras de los primeros seis meses del a?o. Despu¨¦s divulga los del a?o completo, que terminan por dibujar la realidad del ejercicio completo. Aqu¨ª, el organismo muestra una tendencia a la baja, pero tambi¨¦n una realidad insoslayable: desde que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador asumi¨® el cargo, en diciembre de 2018, y hasta diciembre de 2022, M¨¦xico cuenta 142.421 asesinatos, n¨²mero mayor al de los dos gobiernos anteriores, presididos por el priista Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), y el panista Felipe Calder¨®n (2006-2012).
Seg¨²n los datos del Inegi, entre los estados m¨¢s golpeados por la violencia homicida figuran Guanajuato, Colima, Zacatecas, Sonora, Baja California, Chihuahua o Michoac¨¢n. La mayor¨ªa registran cifras de asesinatos muy altas que implican, tasas elevadas. En el caso de Colima y, en menor medida, Zacatecas, los n¨²meros no son tan altos, pero s¨ª las tasas, dada la proporci¨®n entre poblaci¨®n y homicidios intencionales. Colima cuenta 115,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la tasa m¨¢s alta del pa¨ªs, y Zacatecas, la segunda, 89.
El caso de Guanajuato es especialmente sangrante. El estado del Baj¨ªo registr¨® el a?o pasado 4.329 asesinatos, cuatro menos que el anterior. Las peleas entre grupos criminales por el control del robo de combustible en la regi¨®n, la extorsi¨®n y, en general, sus peleas territoriales, mantienen la zona incendiada, diagn¨®stico que comparten regiones aleda?as como Zacatecas o Michoac¨¢n. En otros estados, caso de Chihuahua, Sonora o Baja California, todos en la frontera con Estados Unidos, la situaci¨®n no es mejor. Si bien los tres estados registraron menos asesinatos en 2022 que en 2021, las reducciones son menores.
Visto lo anterior, el problema de la violencia homicida en M¨¦xico debe entenderse como parte de un contexto m¨¢s complejo, en el que los grupos criminales emplean otras t¨¢cticas en sus batallas, principalmente la desaparici¨®n de personas. Cada a?o, el pa¨ªs cuenta miles de desaparecidos, que no aparecen en las estad¨ªsticas de asesinatos. Y de muchos casos ni siquiera se informa de la desaparici¨®n, quedando en la oscuridad total.
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