El arte mexicano mira hacia adentro: la fascinaci¨®n de una generaci¨®n por los ancestros y sus deidades
Mar¨ªa Sosa, Tania Ximena, Octavio Aguilar o Ulises Matamoros son un generaci¨®n de artistas que, usando t¨¦cnicas de la antropolog¨ªa y la historia, concentran sus obras en su propio pasado borrado por la historia colonial
![Sementera (2023). Ma¨ªces y frijoles criollos de la regi¨®n de los volcanes Iztacc¨ªhuatl y Popocat¨¦petl que forman parte de la investigaci¨®n Ecl¨ªptica Solar, de Tania Ximena.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QBRO4XOLWVGDTL53LSCELKL6FI.jpg?auth=42b9ec3cac555b22d8702e71d77ebdad908ac297e9022a12cfdd5d1a0b1544fb&width=414)
Y si la historia, esa que borr¨® las voces que desde el volc¨¢n de Toluca le hablaban a los sabedores que conoc¨ªan el clima, esa que desapareci¨® deidades prehisp¨¢nicas y las tergivers¨® en demonios, esa que volvi¨® la t¨¦cnica de los pur¨¦pechas de pulir la ca?a de ma¨ªz para hacer guardianes de la selva en Cristos, si esa historia fuera vista como un material escult¨®rico posible de modelarse, ?no podr¨ªan ser los artistas escultores de un nuevo presente, narradores simb¨®licos de una nueva historia?
Entre museos y galer¨ªas una generaci¨®n mexicana de artistas-antrop¨®logos, artistas que toman prestadas las metodolog¨ªas de investigaci¨®n antropol¨®gica e hist¨®rica, artistas-monta?istas que viven con los pueblos que narran y que empiezan a ser parte activa de las culturas ancestrales con las que trabajan, parecen tomarse la pl¨¢stica mexicana para darle otro lugar al pasado.
¡°A diferencia de lo que ocurri¨® con otras generaciones que estaban fascinadas con lo que se produc¨ªa en materia de arte en Europa y Estados Unidos, esta generaci¨®n de artistas mexicanos entre los 35 y los 45 a?os est¨¢ conscientes del enorme capital simb¨®lico de su pasado, un capital que quieren reavivar, reactivar, darle otra mirada, otra vuelta¡±, explica el curador independiente Michel Blacsube, radicado hace m¨¢s de dos d¨¦cadas en el pa¨ªs. ¡°?Por qu¨¦ raz¨®n mirar hacia otro lado si M¨¦xico tiene un pasado precolombino muy cargado y vivo? Las tradiciones no mueren en M¨¦xico, se mantienen y se entretienen por una poblaci¨®n que las vive y que las ha reactivado incluso a pesar de que hace siglos fueron prohibidas por los espa?oles. Los artistas han empezado, cual antrop¨®logos, a indagar en esas tradiciones¡±.
No es dif¨ªcil percibir esto gravitando en la escena mexicana. La artista Mar¨ªa Sosa expuso recientemente en la feria de arte Material dos Teres?chas, figuras arqueol¨®gicas de Michoac¨¢n, que eran usadas para convocar las lluvias, para proteger las casas o los cultivos y a las que se les daba leche, agua y flores. Las versiones escult¨®ricas de Mar¨ªa est¨¢n hechas en ca?a de ma¨ªz, una elecci¨®n mat¨¦rica que tiene que ver con lo que significa este tallo en la cultura pur¨¦pecha: el ma¨ªz es el origen del hombre. ¡°Hay una episodio en la fundaci¨®n de Michoac¨¢n que dice: ¡°tr¨¢ete los dioses, los que se cargan, los que son ligeros¡±, estas son deidades pur¨¦pechas que estaban hechas de ca?a de ma¨ªz, pero los colonizadores llegaron y las quemaron, pero se quedaron con la t¨¦cnica para pedirles que esculpieran Cristos. Quer¨ªa traer esas deidades, de las que poco o nada sabemos, a su cuerpo original¡±, explica Sosa. Cada una de las Teres?chas tiene una mano detr¨¢s pintada con algod¨®n te?ido de a?il que sentencian: ¡°protejan el bosque¡±, ¡°protejan la selva¡±. La invocaci¨®n de la artista es que las manos humanas le sirvan ahora a esas deidades revividas para cuidar la tierra.
¡°Mi trabajo nace de una pregunta por la violencia colonial. Si el colonialismo y los conceptos derivados de ¨¦l, como el clasismo y el racismo, hab¨ªan creado un imaginario y estaban sustentados por una imaginer¨ªa que hab¨ªa permitido que eso se perpetuara en el tiempo, ?qu¨¦ pod¨ªa yo como artista, como creadora de im¨¢genes, hacer para contrarrestar esto?¡±, se pregunta Mar¨ªa Sosa, quien en su serie Xipe recrea a partir de mantas -que son vestidos y a su vez amuletos- la deidad mesoamericana de la regeneraci¨®n, Xipe Totec. Con esos vestidos-objetos se busca renacer a un mundo que est¨¦ m¨¢s conectado con la tierra.
Las historias mexicanas no contadas
![La artista Tania Ximena trabaja murales de semillas de grandes formatos inspirados en el ritual de bendici¨®n que hacen los tiemperos de Amecameca de Ju¨¢rez y San Pedro Nexapa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UQNX7ODNFZERRB3H6JZEH55SQE.png?auth=dd66d12b873ca274efc256c03a01b7c15ceaa9b1a4e809238eec96c6e1b5cffd&width=414)
La pregunta, por su parte, que alienta el trabajo de la artista Tania Ximena, reconocida por su documental Pobo Tzu es por esa estrecha relaci¨®n que en M¨¦xico se teje entre el paisaje y lo sagrado ancestral. Tras crecer en Jalapa, viendo las majestuosas nieves del pico de Orizaba y empezar a explorar como monta?ista las faldas de los volcanes m¨¢s emblem¨¢ticos, su b¨²squeda empez¨® a circundar sobre una idea: ?C¨®mo nos volvemos a vincular con los territorios desde lo espiritual? ¡°Me hice monta?ista desde 2019 porque las monta?as en M¨¦xico son lugares sagrados. Comenc¨¦ trabajando en el Nevado de Toluca, que era un espacio para nuestros ancestros meramente rit¨²alico, era un lugar de purificaci¨®n, una cacerola gigante con lagos, que tiene muchos vestigios arqueol¨®gicos, como rayos de madera que se han conservado y se sabe que se usaban en los rituales de lluvia¡±, cuenta la artista.
Los murales de semillas de gran formato de Tania Ximena, que entre los tonos amarillos del ma¨ªz y los rojizos del frijol dibujan con perfecci¨®n las formas del Iztaccihuatl y Popocatepetl, delatan ese encuentro determinante que la artista tuvo en las monta?as con los tiemperos: meteor¨®logos tradicionales que heredaron saberes ancestrales para leer las se?ales del clima, sabedores que, desde sue?os o visiones que les llegan despu¨¦s de ser atravesasos por un rayo, crean un puente entre la naturaleza y lo humano.
¡°Para mi trabajo art¨ªstico he acompa?ado a uno de los grupos de tiemperos de Amecameca de Ju¨¢rez, y a uno de los grupos de San Pedro Nexapa. Llevo dos a?os viviendo all¨¢, para estar m¨¢s cerca del clima, de los volcanes, de ellos y de la ritualidad. Ellos tienen un calendario ritual de cosechas de todo el a?o. Ahora comienzan las ceremonias de bendici¨®n de las semillas, luego se siembra y luego se acompa?a el crecimiento de la siembra con la ceremonias de lluvia. Finalmente, se agradece cuando termina el a?o¡±, explica la artista que ha representado en sus grandes murales estos calendarios e invocaciones que se les hacen a las semillas como centro de la cosecha, del alimento, como centro de la vida.
Mar¨ªa Sosa y Tania Ximena son solo dos representantes de un grupo amplio de artistas mexicanos que ha empezado a indagar en los elementos m¨¢s enraizados, ocultos o negados, incluso, de su cultura para expresarlos en sus obras. El curador Michel Blacsube recuerda que cuando lleg¨® a M¨¦xico, a principios de los 2000, para trabajar con la colecci¨®n Jumex, estaban las estrellas del arte como Francys Alys y Gabriel Orozco, y muchas de los artistas m¨¢s j¨®venes de ese momento, buscaban ¡°de forma neur¨®tica y obsesiva¡± ser apadrinados por esos maestros famosos. ¡°Pero lo que me toc¨® con la generaci¨®n del 2018, cuando empez¨® la sexta edici¨®n del programa semillero de artistas del BBVA con el Museo Carrillo Gil, era completamente diferente: estos j¨®venes estaban emancipados de los famosos de los a?os 90 y desarrollaban sus propias tem¨¢ticas, sin ning¨²n complejo, con una total libertad de expresar lo que quer¨ªan trabajar¡±.
Los trabajos de Octavio Aguilar, en la sierra de Oaxaca, representando a Kontoy, el h¨¦roe m¨ªtico, deidad dual y protector del orden cosmol¨®gico de la cultura Ayuuk. El de Ulises Matamoros Ascenci¨®n, que pertenece a una comunidad ind¨ªgena de la mixteca poblana y en el que ha reflejado las tensiones y contradicciones de un doble habitar: ¡°en periferias y centros, en exclusiones e inclusiones¡±. La obra de Santiago Borja que trabaja en las intersecciones entre el arte, la antropolog¨ªa y la arquitectura interviniendo con tejidos ancestrales edificios emblem¨¢ticos del modernismo en el mundo, son ecos de este mirar hacia adentro que llena el arte mexicano de una especialidad que parece seducir al mundo.
La artista Mar¨ªa Sosa engloba este fen¨®meno colectivo y generacional de una bella forma: ¡°El cuerpo es un archivo, esas cosmogon¨ªas sobrevivieron en nosotros sin nombre y reconocerlas en nuestra obra es hermoso. Los saberes tradiciones, el pasado prehisp¨¢nico, es un vasto conocimiento que estamos ciegos a ver porque te dicen ¡°t¨² no eres indigena¡±, cuando puede ser un saber sanador para toda la humanidad, al final, lo universal no existe, son solo localidades hechas universales¡±.
![La artista mexicana Mar¨ªa Sosa revive deidades pur¨¦pechas que desaparecieron tras la conquista.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GYOEXACNNVGSDEZJBX3MYDEQOI.jpg?auth=aa2296a6e6b8121259762a5ad380fbe8fae89fd2723880b0197108ffdca669bd&width=414)
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