Diles que no me maten, rock experimental a lo Juan Rulfo
La banda de Ciudad de M¨¦xico presenta en el Festival Pitchfork su tercer trabajo, afianz¨¢ndose como una de las apuestas m¨¢s interesantes de la escena independiente de la capital
Para Julio Estrada, doctor en m¨²sica y autor del libro El sonido en Rulfo (UNAM, 1990), la relaci¨®n entre los elementos vitales de la obra literaria del escritor mexicano Juan Rulfo y los de la m¨²sica (timbres, ruidos, ritmo, etc¨¦tera) conforman un binomio casi natural, evidente y no menos inspirador que, no obstante, se aborda muy poco. Para Estrada resulta una anomal¨ªa, por decir lo menos, que las sonoridades evocativas contenidas en la novela Pedro P¨¢ramo o el compendio de relatos El llano en llamas sean m¨¢s bien escasas dentro del panorama de la m¨²sica local.
Para los integrantes de la joven agrupaci¨®n capitalina Diles que no me maten ¡ªquienes toman el nombre del angustiante y dram¨¢tico relato de Juan Rulfo del mismo nombre¡ª, esa correlaci¨®n fue m¨¢s bien una especie de epifan¨ªa subconsciente que vendr¨ªa a posteriori, ya que cuando lleg¨® para bautizar a la banda conformada en 2017, ninguno de los integrantes hab¨ªa le¨ªdo ese cuento.
Desde ese pistoletazo de salida, la ambig¨¹edad, la libertad creativa y los momentos completamente inesperados han dibujado el rostro del proyecto fundado por los hermanos Ponce (Gerardo y Ra¨²l), redondeado por Andr¨¦s Lupone (bajo), Ger¨®nimo Garc¨ªa (guitarra) y Jon¨¢s Arenas (voz).
Pese a formar parte de la apuesta generacional m¨¢s joven e independiente del rock contempor¨¢neo que se hace en M¨¦xico, Diles que no me maten ven su propia historia como un camino labrado de trabajo y dedicaci¨®n firme, conformado por un EP y dos producciones de larga duraci¨®n. Ambos trabajos les han granjeado una base intensa y entregada de seguidores, quienes han conectado con los claroscuros po¨¦ticos de sus letras, as¨ª como la tensi¨®n creciente que cohabita en su rock de tinturas ansiosas y reminiscencias kraut, no wave, semi jazzeras y experimentales.
De cara a lo que ser¨¢ una de las presentaciones m¨¢s grandes en t¨¦rminos de audiencia en la historia de la banda (el Festival Pitchfork de la Ciudad de M¨¦xico del pr¨®ximo 9 de marzo de 2024), los hermanos Ponce explican que buena parte de su periplo labrado hasta este punto de su carrera, ha sido un compendio de gratas coincidencias y expectativas plenas.
¡°Siento que antes cre¨ªamos que no le gust¨¢bamos a la gente porque sonaba medio raro y desconoc¨ªamos mucho del mundo de la m¨²sica que sonaba as¨ª. Entonces, no sab¨ªamos realmente a qu¨¦ tanta gente s¨ª le gustaba o lo escuchaba, pero lo hac¨ªamos porque nos gustaba y ten¨ªa sentido para nosotros. El trabajo de tocar implica abrirse y es normal que en alg¨²n momento, cuando est¨¢s empezando, tengas inseguridades con el proyecto y dudes si vale la pena o no (...), pero la confirmaci¨®n y la conexi¨®n con las personas ha sido un trayecto bastante intenso e interesante, de muchas cosas inesperadas. Ha sido muy bello, la verdad¡±, explica Ra¨²l Ponce, baterista de la banda.
Tradiciones, rupturas y aprendizajes
Para su m¨¢s reciente producci¨®n, Obrigaggi (2023), Diles que no me maten mantiene la l¨ªnea decadente y dram¨¢tica que les ha caracterizado, reflejado en temas con nombres potentes y cargados de implosiones an¨ªmicas que pueden encajar perfectamente con el esp¨ªritu de la ¨¦poca: Cuando el sue?o se rompi¨®, La forma del esqueleto, Pajaritos y derrumbes. Ya en su coraz¨®n sonoro y de producci¨®n profunda, los hermanos Ponce confiesan que si bien existe una consciencia que abreva de las tradiciones abstractas y experimentales con el rock de d¨¦cadas pasadas, las referencias intervenidas en el sonido de la banda fluyen de forma libre, h¨ªbrida y desacomplejada, algo que puede constatarse tanto en vivo como dentro del disco.
Para la tercera visita al estudio, la banda decidi¨® trabajar con un amigo cercano de la banda Mateo S¨¢nchez Gal¨¢n (Sei Still, Telemat), grabando en un lugar alejado y con el tiempo para explorar, crear y desarrollar de forma m¨¢s holgada e ¨ªntima.
¡°Como ya nos conocemos desde hace mucho tiempo, la sensibilidad a la hora de trabajar las cosas fue desde un lugar mucho m¨¢s hogare?o y pudimos explorar todav¨ªa m¨¢s los sonidos, con una concentraci¨®n total en el disco. Siento que tambi¨¦n ah¨ª [en el disco] se nota la diferencia y la energ¨ªa; estuvimos juntos en un lugar lejos de la ciudad, en La pitaya (Xalapa, Veracruz), en un lugar que se llama La casa de los milagros, para m¨ª eso fue mucho m¨¢s luminoso que los otros dos, sin darte cuenta te permeas de la fuerza de la ciudad y de la intensidad que tiene¡±, cuenta Gerardo Ponce (sintetizadores y guitarra).
La banda compartir¨¢ cartel en la primera edici¨®n del Pitchfork Music Festival de M¨¦xico con otros artistas locales e internacionales como Mengers, Descartes a Kant, King Krule, entre otros. Sus presentaciones en vivo son vistas como un di¨¢logo m¨¢s con su p¨²blico, aunque buscan que cada uno sea particular y genuino, variando de intenci¨®n dependiendo del lugar y el volumen de audiencia. Ra¨²l Ponce explica su visi¨®n sobre los conciertos:
¡°Es muy emocionante por la cantidad de gente que va y los proyectos que van a estar ah¨ª [en el Pitchfork Music Festival]. Para m¨ª es un concierto que tiene un valor importante, pero dependiendo del tama?o del lugar hay diferentes din¨¢micas a la hora de abordar un set o trabajar una idea de lo que vamos a hacer¡±, apunta Ra¨²l Ponce. Ponen como ejemplo de contraste, el 316, un local ubicado en el Centro Hist¨®rico de Ciudad de M¨¦xico, un lugar muy ¨ªntimo donde caben a lo mucho cien personas. ¡°En ese caso haces contacto visual con la mayor¨ªa y est¨¢s en un lugar como encerrado, ah¨ª puedes tocar algo muy bajito, tranquilo, se aprecia la din¨¢mica de tocar un instrumento y la gente es m¨¢s receptiva eso. Cuando est¨¢s en un concierto grande [como la banda ya lo ha hecho en el festival Hipnosis o abriendo para Interpol] hacer eso no tiene la misma repercusi¨®n, ya que ah¨ª conectar con la gente tiene que ver mucho m¨¢s con la fuerza; si t¨² transmites una energ¨ªa de concierto grande en un lugar peque?o se va a sentir caricaturizado y exagerado, pero si est¨¢s en un lugar grande y haces una cosa delicada y peque?a se puede perder¡±, a?ade Ponce.
En el horizonte, Diles que no me maten siguen nutriendo su agenda de trabajo con conciertos dentro del pa¨ªs y el exterior, trabajando a la par en material nuevo, mismo que probablemente tenga salida este 2024, adem¨¢s de un disco de maquetas y grabaciones no oficiales.
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