Marco Verde, el ¡®plebe¡¯ de Mazatl¨¢n que entusiasma a todo M¨¦xico

La nariz desviada, la ceja izquierda con un corte, la carcajada a todo pulm¨®n. Marco Verde est¨¢ magullado, cansado, extasiado. Apenas han pasado algunos minutos de que baj¨® del ring y est¨¢ empapado de sudor. La camiseta sin mangas le pesa, el vendaje de los pu?os a¨²n est¨¢ tibio. Es el estado f¨ªsico del boxeador mexicano tras pasar las semifinales en Par¨ªs. El ni?o que so?aba con batear en las Grandes Ligas de B¨¦isbol ahora pelea en el ring montado en la arcilla de Roland Garros, en Par¨ªs. Su misi¨®n era mostrar sus mejores pu?etazos durante nueve minutos, divididos en tres rounds, en la gran final de los Juegos Ol¨ªmpicos. El objetivo ya lo alcanz¨® al asegurar una medalla, algo que su padre, tambi¨¦n boxeador, no pudo conseguir. Este viernes, tras un duro combate contra el uzbeko Asadkhuja Muydinkhujaev, perdi¨® el oro. La plata, sin embargo, premia una incipiente carrera, un nuevo rostro del boxeo mexicano.

Marco Verde (Mazatl¨¢n, 22 a?os) sab¨ªa que su padre guardaba en la memoria un recuerdo cruzado entre la alegr¨ªa y la congoja. El se?or Manuel Verde compiti¨® a los 26 a?os en sus primeros y ¨²nicos Juegos Ol¨ªmpicos en Barcelona. Ese verano de 1992 fue ¡°la experiencia m¨¢s hermosa, algo muy hermoso que sientes en el coraz¨®n¡±, como cont¨® al diario Noroeste. Pero tambi¨¦n fue una pena porque en su primera pelea contra el franc¨¦s Patrice Aouissi perdi¨® en la categor¨ªa de 81 kilogramos. As¨ª que el padre no quer¨ªa que sus hijos siguieran por ese camino ol¨ªmpico donde los pugilistas no ganan sueldos estratosf¨¦ricos hasta que abandonan el circuito amateur y se vuelven profesionales. 10 a?os despu¨¦s de su ca¨ªda en Barcelona, naci¨® Marco, a quien no quer¨ªa involucrarlo en el mundo del box.

El b¨¦isbol era el camino que quer¨ªa seguir Marco Verde. Naci¨® en la tierra donde germinan los grandes beisbolistas mexicanos. En el puerto practicaba en las ligas menores. Si algo le ayudaba era ser zurdo, una cualidad disruptiva en cualquier deporte. Pero tambi¨¦n naci¨® en el pa¨ªs de los grandes boxeadores del mundo como Julio C¨¦sar Ch¨¢vez, Sa¨²l Canelo ?lvarez, Mariana Barbie Ju¨¢rez o Juan Manuel M¨¢rquez. La sangre y el destino le llamaban desde el cuadril¨¢tero. Cuenta su padre que su hijo se maravill¨® del boxeo cuando lo empez¨® a llevar a funciones. A los 10 a?os empez¨® a practicar los jabs, ganchos y movimientos de cadera. Se puso bajo las ¨®rdenes de Radam¨¦s Hern¨¢ndez, el entrenador que a¨²n le acompa?a.

En la colonia Montuosa Marco Verde era uno de los plebes (un sin¨®nimo de joven usado en Sinaloa) del barrio. Era el proyecto a boxeador que fue escalando en la ruta amateur para competir en los torneos regionales. Empez¨® colg¨¢ndose medalla tras medalla en campeonatos en Ecuador, Canad¨¢, R¨ªo de Janeiro y en M¨¦xico. El plebe del puerto fue rebautizado como el Green, un juego de palabras por su apellido. Su primer gran campanada de ¨¦xito fue ganar el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador en 2023. El mexicano, meses despu¨¦s consigui¨® la primera meta: emular a su padre. En los Juegos Panamericanos en Santiago de Chile lleg¨® a la final, donde venci¨® al ecuatoriano Jos¨¦ Rodr¨ªguez. Esa medalla ¨¢urea tambi¨¦n se transform¨® en el boleto ol¨ªmpico para Par¨ªs 2024. As¨ª, Verde alcanzaba el anhelo ol¨ªmpico.

¡°No me cae el veinte, es dif¨ªcil, muchos me dicen ¡®?c¨®mo te sientes?¡¯, me dicen ¡®te has de sentir muy bien¡¯. No les digo nada porque estoy trabajando y trabajando, voy a entrenar, vengo a casa y vuelvo a entrenar, no tengo tiempo para pensarlo¡±, le cont¨® al periodista Rafael Moreno en noviembre de 2023. En Par¨ªs super¨® a Tiago Muxanga de Mozambique, a Dev Nishant de la India y a Lewis Richardson del Reino Unido para alcanzar una final, la primera desde Los ?ngeles 1984. Por cada triunfo hubo l¨¢grimas, gritos euf¨®ricos. ¡°Era mucha presi¨®n porque el boxeo siempre ha obtenido medallas y aqu¨ª le pude sumar otra. Estoy muy contento por eso¡±, dijo Verde al final del combate. ¡°Esto ya queda en el pasado. No me gusta confiarme, me viene un rival duro, no hay rivales f¨¢ciles¡±, cont¨® tras las semifinales.

Desde la Montuosa siguieron con alta expectativa las haza?as de Marco Green. Para la final ol¨ªmpica hubo pantallas gigantes para seguirle. Desde Sinaloa, tierra marcada por el narcotr¨¢fico y la violencia, celebraron a uno de sus hijos deportivos que consigui¨® la plata.

Ap¨²ntese gratis a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs.