Algunos tequilas del mercado dejan a deber un caballito
La Procuradur¨ªa del Consumidor analiza los destilados presentes en el mercado y encuentra algunos escasos de contenido, irregularidades en el volumen de alcohol y falta de sellos obligatorios
El tequila, una de las bebidas m¨¢s populares y consumidas en M¨¦xico, solo por debajo de la cerveza, es el tema central de la revista de mayo que edita peri¨®dicamente la Procuradur¨ªa General del Consumidor (Profeco). En ella se analizan las marcas que existen en el mercado para verificar que cumplan con las regulaciones establecidas, como el contenido neto, contenido de alcohol, componentes vol¨¢tiles, extracto seco y aporte cal¨®rico. Fueron 52 clases de tequila las que se sometieron a estas pruebas y son cuatro las que incurren en alg¨²n incumplimiento. Profeco encontr¨® que los tequilas Olmeca Tez¨®n, Cantinero, Los Arango y Don Roberto Antiguo Tequilero incumplen las normativas, no son veraces con la informaci¨®n en su etiqueta y, por ende, recomienda no consumirlos.
La marca Olmeca Tez¨®n afirma que su contenido neto es de 750 mililitros; en realidad, contiene 729,9 mililitros. Y el tequila se sirve en peque?as dosis. En el caso del destilado Los Arango, la diferencia entre los mililitros que ofrece y los que trae es m¨¢s abrupta: se lee en la etiqueta de la botella que cuenta con 750 mililitros. Profeco afirma que la unidad solo cuenta con 650. Y el porcentaje de alcohol declarado, que es del 35%, tampoco es certero: el tequila reposado posee 34,78%.
Don Roberto Antiguo Tequilero y Cantinero, las otras dos marcas que figuran en la revista de forma negativa, tampoco ofrecen por completo lo que ofertan, aunque en un porcentaje menos escandaloso que el de Los Arango. El tequila Don Roberto contiene 1,47 litros del l¨ªquido del agave, mientras que la etiqueta presume de un litro y medio. En cuanto a Cantinero, contiene 930 de los 950 mililitros que ofrece.
Adem¨¢s, Olmeca Tez¨®n, un tequila creado en 2006, introducido en el mercado checo de la ciudad de Praga, y que su maestro tequilero, Jes¨²s Hern¨¢ndez, presume de prepararse ¡°de la manera m¨¢s antigua, m¨¢s tradicional de hacer tequila¡±, tampoco cuenta con los sellos que proh¨ªben conducir en estado de ebriedad, el consumo en menores de edad y mujeres embarazadas.
Existe una percepci¨®n entre los consumidores de que el precio es sin¨®nimo de calidad, entre m¨¢s caro sea un producto tendr¨¢ que ser mejor, se piensa. Siguiendo esta l¨®gica, es f¨¢cil equivocarse a la hora de comprar un tequila. Por ejemplo, Don Roberto Antiguo Tequilero y Cantinero, son botellas que no sobrepasan los 300 pesos (17,5 d¨®lares). Uno de los tequilas m¨¢s conocidos en M¨¦xico, Don Julio, incluido entre los alcoholes analizados y que pas¨® correctamente las pruebas, alcanza hasta los 1.000 pesos (casi 60 d¨®lares). Hasta aqu¨ª la l¨®gica hace sentido. Pero, est¨¢ tambi¨¦n El Charro, un tequila incluso m¨¢s barato que Don Roberto y Cantinero, de 235 pesos (casi 14 d¨®lares), que pas¨® todas las pruebas con aciertos.
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