AMLO, el dem¨®crata camuflado
El presidente ha mandado al diablo a las instituciones, pero en ¨²ltima instancia las ha respetado una y otra vez en los momentos decisivos
Contra lo que se piensa, sostengo que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador es un dem¨®crata, aun cuando sea un dem¨®crata camuflado. Sus severos ataques verbales en contra de las instituciones aut¨®nomas, los jueces o la prensa, en realidad, no van acompa?ados de una movilizaci¨®n popular, de intervenciones fiscales inventadas, de alguna prohibici¨®n unilateral, ya no digamos de un acto de represi¨®n. Ciertamente el presidente ha intentado, como lo hicieron sus predecesores, imponer, doblar o neutralizar a los otros poderes para ampliar los m¨¢rgenes del Ejecutivo y por esa v¨ªa la consecuci¨®n de sus proyectos. La gran diferencia es que AMLO lo hace de manera abierta, estent¨®rea y verbalmente belicosa.
Tiende a soslayarse que los presidentes anteriores dieron tantos manotazos como pudieron a los ¨®rganos ¡°democr¨¢ticos¡±, quiz¨¢ porque lo hicieron mientras pronunciaban discursos hip¨®critas sobre el respeto a las sacrosantas instituciones. Felipe Calder¨®n y Enrique Pe?a Nieto movilizaron a sus partidos para conseguir personeros en el INE, antes IFE, en clara traici¨®n a la autonom¨ªa del ¨¢rbitro electoral que juraban respetar. Estos mandatarios tambi¨¦n buscaron una Suprema Corte a modo, ?o c¨®mo entender convertir en ministro a un miembro del Gabinete como Eduardo Medina Mora? Pueden irritar las rasposas expresiones que AMLO dirige al Coneval, al INEGI o a cualquier otro ¨®rgano independiente cuando sus reportes contravienen sus ¡°otros datos¡±, pero son tanto o m¨¢s graves actos como el de Jos¨¦ Antonio Meade, el ¡°honesto y moderno¡± exsecretario de Hacienda, quien impuso a una empleada, que ni los requisitos cumpl¨ªa, como consejera del INEGI.
L¨®pez Obrador ha mandado al diablo a las instituciones, pero en ¨²ltima instancia las ha respetado una y otra vez en los momentos decisivos. En 2006, tras perder oficialmente por 0,5% de los votos, pero convencido de que hab¨ªa sido v¨ªctima de un fraude, canaliz¨® pac¨ªficamente los actos de protesta. A sus ojos no pod¨ªa existir mayor agravio que ser despojado ilegalmente de la presidencia y, no obstante, mantuvo a raya los impulsos radicales de los muchos que exig¨ªan una respuesta severa o, incluso, violenta.
Esta semana est¨¢ reaccionando de la misma manera en momentos en que tribunales e instancias paralelas al Gobierno federal han golpeado sus proyectos. El Tribunal electoral cancel¨® en definitiva las candidaturas de los elegidos por Morena a las gubernaturas de Guerrero y Michoac¨¢n y elimin¨® la posibilidad de futuras sobrerrepresentaciones del partido mayoritario en las c¨¢maras. Lo primero tiene un alcance m¨¢s emocional que pol¨ªtico, porque Morena est¨¢ en condiciones de ganar con los candidatos que sustituyan a los sancionados; pero lo segundo afecta severamente el ansiado objetivo de alcanzar mayor¨ªas calificadas para conseguir los cambios jur¨ªdicos que requiere la consolidaci¨®n de la 4T.
Y, no obstante, en la ma?anera de este mi¨¦rcoles pidi¨® categ¨®ricamente acatar la ley. ¡°A pesar de este agravio, yo invito a todos los ciudadanos de Guerrero y de Michoac¨¢n a seguir adelante, a seguir participando, a no desmoralizarse, porque estos golpes llevan tambi¨¦n ese prop¨®sito de desmoralizarnos, desanimarnos. No, hay que echarse para adelante. Debe tambi¨¦n, lo subrayo, respetarse el veredicto, la sentencia, porque tenemos nosotros que apostar a la democracia y un acto como el de ayer, arbitrario, lleva un componente adicional: es un acto de provocaci¨®n y lo que quieren es subvertir el orden legal, la paz, la tranquilidad. Entonces, no engancharse, no caer en la provocaci¨®n, aceptar el resultado, sustituir candidatos y adelante, pero no caer en la provocaci¨®n de la confrontaci¨®n y de la violencia, seguir luchando de manera pac¨ªfica¡±.
Sus declaraciones tienen m¨¦rito porque ¨¦l ha se?alado que cuando la ley y la justicia se contraponen, lo ¨¦tico es actuar con justicia. Y aunque seguramente ¨¦l considera que es injusto que eliminen a sus candidatos, decide someterse a la ley. Me parece que, a pesar de la reiterada acusaci¨®n que L¨®pez Obrador ha recibido de parte de sus cr¨ªticos de ser un hombre autoritario e incluso desp¨®tico, en las coyunturas importantes el presidente ha optado por el respeto al entramado legal. Pese a su agresividad verbal se trata de un pol¨ªtico responsable que intenta cambiar por v¨ªa pac¨ªfica y medios institucionales un r¨¦gimen que considera injusto.
No hay que olvidar que AMLO llega al poder como una expresi¨®n de amplios sectores irritados con el orden vigente. Hay un M¨¦xico bronco crecientemente exasperado que ha venido expres¨¢ndose de manera cada vez m¨¢s exaltada: desde comunidades dispuestas a tomarse la justicia por propia mano (linchamientos o guardias auto armadas) hasta acciones de saqueo espont¨¢neo, bloqueos e invasiones. Exist¨ªa el riesgo de que L¨®pez Obrador echara mano de coartadas de orden ideol¨®gico, para emprender un cambio de r¨¦gimen con medidas dr¨¢sticas, presumiblemente justificadas por razones sociales. Y, sin embargo, se ha movido de acuerdo al entramado institucional, aun cuando no est¨¦ de acuerdo con buena parte de su funcionamiento o su legitimidad. Y esa, justamente, es otra forma de definir a un dem¨®crata.
Hay un M¨¦xico bravo y resentido, insisto, y el hecho de que por vez primera tuviese un representante en Palacio Nacional podr¨ªa haberse traducido en una actitud arrebatada y arrebatadora. Hasta ahora lo ¨²nico arrebatado realmente en L¨®pez Obrador han sido sus frases. Sus iniciativas o sus decisiones en materia presupuestal pueden ser objeto de controversia en la opini¨®n p¨²blica, pero responden a los ¨¢mbitos de su competencia y lo ha hecho a trav¨¦s del marco legal. Y por lo dem¨¢s con el respaldo leg¨ªtimo y pol¨ªtico de un voto mayoritario que ped¨ªa un cambio. Nada que otro Gobierno no pueda, tambi¨¦n dentro de sus atribuciones, desanudar si cuenta con el apoyo pol¨ªtico y social.
M¨¢s all¨¢ de la polvareda del debate p¨²blico, en el que ambas partes no ahorran ep¨ªtetos y descalificaciones, lo que est¨¢ en marcha es un intento de cambio de r¨¦gimen en respuesta a los problemas de M¨¦xico. Puede tener aciertos y desaciertos, pero, contra lo que se dice, hasta ahora se trata de una reforma pac¨ªfica y responsable.
@jorgezepedap
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