No convirtamos al BID en el BAD
Es fundamental evitar la politizaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo que es, y debe continuar siendo, el brazo financiero y t¨¦cnico de la regi¨®n
¡°La interpretaci¨®n de nuestra realidad con esquemas ajenos solo contribuye a hacernos cada vez m¨¢s desconocidos, cada vez menos libres, cada vez m¨¢s solitarios¡±
-Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. La soledad de Am¨¦rica Latina (1982)
En junio de este a?o, la Administraci¨®n Trump sorprendi¨® con la nominaci¨®n de Mauricio Claver-Carone para dirigir al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estados Unidos quebr¨® as¨ª la regla no escrita que establece que el Banco deber¨ªa ser encabezado por un latinoamericano. Coloc¨® a nuestra regi¨®n en una disyuntiva y agreg¨® un factor de divisi¨®n, amenazando con romper los consensos a los que se llegan con mucha dificultad.
El BID tiene sus or¨ªgenes en la Primera Conferencia Panamericana de 1890 y se materializ¨® en 1959 con el impulso del entonces presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower. Desde su creaci¨®n se concibi¨® como un banco regional, con sede en Washington, pero dirigido por los pa¨ªses de los que se ocupa. Es as¨ª que el BID ha tenido cuatro presidentes latinoamericanos: el chileno Felipe Herrera (1960-1970); el mexicano Antonio Ortiz Mena (1971-1988); el uruguayo Enrique V. Iglesias (1988-2005) y el colombiano Luis Alberto Moreno (2005-actualidad).
El BID ha tenido un papel hist¨®rico desde su fundaci¨®n. Durante los ¨²ltimos 61 a?os el Banco ha financiado m¨¢s de 260.000 millones de d¨®lares a los 26 pa¨ªses prestatarios de Am¨¦rica Latina, con el objetivo de aliviar la pobreza y promover el desarrollo econ¨®mico. En la actualidad, cuando atravesamos por una de las peores crisis econ¨®micas, el BID est¨¢ llamado nuevamente a desempe?ar un papel hist¨®rico.
Un enemigo invisible ha provocado la peor pandemia en tiempos modernos y su epicentro actualmente es Am¨¦rica Latina. La Cepal pronostica una ca¨ªda en el PIB regional de 9,1% en este a?o, cifra nunca antes vista. En este escenario, el BID debe tener un papel fundamental como fuente de financiamiento para la regi¨®n, ampliando a¨²n m¨¢s sus cr¨¦ditos para impulsar la recuperaci¨®n. Para ello, ser¨¢ clave que sea dirigido por un latinoamericano con s¨®lida formaci¨®n, y que tenga una profunda sensibilidad de las necesidades y particularidades de la regi¨®n.
En este contexto, es fundamental evitar la politizaci¨®n del BID. Tenemos en la regi¨®n una amplia infraestructura institucional: en la OEA dirimimos asuntos pol¨ªticos, la Celac es el mecanismo de cooperaci¨®n y concertaci¨®n de los 33 pa¨ªses latinoamericanos y el BID es, y debe continuar siendo, el brazo financiero y t¨¦cnico de la regi¨®n. Es importante que se mantenga este equilibrio y, por la magnitud de los retos que debe afrontar el BID, se necesitar¨¢ que sus decisiones se basen en s¨®lidas consideraciones econ¨®micas y financieras, no en ideolog¨ªas.
La postura de M¨¦xico respecto a la elecci¨®n en el BID es clara: respetar la tradici¨®n y que el pr¨®ximo presidente sea latinoamericano. En la diplomacia, las reglas no escritas son tan fuertes como las codificadas y son fuente de Derecho Internacional. Romper el precedente es disruptivo para el equilibro regional que ha permitido la funcionalidad de la instituci¨®n. Por otro lado, M¨¦xico apuesta por el sur ¨Cmotivo por el cual asumi¨® la presidencia pro tempore de la Celac¡ª y, en congruencia, lucha para que la regi¨®n preserve importantes espacios. Por ello, M¨¦xico ha manifestado su apoyo a Gustavo B¨¦liz de Argentina, quien tiene amplias credenciales y experiencia en el Banco, adem¨¢s de que ser¨ªa la primera vez que ese organismo est¨¦ dirigido por un argentino, una de las principales econom¨ªas de nuestra regi¨®n.
Es importante aclarar que esta postura no implica un diferendo con Estados Unidos, con quien mantenemos una excelente relaci¨®n, misma que recientemente se refrend¨® con la visita del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador a Washington D.C. Consideramos que los pa¨ªses del banco para el desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe deben ser los que lo dirijan y as¨ª mantener el equilibrio con respecto a los socios con mayor poder de voto.
La sede del BID ya se encuentra en Washington y ese pa¨ªs ostenta el 30% del poder de voto. Por el bien de Am¨¦rica Latina y de la instituci¨®n misma, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no puede convertirse en el ¡°Banco Americano de Desarrollo¡± (BAD).
Maximiliano Reyes Z¨²?iga es subsecretario para Am¨¦rica Latina y el Caribe de la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores de M¨¦xico.
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