Gervasio S¨¢nchez: ¡°Las v¨ªctimas me dan las rutas para poder seguir creyendo en el ser humano¡±

Ante la lente de Gervasio S¨¢nchez (C¨®rdoba, 1959) parece haber pasado el horror m¨¢s profundo del ser humano, las guerras, las mujeres que han sido v¨ªctimas de cr¨ªmenes de lesa humanidad, los hu¨¦rfanos que huyen de la muerte y un sinf¨ªn de infiernos personales. En 1995 vio en Angola a los civiles morir por ...

Ante la lente de Gervasio S¨¢nchez (C¨®rdoba, 1959) parece haber pasado el horror m¨¢s profundo del ser humano, las guerras, las mujeres que han sido v¨ªctimas de cr¨ªmenes de lesa humanidad, los hu¨¦rfanos que huyen de la muerte y un sinf¨ªn de infiernos personales. En 1995 vio en Angola a los civiles morir por minas antipersonales en tiempos de paz. Cuando ya no hab¨ªa guerra, quedaban en el subsuelo como enemigos al acecho las minas dejadas por los combatientes que se hab¨ªan marchado. Ah¨ª encontr¨® a un joven de 15 a?os llamado Adelino Chimoco, vivi?a en Kuito, una ciudad arrasada por los combates, y hab¨ªa sufrido la amputaci¨®n de una pierna y la p¨¦rdida de su padre, una vida rota en muchos sentidos. Ah¨ª cambi¨® algo para S¨¢nchez, se dio cuenta de que los grandes fot¨®grafos no estaban trabajando en profundidad las historias en el medio de la guerra, todo era el d¨ªa a d¨ªa e ir de conflicto en conflicto.

Decidi¨® fotografiar y contar la historia de aquel chico Adelino. Sab¨ªa que comenzaba un viaje al interior de las vidas de las v¨ªctimas, lo que no sab¨ªa es cu¨¢nto iba a durar ese viaje ni cu¨¢l era el camino que transitaba. Veinticinco a?os despu¨¦s, ha trabajado en m¨¢s de 10 pa¨ªses con personajes que se han vuelto parte de su vida o ¨¦l de la suya. Es el caso de Sofia Elface, en Mozambique, cuyo quinto hijo lleva por nombre Gervasio, el mismo del fot¨®grafo espa?ol, compa?ero que dej¨® de ser el periodista extranjero y se convirti¨® en un amigo cercano, uno que incluso ella le llama pap¨¢. El libro fue presentado esta semana en la feria de Guadalajara por el editor Leopoldo Blume.

Es un ejemplar de tama?o imponente que hace justicia a los formatos verticales de sus fotograf¨ªas y un papel que cuida la gama de grises que el autor maneja con mucho cuidado a la hora de medir la luz. En el primer vistazo se entiende que el lector recorrer¨¢ p¨¢gina a p¨¢gina la tragedia y el drama de los mutilados, pero al avanzar las p¨¢ginas se encuentra con el opuesto, un ni?o que perdi¨® su pierna hoy, 25 a?os despu¨¦s es un hombre con su propio hijo en brazos y una esposa cocinando al fondo de su casa. Una ni?a con una mirada de profunda tristeza, en el 2023 es una madre de cinco hijos que sonr¨ªe con la luz c¨¢lida sobre su rostro.

El veterano periodista, que ama la pel¨ªcula tri-x con la que ha realizado todo este proyecto, tiene claro qui¨¦n gana con la guerra, le indignan las injusticias y recuerda con gusto ir¨®nico cuando sus fotograf¨ªas se expusieron en el pasillo de la sede de Naciones Unidas en Nueva York y, los jefes de Estado ten¨ªan que pasar frente a ellas. Hoy lo tiene claro, el 25 de noviembre de 2047 va a presentar vidas minadas, 50 a?os.

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