La osa Xin Xin, el ¨²ltimo panda mexicano
Es el ¨²nico ejemplar en el mundo que no ha nacido en China. Vive en Ciudad de M¨¦xico y es hija de la famosa osa Tohui a la que Yuri le dedic¨® una canci¨®n en los a?os 80
Un hombre contempla con ojos curiosos al panda que busca descansar en su hamaca antes de que el sol se termine de colocar en cenital y haga insoportable el calor. Hace como que no escucha, pero est¨¢ atento a lo que Fernando Gual Sill, m¨¦dico veterinario zootecnista y director general del zool¨®gico de Chapultepec, dice sobre Xin Xin e interrumpe en cuanto se hace un silencio. ¡°Es la primera vez que escucho que en esta especie hay hembra y macho. ?Verdad que los pandas, o las jirafas, son hermafroditas? No hay ¡®pandos¡¯ ni ¡®jirafos¡¯, se reproducen entre ellos¡±. Gual Sill se r¨ªe y le responde ¡°vaya a ver a las jirafas, all¨ª se le ve que una es macho y otra hembra¡±. La discusi¨®n dura diez minutos. Es acalorada por parte del visitante y graciosa por parte del especialista.
Una hora antes, una familia de Mexicali, que fue solamente para ver el panda, afirma con tono dudoso, ¡°son torpes, ?no?¡±. El director se vuelve a re¨ªr. ¡°Son tan carism¨¢ticos y cuando son beb¨¦s son tan activos que, igual que un ni?o, suben y bajan, se deslizan en la resbaladilla y se caen; bueno, aqu¨ª se trepan a un ¨¢rbol y a veces se les rompe la rama y caen. Pero es eso¡±, concluye el zootecnista.
El panda en Chapultepec no es cualquier cosa. Su nombre es Xin Xin, que significa esperanza, ¡°la esperanza que tenemos de que la especie, los pandas gigantes, se conserven y sobrevivan a las amenazas¡±, dice el director general del zool¨®gico. Es cr¨ªa de un legado importante y ¨²nico. En 1975, China regal¨® una pareja de pandas a distintos pa¨ªses, entre ellos Estados Unidos, Rusia e Inglaterra, por mencionar algunos. A M¨¦xico llegaron Pe Pe y Ying Ying el 10 de septiembre, ambos ten¨ªan un a?o de vida. Este par tuvo siete cr¨ªas, una de ellas fue, precisamente, la mam¨¢ de Xin Xin y el panda m¨¢s famoso en la historia de M¨¦xico por una canci¨®n que le dedic¨® Yuri en 1982: Tohui.
No queda mucho en la herencia de esas legendarias parejas m¨¢s que el panda gigante de Chapultepec. M¨¦xico es el ¨²nico pa¨ªs que posee una cr¨ªa de esas parejas y Xin Xin es el ¨²nico ejemplar en el mundo que no es de origen chino y pronto ser¨¢ el ¨²nico panda en el continente americano. En noviembre de 2023, Washington subi¨® a sus tres ejemplares a un Boeing 777 y los mand¨® a China. El zool¨®gico de Atlanta tambi¨¦n tendr¨¢ que devolver sus ejemplares a finales de 2024.
La expectativa de vida de esta especie es de 20 a?os, pero Xin Xin est¨¢ por cumplir los 34. ¡°En general, los animales bajo cuidado profesional en un zool¨®gico llegan a vivir m¨¢s que en vida silvestre porque eliminamos muchas amenazas: predadores, cambios de clima extremos, falta de agua, falta de lluvia, falta de alimento¡±. Hasta 2022, este panda viv¨ªa con su t¨ªa Shuan Shuan, que muri¨® a los 35 a?os. ¡°Hay personas a las que no les gusta que estos animales est¨¦n en zool¨®gicos¡±, comenta Gual Sill, ¡°sin embargo, hemos aportado a la conservaci¨®n de muchas especies que no existir¨ªan si no fuera por zool¨®gicos y centros de reproducci¨®n. Gracias a eso el panda gigante se est¨¢ recuperando y se ha movido de casi extinto, en vida silvestre, a una clasificaci¨®n de vulnerable¡±.
Xin Xin, de pasaporte mexicano, oriunda de Ciudad de M¨¦xico, no puede ser reclamada por el pa¨ªs asi¨¢tico, a diferencia de Tian Tian, que habitaba en Washington, o Lun Lun y Yang Yang, residentes temporales en Atlanta, que eran pandas cedidos por la diplomacia china bajo un contrato definido. Pero el panda mexicano no vivir¨¢ por siempre. Est¨¢ a un a?o igualar la longevidad de Shuan Shuan y se vislumbra de a poco el final. El zool¨®gico de Chapultepec se quedar¨¢ sin su panda gigante cuando ese d¨ªa llegue y lo que pase en el futuro ¡°depende de la embajada de la Rep¨²blica Popular China¡±, dice Gual Sill con la mirada perdida. ¡°Hemos platicado con el embajador y con los funcionarios del inter¨¦s que tenemos de seguir participando en la conservaci¨®n del panda, pero eso depender¨¢ de China¡±. Se nota el cari?o que le tiene el m¨¦dico veterinario zootecnista y director del parque a la ¨²ltima descendiente. La mira con ojos sonrientes y se emociona explicando c¨®mo la gente confunde su curiosidad por torpeza.
¡°Lo importante ahora es que la gente aproveche y venga a conocer a Xin Xin¡±, dice Gul Sill. ¡°Tenemos la fortuna de conocer un panda vivo y cerca de nosotros¡±. Eso es lo valioso de los zool¨®gicos, que fomentan la conservaci¨®n de las especies y crean en los visitantes una experiencia inolvidable, a?ade el m¨¦dico veterinario. ¡°Los ni?os se asoman y se asombran, ven un animal vivo, lo sienten, observan c¨®mo se comportan. Yo recuerdo de ni?o c¨®mo ven¨ªamos a formarnos aqu¨ª horas para ver a Tohui¡±, concluye. Ahora pasa horas supervisando que los animales que alguna vez vio, vivan en las mejores condiciones posibles.
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