Ken Salazar, el embajador amable que abandon¨® su tono conciliador contra la reforma judicial de L¨®pez Obrador
El diplom¨¢tico se distancia de la forma de actuar que ha primado en su relaci¨®n con el presidente y pone sobre la mesa las preocupaciones de Estados Unidos por la elecci¨®n de jueces por voto directo
El ¨²ltimo encontronazo entre Estados Unidos y M¨¦xico ha tenido un protagonista inesperado. Ken Salazar, la cara amable y sonriente de la diplomacia estadounidense, dej¨® atr¨¢s el tono conciliador y cauteloso que ha caracterizado su relaci¨®n con Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador e hizo evidente la incomodidad de Washington frente al proyecto de reforma del presidente mexicano al Poder Judicial, el asunto que acapara todas las miradas en la pr¨®xima legislatura del Congreso, que arranca el pr¨®ximo 1 de septiembre. Salazar lanz¨® tres dardos contra la elecci¨®n de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte por voto directo: dijo que era ¡°un riesgo para la democracia¡±, una ¡°amenaza¡± a la relaci¨®n comercial entre ambos pa¨ªses y una puerta de entrada a que el narco influya en el sistema legal.
¡°La elecci¨®n directa y pol¨ªtica de jueces, en mi punto de vista, no resolver¨¢ dicha corrupci¨®n judicial ni tampoco fortalecer¨¢ al Poder Judicial¡±, afirm¨® Salazar, vestido con su habitual sombrero vaquero, un accesorio que usa desde que creci¨® en un rancho de Colorado por costumbre y como protecci¨®n del sol, seg¨²n ¨¦l mismo. Pero no fue el ambiente distendido de otras ruedas de prensa en la residencia oficial. En punto de la una de la tarde, el embajador baj¨® por la escalinata, se quit¨® el cubrebocas y se plant¨® frente a los micr¨®fonos con un talante muchos m¨¢s serio que en otras ocasiones. El personal de la Embajada de Estados Unidos adelant¨® que el ¨²nico tema a tratar era la reforma judicial y transmiti¨® el mensaje en directo por redes sociales, otros puntos diferentes de una conferencia inusual. Casi nadie, sin embargo, anticipaba un posicionamiento tan contundente.
Hace apenas una semana, Salazar hab¨ªa rescatado varios puntos positivos de la reforma, como fijar plazos para desahogar asuntos en los tribunales, reducir el n¨²mero de ministros en la Suprema Corte y fortalecer el cuerpo disciplinario del Poder Judicial. En esa conferencia, el embajador ya hab¨ªa deslizado que no estaba convencido de la elecci¨®n por voto directo con requisitos m¨ªnimos para contender al cargo, al asegurar que ¡±cuando los jueces salen a hacer campa?a, levantar dinero y ser pol¨ªticos¡± no es un ¡°buen modelo¡±. Ya hab¨ªa hablado tambi¨¦n de que se necesitaba una judicatura ¡°fuerte e independiente¡± y de que los inversores necesitaban ¡°confianza¡±. Pero el tono fue completamente distinto. ¡°Nosotros no estamos en posici¨®n de decirle al Gobierno de M¨¦xico, a la gente, al Congreso, a los senadores, a la C¨¢mara de Diputados, qu¨¦ deben hacer¡±, declar¨® el 16 de agosto. Los argumentos, sin embargo, pasaron desapercibidos o no tuvieron el mismo impacto, por decir lo menos.
Hace tres meses, cuando el aplastante triunfo de Morena en las elecciones de junio pasado puso nerviosos a los mercados, Salazar sali¨® a dar un mensaje para tranquilizar los ¨¢nimos y moderar las se?ales de preocupaci¨®n que llegaban desde Estados Unidos. ¡°Es decisi¨®n de M¨¦xico¡±, insisti¨®. Apenas un d¨ªa antes, Brian Nichols, subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, hab¨ªa exhortado a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, a dar garant¨ªas legales a los inversores extranjeros. Como ha sido el tenor de los tres a?os que ha sido embajador, el Departamento de Estado era la mano dura y Salazar era la cara amable, aunque trabajara para el Departamento de Estado. El Departamento criticaba la situaci¨®n de Derechos Humanos en el Gobierno de L¨®pez Obrador, el trato a la prensa y los ataques a la Suprema Corte. El embajador posaba sonriente con altos funcionarios y gobernadores, se pon¨ªa el uniforme de beisbolista y visitaba las pir¨¢mides de Teotihuacan.
L¨®pez Obrador hac¨ªa esa misma distinci¨®n. ¡°Es mi amigo, un hombre bueno, sensato, amigo del presidente Biden, un pol¨ªtico muy responsable¡±, declar¨® sobre Salazar en julio de 2022. En palabras del presidente, el ¡°departamentito de Estado¡± era, en cambio, ¡°injerencista¡± y hac¨ªa ¡°bodrios¡± como el informe anual de Derechos Humanos. No era un secreto que el presidente y el embajador, apenas tres meses menor, se entienden bien. Quienes lo han tratado de cerca reconocen el car¨¢cter bonach¨®n, el desparpajo vaquero y el entendimiento del diplom¨¢tico de la importancia del carisma como instrumento pol¨ªtico. ¡°La relaci¨®n es extraordinaria¡±, dijo el mandatario en repetidas ocasiones. Este viernes, despu¨¦s de que M¨¦xico envi¨® un extra?amiento diplom¨¢tico por los comentarios, esa l¨ªnea divisoria se borr¨®. ¡°No es Ken, Ken es el vocero, es el Departamento de Estado¡±, dijo L¨®pez Obrador al tildar a su ¡°amigo¡± de ¡°prepotente¡± e ¡°imprudente¡±.
Salazar lleg¨® a M¨¦xico en septiembre de 2021 con la encomienda de reparar los puentes que se hab¨ªan ca¨ªdo durante el Gobierno de Donald Trump. Tras cuatro a?os de embestidas y amenazas del republicano, para el Gobierno de L¨®pez Obrador era crucial trasmitir la idea a Washington de que quer¨ªan un trato de iguales y no de subordinados. El embajador lo convirti¨® en un punto presente en todos sus pronunciamientos, incluso en el que intent¨® cerrar las heridas: ¡°Hemos creado una relaci¨®n sin precedentes como socios e iguales¡±. Ese ha sido el discurso en esfuerzos conjuntos como el Entendimiento Bicentenario, la Cumbre de L¨ªderes de Am¨¦rica del Norte o despu¨¦s de cada extradici¨®n de un capo.
El carisma no fue el ¨²nico cambio respecto de su predecesor, Christopher Landau. Salazar ha tenido un papel mucho m¨¢s protag¨®nico y se dio cuenta r¨¢pidamente de que tener una relaci¨®n directa con L¨®pez Obrador era capital para mantener el di¨¢logo entre ambos pa¨ªses y amortiguar las turbulencias recurrentes en la relaci¨®n bilateral. ¡°Entendi¨® que aqu¨ª la pol¨ªtica se hace en Palacio Nacional y que si hab¨ªa que resolver algo con M¨¦xico era directo con el presidente¡±, comentaba el analista Leonardo Curzio sobre Salazar en una entrevista en mayo. La ¨²ltima visita del embajador al presidente que salt¨® a los medios de comunicaci¨®n fue en julio.
Pese a las presiones y cr¨ªticas de los republicanos, Salazar tambi¨¦n comprendi¨® que muchos de los exabruptos de L¨®pez Obrador ¨Dcontra la DEA, el Departamento de Estado o la pol¨ªtica intervencionista de Estados Unidos¨D eran tolerables y de consumo interno, y que no compromet¨ªan la cooperaci¨®n del pa¨ªs en dos temas clave para Joe Biden: la crisis migratoria y el combate al narcotr¨¢fico. Incluso tras la pol¨¦mica por la detenci¨®n de Ismael El Mayo Zambada y las se?ales de que el Gobierno mexicano estaba perdiendo la paciencia ante la falta de informaci¨®n y por no ser avisado sobre el arresto, el embajador subray¨® que representaba un triunfo para ambos pa¨ªses. ¡°Continuaremos colaborando con respeto a nuestras soberan¨ªas¡±, se?al¨® al dar la versi¨®n de Washington sobre la captura, una frase que repiti¨® dos veces en el comunicado oficial.
La migraci¨®n y la guerra contra las drogas pasan ineludiblemente por M¨¦xico y est¨¢n en el centro de la campa?a en Estados Unidos, que elegir¨¢ a un nuevo presidente en noviembre pr¨®ximo. La Administraci¨®n de Biden se apunt¨® dos tantos con la captura de El Mayo, un golpe may¨²sculo pero simb¨®lico contra el narco, y la reducci¨®n de los flujos migratorios a niveles que no se hab¨ªan visto desde septiembre de 2020. Pero la contienda electoral lo sigue dominando todo.
Salazar, que fue secretario de Seguridad Interior de Barack Obama y senador por Colorado, entiende tambi¨¦n ese punto. Sabe tambi¨¦n que L¨®pez Obrador est¨¢ a un mes de cumplir su mandato y que se aproxima la llegada al poder de Sheinbaum. Tiene claro que, como cualquier embajador, su trabajo es defender los intereses de su Gobierno y as¨ª lo ha hecho: empuj¨® el aumento de las extradiciones, alz¨® la voz ante los picos de la narcoviolencia e hizo p¨²blicas sus preocupaciones sobre la reforma el¨¦ctrica de L¨®pez Obrador, por citar un ejemplo notorio. Todos esos elementos hacen dif¨ªcil de creer que sus declaraciones hayan sido un acto de improvisaci¨®n y reflejan que el embajador siempre se ha sentido c¨®modo en sus propias ambivalencias: sabe ser el polic¨ªa bueno y el malo, cu¨¢ndo acercarse o distanciarse del presidente, cu¨¢ndo hablar de la virgen de Guadalupe y cu¨¢ndo agitar el terreno pol¨ªtico.
Pese a que su mano izquierda con L¨®pez Obrador ha acaparado las miradas durante su paso por la embajada, Salazar es un pol¨ªtico curtido y de todas las confianzas del presidente Biden, su jefe y excompa?ero en el Senado y en el Gabinete de Obama. Por eso, las declaraciones van m¨¢s all¨¢ de una pol¨¦mica semanal. Son un aviso de que Estados Unidos, el principal socio comercial de M¨¦xico, tiene preocupaciones serias sobre la reforma judicial y anticipa ¡°turbulencias¡± en la integraci¨®n econ¨®mica de ambos pa¨ªses. Son una se?al, adem¨¢s, de que las preocupaciones son tan grandes que val¨ªa la pena ponerlas sobre la mesa p¨²blicamente, pese al evidente descontento de L¨®pez Obrador, que estaba pronosticado. Pese a las asimetr¨ªas de la relaci¨®n, ning¨²n presidente mexicano puede ceder expl¨ªcitamente a las presiones de Washington sobre la pol¨ªtica interna.
A partir de que se pusieron las cartas sobre la mesa, lo que sigue es diplomacia. La inc¨®gnita de fondo es sobre la salud de los canales de di¨¢logo entre ambos pa¨ªses, por los que Salazar siempre abog¨® y que L¨®pez Obrador siempre presumi¨®. ¡°?ltimamente, ha habido actos de falta de respeto a nuestra soberan¨ªa, como esta declaraci¨®n desafortunada y prepotente¡±, dijo el presidente mexicano. ¡°[La declaraci¨®n] no refleja el grado de respeto mutuo que caracteriza las relaciones entre ambos pa¨ªses¡±, se?al¨® la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores en su nota de protesta. ¡°Tengo la mayor disposici¨®n de dialogar¡±, insisti¨® el embajador estadounidense tras el ¨²ltimo cruce de declaraciones. Cada afirmaci¨®n da una versi¨®n diferente del estado de la relaci¨®n bilateral en las ¨²ltimas semanas. Est¨¢ por verse si los choques recientes por la captura de El Mayo o la reforma judicial tendr¨¢n un impacto duradero o si quedaran como un pleito entre ¡°amigos¡±.
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