Sequ¨ªa, drenajes y lagos artificiales: la agon¨ªa de la presa de Valle de Bravo amenaza su modelo tur¨ªstico
La mayor masa de agua de las que abastecen al Estado y la Ciudad de M¨¦xico por el sistema Cutzamala se encuentra al 37% de su capacidad, menos de la mitad que hace una d¨¦cada
Las tazas con la inscripci¨®n ¡°Valle de Bravo¡± que Guadalupe Garc¨ªa vende en el embarcadero muestran un lago hermoso, rebosante de azul. Al darse la vuelta, la realidad que percibe en este enclave del Estado de M¨¦xico es muy distinta: ¡°Ves esas manchas blancas en las columnas rojas, por ah¨ª llegaba el agua¡±. La comerciante de 52 a?os lleva gran parte de su vida surtiendo recuerdos del embalse, unas ventas que han disminuido un 50% en pocos a?os por la falta de turismo. La causa principal es que la presa que acapara las im¨¢genes de su merchandising est¨¢ a un 37% de su capacidad. Los desencadenan...
Las tazas con la inscripci¨®n ¡°Valle de Bravo¡± que Guadalupe Garc¨ªa vende en el embarcadero muestran un lago hermoso, rebosante de azul. Al darse la vuelta, la realidad que percibe en este enclave del Estado de M¨¦xico es muy distinta: ¡°Ves esas manchas blancas en las columnas rojas, por ah¨ª llegaba el agua¡±. La comerciante de 52 a?os lleva gran parte de su vida surtiendo recuerdos del embalse, unas ventas que han disminuido un 50% en pocos a?os por la falta de turismo. La causa principal es que la presa que acapara las im¨¢genes de su merchandising est¨¢ a un 37% de su capacidad. Los desencadenantes: una sequ¨ªa severa, el drenaje al sistema Cutzamala para abastecer la Zona Metropolitana del Valle de M¨¦xico y la explotaci¨®n del recurso para la creaci¨®n de lagos artificiales en los terrenos de lujo de los residentes de fin de semana.
Garc¨ªa vive en la parte ¡°popular¡± de la colonia Loma Bonita, entre la gran cantidad de chal¨¦s que salpican el municipio de Valle de Bravo (61.590 habitantes). Recuerda que el agua empez¨® a bajar ¡°cuando la pandemia¡±. Durante el confinamiento de 2020, el consumo de agua en las casas se dispar¨®. De nombre oficial Miguel Alem¨¢n, la presa que est¨¢ frente a la vendedora es la mayor de las tres -junto a la de Villa Victoria y la de El Bosque (Michoac¨¢n)- que pertenecen al Cutzamala, que abastece a grandes municipios del Estado de M¨¦xico como Toluca o Lerma y al 25% de la capital del pa¨ªs.
A pesar de que en alcald¨ªas de Ciudad de M¨¦xico, como Iztapalapa o ?lvaro Obreg¨®n, la poblaci¨®n de muchas colonias tiene sus grifos secos y recurre a pipas de agua desde hace a?os, la Comisi¨®n Nacional del Agua (Conagua) anunci¨® el pasado 4 de septiembre el paro del drenaje del embalse al Cutzamala. Tambi¨¦n el trasvase de agua de la presa de El Bosque a la de Valle de Bravo para recuperar litros.
Estas decisiones se dieron despu¨¦s de que el pasado 2 de septiembre 1.500 personas de Valle de Bravo, que se sustentan del turismo que llega al embalse, se manifestaran contra la explotaci¨®n del recurso. La quinta protesta en tan solo dos a?os. Fueron convocadas para exigir una mejor gesti¨®n por parte de Conagua, aunque tambi¨¦n para llamar la atenci¨®n a los tres niveles de Gobierno. Este peri¨®dico trat¨®, sin ¨¦xito, de conversar con el Organismo P¨²blico Descentralizado para la Prestaci¨®n de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Valle de Bravo, instituci¨®n encargada de la infraestructura hidr¨¢ulica de la localidad.
La presa ha recuperado apenas un 3% de agua de septiembre a noviembre, pero en la ¨²ltima semana vuelve a estar en n¨²meros rojos. El otro factor que ha desencadenado los bajos porcentajes es la falta de lluvia. M¨¦xico lleva en emergencia por sequ¨ªa desde julio de 2022. Por si fuera poco, la temporada de lluvias que comenz¨® en mayo acab¨® este octubre, lo que deja a los habitantes de la localidad desolados ante la etapa seca que se les viene encima.
Valle de Bravo sigue siendo un destino privilegiado gracias a su embalse, encajado entre monta?as tupidas por el verde de la vegetaci¨®n. Un estudio de la Universidad Aut¨®noma del Estado de M¨¦xico cifra que en un fin de semana el pueblo puede tener 30.000 habitantes m¨¢s, un turismo residencial que aprovecha para practicar actividades como la vela, el esqu¨ª acu¨¢tico, las rutas en kayak o los paseos en lanchas. Pero entre la plaza del embarcadero, donde antes romp¨ªan las peque?as olas del lago, y el agua, ahora hay 250 metros de terreno embarrado que luce algunos jirones de pasto y arbustos.
Al final de ese trecho est¨¢ el ic¨®nico restaurante Los Pericos. No es el mismo que cuando ech¨® sus plataformas flotantes al agua, en 1970, porque cada cierto tiempo se tiene que renovar la estructura. El complejo actual es del a?o 2000. Su due?o, el empresario de 69 a?os David Rodr¨ªguez, se lamenta por la bajada del nivel del agua: ¡°Pasa lo del covid, nos levantamos, y empieza a bajar el agua¡±.
La est¨¦tica es importante para cualquier empresa. ¡°Normalmente, este restaurante estaba donde el aparcamiento, al pie de la escalera de la avenida principal. De repente llegabas ah¨ª, dejabas tu carro y a 20 metros com¨ªas en el lago. Cambia mucho el paisaje. Ahora tienes que caminar mucho y no llama tanto¡±, explica Rodr¨ªguez.
El empresario tambi¨¦n es due?o de dos barcos con capacidad para 150 personas que realizan un recorrido a trav¨¦s del lago con servicios de comida y bebida. Mientras navega, Rodr¨ªguez se enfunda su gorro de capit¨¢n y hace de relaciones p¨²blicas con los clientes. Apenas lo llenan en sus tres viajes diarios unos 40 o 50 pasajeros los fines de semana, los d¨ªas fuertes del turismo que viene de diferentes puntos del pa¨ªs para una escapada a su segunda residencia.
Los n¨²cleos poblacionales de Valle de Bravo y Av¨¢ndaro son las localidades donde muchas personas gozan de lujosos chal¨¦s con amplios terrenos. En algunas de estas extensiones, la organizaci¨®n civil Guardianes de Valle de Bravo ha contabilizado, gracias a im¨¢genes satelitales, m¨¢s de 200 lagos artificiales que captan el agua de los r¨ªos que nutren a la presa. La asociaci¨®n ha pedido a Conagua la regularizaci¨®n de los permisos para la construcci¨®n de estas lagunas, que afectan la din¨¢mica hidrol¨®gica de la cuenca.
Las residencias de fin de semana son el semillero de los veleristas que durante d¨¦cadas han surcado las aguas del embalse. Suelen estar asociados a algunos de los m¨¢s de 30 clubes n¨¢uticos y marinas situados, ahora, lejos de la orilla del embalse. En sus instalaciones, los problemas son de otra ¨ªndole.
Rosal¨ªa Lechuga, gerente del Club N¨¢utico Valle de Bravo, explica que ha bajado la afluencia de socios que navegan en los grandes veleros tipo J24 y J70. ¡°No hay manera de botar veleros que usen quilla [pieza que sobresale de la parte baja de un barco]. El socio quiere venir a usar su juguete, pero no pueden¡±, explica Lechuga. De momento, a pesar de las dificultades, ning¨²n socio se ha dado de baja. En toda la orilla alrededor de la presa hay cientos de embarcaciones de todos los tama?os, tapadas con lonas sobre remolques. Muchas m¨¢s que sobre el agua.
El bote que s¨ª flota junto al nuevo embarcadero municipal es el de Francisco Garc¨ªa, vestido con botas de agua, una gorra y un polo azul celeste de marca. Tiene 38 a?os y desde los 18 se dedica a dar paseos a los visitantes en su pont¨®n. Por 1.100 pesos la hora, cada vez menos personas lo contratan para recorrer los rincones del extenso embalse, que con 21,1 kil¨®metros cuadrados equivale a 334 veces el Estadio Azteca. ¡°Digamos que de unos cuatro a?os para ac¨¢ ha disminuido por el bajo nivel. Realmente se ve triste, se ve feo¡±, explica Garc¨ªa.
Los tiempos pasados siempre fueron mejores. ¡°En el malec¨®n la gente ve¨ªa los barcos y se les antojaba subirse de inmediato¡±, recuerda el marinero. Como ¨¦l, decenas de compa?eros de la Cooperativa de Lanchas Zihuaquy intentan vender servicios a cualquier persona desconocida que pasee cerca del embarcadero.
El negocio alrededor del lago
Las personas que desarrollan su actividad en la presa no son los ¨²nicos que sufren los efectos de la sequ¨ªa y el mal uso del agua. Una de las actividades extremas que se pueden contratar en Valle de Bravo es tirarse en parapente. Maura Feliciano, de 48 a?os, gestiona la empresa Alas del Hombre. Mientras uno de los instructores de vuelo descansa acostado sobre una banqueta, explica que ¡°los clientes llaman y dicen que quieren hacer m¨¢s actividades durante el fin de semana¡±. Su paquete Agua, Aire y Tierra, que incluye paseo en lancha al atardecer, senderismo y un vuelo de parapente, cada vez es menos contratado porque la gente no quiere surcar un embalse medio vac¨ªo.
No existen datos de empleo en el municipio del Valle de Bravo, pero Paul Rojas, encargado a sus 35 a?os del local Chile, Mole y Pozole, explica que han pasado de siete empleados a cuatro en los cinco a?os que ha trabajado en el lugar. El restaurante, ahora en tercera o cuarta l¨ªnea de embalse, ¡°ha bajado tantito¡± sus comensales. ¡°En el puente del d¨ªa de muertos si vino gente, pero no tanta como otros a?os¡±, lamenta rojas. Espera que con la ¨¦poca de migraci¨®n de las mariposas monarcas, que vienen a Valle de Bravo y otras partes de M¨¦xico desde finales de noviembre hasta febrero, puedan volver a tener un pueblo rebosante de turistas.
En el edificio La Veler¨ªa, junto al embarcadero, hay una inmensa cola por fuera de la oficina regional de empleo. Seis muchachos beben cerveza de lata mientras esperan que alg¨²n visitante les alquile un todoterreno RZR para recorrer algunos de los parajes del ?rea Natural Protegida Valle de Bravo.
Junto a lo que antes era la orilla del embalse, todo son apartamentos vacacionales o grandes chal¨¦s. En el interior, alrededor de la plaza de la Independencia y bajo los altos muros de la parroquia de San Francisco de As¨ªs, se entiende por qu¨¦ este lugar es un Pueblo M¨¢gico. Las calles empedradas las recorre la poblaci¨®n local, que se mezcla con cada vez menos turistas.
Agust¨ªn Abraham est¨¢ junto a su mujer bajo una sombrilla vendiendo artesan¨ªas del Valle de Bravo. ¡°Antes ven¨ªan extranjeros, ahora solo viene gente de M¨¦xico¡±, explica. Han acudido a alguna de las manifestaciones junto al resto de vallesanos para pedir soluciones para el embalse. Mientras lo dice, comienza a llover.
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