Como juguetes, comida o composta: el ¨¢rbol de Navidad encuentra una forma de desecharse de forma sustentable en el zool¨®gico
Desde hace 20 a?os, parques como Africam Safari, en Puebla, o Zoofari, en Morelos, han encontrado formas de aprovechar los pinos naturales, que se descartan tras las fiestas de fin de a?o, en favor de las especies que albergan
La escena es divertida y a la vez enternecedora. Los cuidadores del parque Africam Safari, en Puebla, cargan y caminan sosteniendo en sus manos pedazos de pinos naturales. A medida que se acercan al ¨¢rea de los elefantes, estos, al notar la presencia del personal del zool¨®gico, comienzan a levantar sus trompas como se?al de espera y felicidad al ver lo que cargan. Al recibirlos, algunos de estos mam¨ªferos comienzan a jugar con los retazos, mientras que otros los despedazan para comer pedazos de ramas y hojas que a¨²n se mantienen relativamente frescas. Los ¨¢rboles provienen de distintos hogares que, tras el final de las fiestas navide?as, encuentran un segundo uso para ser desechados de forma sustentable.
La campa?a del parque de conservaci¨®n de vida silvestre en Puebla, que se viene realizando desde hace 20 a?os, naci¨® con el objetivo de que los ¨¢rboles que se usan durante las fiestas decembrinas no terminen en el relleno sanitario o abandonados en lotes bald¨ªos o en la calle, motivo por el que se busca darles un uso sustentable y para actividades de enriquecimiento del comportamiento animal.
¡°Los pinitos de Navidad llegan al parque, se limpian, dependiendo de la actividad que se vaya a utilizar, se pueden cortar en trozos o dejar enteros. Y se le proporciona a los animales para que jueguen y gasten energ¨ªa. O tambi¨¦n para que lo mastiquen. No propiamente como un alimento, sino m¨¢s bien como una botana. Para ellos es interesante, porque representa un sabor completamente diferente al cotidiano¡±, afirma Gloria Rodr¨ªguez, supervisora de seguridad y medioambiente en Africam Safari.
Por cada abeto que se entrega a Africam Safari en los puntos de acopio, el parque obsequia un cup¨®n para que dos personas puedan visitar sus instalaciones. La recolecci¨®n de pino se realizar¨¢ hasta el 15 de febrero. Estos ¨¢rboles favorecen a especies como los chimpanc¨¦s, leones, elefantes, bisontes, a diferentes tipos de ant¨ªlopes, venados, pecar¨ªes, entre otros.
Otros de los usos para los ¨¢rboles de Navidad en Africam Safari son para que algunas aves aniden; o tambi¨¦n para retirar las ramas y elaborar composta como mejorador de suelo en los terrenos alrededor del parque y en la regi¨®n natural de Valsequillo para regenerar el suelo y la vegetaci¨®n. ¡°Tambi¨¦n utilizamos los troncos para formar barreras. Estas nos permiten retener la superficie para evitar la erosi¨®n h¨ªdrica principalmente del suelo¡±, complementa Rodr¨ªguez.
Retorno de los insumos al proceso productivo
En el Centro de Conservaci¨®n Zoofari, en Cuernavaca, Morelos, tambi¨¦n han adoptado esta misma iniciativa desde hace aproximadamente 10 a?os. Inicialmente, la socializaban solo entre los colaboradores de la instituci¨®n, pero este a?o decidieron hacerla accesible al p¨²blico que entregue su abeto en el parque Barranca Chapultepec, para recibir un acceso gratis a sus instalaciones.
¡°El contar con ¨¢rboles de Navidad secos nos es de gran ayuda porque es un complemento para el ramoneo [cortar o hacer podas de ciertos ¨¢rboles]. Los animales gozan y lo disfrutan mucho, porque es un aroma diferente y solo les ofrecemos una vez al a?o. Adem¨¢s ofrecemos una soluci¨®n para que no acaban abandonados sin saber qu¨¦ hacer con ellos¡±, explica Marcos Oteiza, director de Zoofari.
La recomendaci¨®n de Oteiza para los que quieran colaborar, que pueden hacerlo hasta el 30 de enero, es que, desde luego, sea un ¨¢rbol natural, que no venga pintado, ya que algunos son decorados con pintura blanca, que no lleve adornos, ni alambres, clavos, o ganchos. ¡°Nada que pudiera da?ar a los animales que vayan a consumirlo¡±, a?ade.
Desde que comenz¨® la campa?a hace dos d¨¦cadas en Puebla, en Africam Safari calculan que se han recuperado m¨¢s de 120.000 ¨¢rboles. La meta que se han fijado este a?o es intentar recolectar al menos 5.000 pinos. Seg¨²n la Comisi¨®n Nacional Forestal, en 2024 se comercializaron m¨¢s de un mill¨®n de ¨¢rboles para las fiestas decembrinas, de los cuales 200.000 provienen de plantadores mexicanos, mientras que el resto son importados de Estados Unidos y Canad¨¢.
De acuerdo con la Organizaci¨®n No Gubernamental One Tree Planted, un abeto natural que termina como abono, en astillas o como le?a para fogata, genera 3,5 kilogramos de huella de CO2; o casi lo que equivale un recorrido de 14 kil¨®metros en la l¨ªnea 4 de Metrob¨²s, en Ciudad de M¨¦xico, desde la estaci¨®n de Buena Vista a la parada de San L¨¢zaro, en la alcald¨ªa Venustiano Carranza, seg¨²n datos de un informe de El Poder del Consumidor.
Roberto Lindig, especialista en restauraci¨®n ambiental en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, hace hincapi¨¦ en la importancia de pensar en todo el ciclo de vida del ¨¢rbol de Navidad. No s¨®lo en su producci¨®n y su venta, sino qu¨¦ se va a hacer con ¨¦l. ¡°Si se arroja a este a un basurero de relleno sanitario, no es el mejor uso que se puede dar de ese ¨¢rbol. No se puede convertir en productos ¨²tiles y yo creo que establecer esa cadena de aprovechamiento ser¨ªa muy importante¡±, dice.
Sin embargo, si ese ¨¢rbol natural no es desechado apropiadamente y termina descomponi¨¦ndose en un basurero, su huella se incrementa significativamente a 16 kilogramos. ¡°Es muy valiosa esta actividad y cada a?o se suman diferentes municipios. El objetivo es buscar un retorno de los insumos naturales al proceso productivo. Al separar los arbolitos del proceso de desecho en un deposito sanitario se genera menos da?o al medio ambiente. Es como una econom¨ªa circular¡±, finaliza Rodr¨ªguez.