Coral Bracho abre la FIL Guadalajara con una defensa de la poes¨ªa como herramienta contra las injusticias del mundo
La poeta mexicana recibe el premio de Literatura, que le reconoce toda una vida dedicada a los versos
La poes¨ªa de la mexicana Coral Bracho siempre ha tenido una fuerte carga pol¨ªtica. De cr¨ªtica pol¨ªtica. Esa ha sido una de las caracter¨ªsticas que ha alabado el jurado que le ha otorgado el Premio FIL de Literatura 2023. En la inauguraci¨®n de la feria este s¨¢bado, la escritora ha dado una buena muestra de esa preocupaci¨®n que le acompa?a siempre por las situaciones m¨¢s dram¨¢ticas que atraviesa el mundo. ¡°?C¨®mo es posible que el g¨¦nero humano siga luchando con toda la violencia imaginable contra s¨ª mismo? ?C¨®mo es posible que se sigan aceptando y fomentando las guerras? ?Y c¨®mo se siguen imponiendo y se siguen aceptando gobiernos que atentan contra la libertad y la vida de aquellos a quienes gobiernan?¡±. Del mismo modo que se intuye un mensaje a trav¨¦s de los versos, con estas palabras de Bracho la mente colectiva del auditorio viajaba de Israel a Ucrania, de ?frica a Latinoam¨¦rica, visitando las circunstancias terribles que estos d¨ªas se dan cita en los noticieros.
La autora de Debe ser un malentendido ha defendido la poes¨ªa como la herramienta siempre ¨²til para ¡°el desarrollo de una conciencia ¨¦tica para la humanidad¡± en un momento en que el mundo necesita ¡°una nueva manera de ver, una capacidad anal¨ªtica y cr¨ªtica que nos permita encontrar soluciones que nos beneficien a todos los seres humanos y que ponga el bienestar de todos y la conservaci¨®n de la vida en el planeta por encima de las desmedidas ganancias econ¨®micas que casi todos los gobiernos permiten, aprovechan y apoyan¡±.
Despu¨¦s de casi tres horas de discursos previos, la feria ya bull¨ªa afuera y la voz po¨¦tica y reposada de Bracho no ha encontrado el sosiego propio de los versos. Los murmullos que entraban en la sala apenas dejaban escuchar su discurso. La poeta ha tenido adem¨¢s que compartir protagonismo con la omnipresencia de Ra¨²l L¨®pez Padilla, creador de la FIL, que muri¨® en abril de este a?o y a quien todos han reconocido su trayectoria en las intervenciones, lo mismo el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, que la directora de la feria, Marisol Schulz. El silencio y una dosis de espiritualidad se han echado a faltar tambi¨¦n para escuchar el interesante recorrido que la escritora Ver¨®nica Murgu¨ªa ha trazado por la po¨¦tica de Bracho. En su semblanza, ha destacado ese algo ¡°de maga, de adivina¡± que tiene la escritura de su amiga, la ¡°complejidad de su mirada, que contrasta con la calidad y frescura, la modestia y la sencillez¡± de su personalidad.
No es usual que la poes¨ªa alcance los mayores reconocimientos que suelen otorgarse en el mundo de las letras, pero a veces ocurre. Bracho ha explicado c¨®mo la poes¨ªa abarca la misma carga sociopol¨ªtica y emocional que encontramos en el resto de la literatura. ¡°?Qu¨¦ somos? ?En qu¨¦ espacio vivimos? ?Qu¨¦ es el tiempo? ?C¨®mo es el fuego, el agua? ?Y el aire? ?Y los astros? ?C¨®mo son los seres vivos que habitan este planeta y c¨®mo nos relacionamos con ellos?¡±. La metaf¨ªsica siempre fue materia po¨¦tica, pero la autora se ha extendido tambi¨¦n a asuntos m¨¢s prosaicos y crueles con los que cada d¨ªa le toca convivir. Y lo ha hecho con la forma asombrada de las interrogantes. ¡°?C¨®mo es posible que, a lo largo de siglos, se siga agrediendo y rebajando a otros seres humanos por su raza, por sus costumbres, por su situaci¨®n de pobreza? ?C¨®mo puede ser que en el mundo persista una desigualdad econ¨®mica abismal, y una desigualdad y violencia persistentes contra las mujeres y las diversas identidades raciales y sexuales? ?C¨®mo es posible, en fin, que la violencia se haya vuelto una expresi¨®n cotidiana en pa¨ªses como el nuestro, donde los homicidios son ya incontables?¡±. Ante la falta de respuestas, la poes¨ªa de Bracho condena ¡°lo que la costumbre, los estereotipos y los prejuicios nos impiden ver y sentir¡±.
Si el ser humano evolucion¨® la consciencia de s¨ª mismo a trav¨¦s de los sentimientos y la sensibilidad, ha se?alado la premiada, ¡°a ellos debemos recurrir ahora para fomentar un verdadero acercamiento al mundo en el que vivimos, una postura vital que valore y proteja a los animales, que respete a la naturaleza y propicie una profunda cercan¨ªa y cohesi¨®n entre los seres humanos¡±. No parece que la bola del mundo gire estos d¨ªas en esa direcci¨®n, algo de lo que se duele Bracho. Pero no ha desperdiciado la oportunidad de dar su propia receta para una mejor¨ªa, que consiste, a su modo de ver, en el impulso de una formaci¨®n creativa para la infancia y la juventud, y para la sociedad en general, una formaci¨®n que fomente ¡°la capacidad reflexiva y propositiva, que nos haga m¨¢s libres y nos acerque lo m¨¢s posible a las distintas maneras de pensar y de sentir de otras personas¡±. Tampoco esto suena f¨¢cil, con la polarizaci¨®n que parece atrapar en sus redes a un nuevo pa¨ªs cada d¨ªa.
Pero la escritora no desfallece en su intento y hacia el final de su discurso ha retomado el poder de la poes¨ªa como una forma ¨²nica de ver el mundo y de ¡°darle a la sensibilidad un importante lugar en la vida¡±. Bracho ha agradecido al jurado por el premio ¡°tan inesperado como conmovedor¡± y a la editorial Era, donde se ha publicado la mayor parte de su obra, un trabajo con el que ha disfrutado siempre. Nunca pens¨® ser poeta, sino cient¨ªfica, pero las palabras y la peculiar forma en que la poes¨ªa, con toda su plasticidad y su m¨²sica, pueden describir el mundo la atraparon entre los versos de G¨®ngora y Quevedo, de Lorca y Neruda, Baudelaire y T. S. Eliot, Lezama Lima y su amigo David Huerta.
Ese lenguaje ¡°que abre y sugiere caminos para conocer y sentir la inmensidad del espacio cotidiano, de la infinitud de lo m¨¢s peque?o y la cercan¨ªa de lo m¨¢s lejano¡±, con ese lenguaje ¡°la poes¨ªa ilumina, toca y busca adentrarse en todo lo que nos es dado sentir y conocer a lo largo de una vida¡±.
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