La Iglesia electoral
El documento presentado por el Episcopado mexicano a los candidatos habr¨ªa encontrado mejor acomodo en el programa de gobierno de la oposici¨®n
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La Iglesia mexicana ha aprovechado estos d¨ªas de campa?a electoral para mostrar su preocupaci¨®n por el clima de violencia que vive el pa¨ªs y ha cobijado bajo su manto a diversas organizaciones civiles y religiosas que han redactado ...
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La Iglesia mexicana ha aprovechado estos d¨ªas de campa?a electoral para mostrar su preocupaci¨®n por el clima de violencia que vive el pa¨ªs y ha cobijado bajo su manto a diversas organizaciones civiles y religiosas que han redactado 132 medidas en busca de un compromiso con ellas por parte de los candidatos electorales a la presidencia. Pero hay que hacer muchos equilibrios para pasar por neutral en periodo electoral. La Iglesia cat¨®lica tiene 2000 a?os de diplomacia, es experta en decir sin decir, por eso puede afirmarse que en el documento presentado a los tres pol¨ªticos los representantes de Dios en M¨¦xico no se han esmerado mucho. El solo hecho de hablar de ¡°militarizaci¨®n¡± ya es mencionar la soga en casa del ahorcado. Esa sola palabra ha sido la bestia negra del mandato de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y una de las m¨¢s utilizadas por la oposici¨®n en sus cr¨ªticas sexenales. A nadie puede extra?ar que la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, haya manifestado por escrito sus discrepancias por el diagn¨®stico de los obispos antes de firmar el documento.
Dicen quienes han redactado el compromiso para la paz que en el n¨²mero de homicidios y desapariciones no est¨¢n todos los que son; que se debe limitar la presencia de los militares en las tareas de seguridad p¨²blica; califican la corrupci¨®n de cr¨®nica y la impunidad de sist¨¦mica; ¡°M¨¦xico se debate entre un modelo de gobernanza criminal y un modelo de gobernanza democr¨¢tica que hasta la fecha ha sido incompleto y precario¡±, afirman, y rematan: ¡°Nuestro tejido social esta? en un proceso de degradacio?n acelerada¡±. Con independencia de que todo esto sea verdadero o falso, m¨¢s que llamar a los candidatos para que lo firmen, el texto hubiera encontrado mejor acomodo en el programa electoral de la aspirante de la oposici¨®n, X¨®chitl G¨¢lvez.
Naturalmente, en los cuarteles de la candidata morenista no tardaron lo que canta un gallo en enviar un documento a la prensa con sus discrepancias hacia el redactado, donde recuerdan la sinton¨ªa del obradorismo con las ideas que gu¨ªan al Papa Francisco. A pesar de todo, el texto en el que Sheinbaum expone sus reservas guarda un tono cort¨¦s, como dicta el primer mandamiento electoral: no enfrentarse con los cat¨®licos, que son muchos y obedecen a un solo Dios.
La Iglesia cat¨®lica no presenta el mejor expediente en el mundo para erigirse como un agente de paz. Tambi¨¦n en Am¨¦rica Latina ha estado aliada con los reg¨ªmenes m¨¢s brutales, sanguinarios y tenebrosos. Pero los religiosos suelen jugar su papel mediador en los procesos b¨¦licos, lo mismo sea el conflicto de IRA en Irlanda, que con la banda terrorista ETA en Espa?a. Las sotanas siempre tienen su p¨²lpito.
Tampoco puede ignorarse el excelente y sacrificado empe?o que han mostrado los sacerdotes en algunos lugares por el bienestar de los pueblos oprimidos, de los pobres, de los marginados, especialmente en Am¨¦rica Latina, M¨¦xico incluido, donde algunos han pagado con su vida la valent¨ªa de servir fielmente a su doctrina.
Que en M¨¦xico el nivel de violencia es intolerable no hay dios que pueda negarlo. Si son 100 como si son 80 el promedio diario de cr¨ªmenes, algo hay que hacer para solucionar eso. Muchas de las cr¨ªticas incluidas en ese informe que ha escocido en las filas morenistas son irrebatibles, prueba de ello es que la oposici¨®n empuja en el mismo sentido, a sabiendas de que est¨¢n dando donde m¨¢s rentabilidad de voto pueden sacar, lo que no anula su desaz¨®n leg¨ªtima por la brutalidad que atraviesa el pa¨ªs, ni tampoco la de los curas. Pero no se puede pedir a candidatos que se pongan en pie de igualdad a solucionar el m¨¢s grave de los problemas que tiene M¨¦xico con una redacci¨®n como esa.
Si de verdad quer¨ªan que todos los aspirantes a la presidencia firmaran de mil amores un compromiso de paz para el pa¨ªs, tan necesario como perentorio, no m¨¢s deber¨ªan haber afinado un poco la redacci¨®n del documento. O sea, echar mano de la admirable diplomacia vaticana para evitar que se revuelva el avispero. Sheinbaum ha sido cordial, despu¨¦s de todo. Falta que truene el presidente en el Palacio Nacional.
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