A d¨®nde va el PRI
En el Estado de M¨¦xico se jugar¨¢ mucho m¨¢s que una gubernatura: una derrota del PRI marcar¨ªa el inicio de una hegemon¨ªa del lopezobradorismo
Si el a?o entrante el PRI pierde el Estado de M¨¦xico estar¨¢ liquidado. Ganar esa entidad no garantiza futuro concreto para el partido que gobern¨® la Rep¨²blica Mexicana m¨¢s de 70 a?os, pero una derrota ah¨ª tendr¨ªa tal peso simb¨®lico que har¨ªa imposible el desmoronamiento de la organizaci¨®n surgida para aplacar y agrupar a los ganadores de la revoluci¨®n de 1910. Todos los priistas est¨¢n conscientes de eso, pero hasta hoy no parecen tener lista su estrategia de salvaci¨®n.
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Si el a?o entrante el PRI pierde el Estado de M¨¦xico estar¨¢ liquidado. Ganar esa entidad no garantiza futuro concreto para el partido que gobern¨® la Rep¨²blica Mexicana m¨¢s de 70 a?os, pero una derrota ah¨ª tendr¨ªa tal peso simb¨®lico que har¨ªa imposible el desmoronamiento de la organizaci¨®n surgida para aplacar y agrupar a los ganadores de la revoluci¨®n de 1910. Todos los priistas est¨¢n conscientes de eso, pero hasta hoy no parecen tener lista su estrategia de salvaci¨®n.
En la acera de enfrente, en cambio, est¨¢n prestos para liquidar al PRI. En tan solo una semana Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha ejecutado una serie de movimientos pol¨ªtico-judiciales que mucho complican la vida al Revolucionario Institucional. Desde distintos frentes el presidente ha lanzado embates que vulneran tanto a iconos del priismo como las posibilidades de una alianza opositora en el Estado de M¨¦xico. Palacio Nacional mand¨® el mensaje a la oposici¨®n de que, en efecto y dado que eso quer¨ªan, habr¨¢ tiro.
Esta semana el oficialismo ha destapado a la maestra Delfina G¨®mez como candidata a la gubernatura mexiquense. Lo importante es el contexto en que ha ocurrido la revelaci¨®n de un abanderamiento morenista que toda la clase pol¨ªtica descontaba. La todav¨ªa secretaria de Educaci¨®n P¨²blica volver¨¢ a competir por el Palacio de Gobierno de Toluca, pero en esta ocasi¨®n AMLO pondr¨¢ en esa campa?a todos los recursos del Estado, incluidas ¡ªpor lo visto¡ª pesquisas judiciales en contra de priistas y panistas.
La noticia el jueves de que Delfina G¨®mez ser¨¢ candidata al Edomex lleg¨® un par de d¨ªas despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica informara que se alista a judicializar una acusaci¨®n en contra del expresidente Enrique Pe?a Nieto, lo que supondr¨ªa un paso in¨¦dito en la historia del pa¨ªs y un golpe directo en el coraz¨®n del priismo mexiquense.
Son tres las carpetas de investigaci¨®n que la FGR tiene en contra de quien le cedi¨® la banda presidencial a L¨®pez Obrador en 2018. Esas indagatorias pender¨¢n de aqu¨ª al a?o entrante como una espada de Damocles imposible de obviar por, antes que nadie, Alfredo del Mazo, gobernador del Edomex y pariente del exmandatario que hoy habita en Espa?a.
El amago judicial en contra de uno de los suyos puede por supuesto galvanizar a la clase pol¨ªtica de Atlacomulco, que sabe que la elecci¨®n del a?o entrante no est¨¢ decidida, que Delfina no luce como una candidata imbatible, y que los triunfos mexiquenses de PRI y PAN en las intermedias del 2021 son argumentos para albergar ilusiones de que Morena podr¨ªa sufrir una sonora derrota en el Estado de M¨¦xico.
Pero si el golpe de ese anuncio de la FGR cimbr¨® al priismo en el plano medi¨¢tico, el oficialismo cerr¨® la pinza al lanzar otras pesquisas en contra de figuras del panismo de Ciudad de M¨¦xico, una operaci¨®n que complica las posibilidades de que PRI y PAN logren la prometida ¡ªy prometedora para sus objetivos¡ª alianza en la elecci¨®n del primer domingo de junio de 2023.
El s¨¢bado de la semana pasada el Gobierno de Claudia Sheinbaum lanz¨® una tarascada al PAN capitalino, al que acusa de haberse convertido en un ¡°cartel inmobiliario¡±. La detenci¨®n ese d¨ªa de un importante exfuncionario de la alcald¨ªa de Benito Ju¨¢rez ¡ªcon dos d¨¦cadas en manos panistas¡ª y el posterior anuncio de que buscan aprehender al que por 12 a?os fuera secretario de Obras de esa demarcaci¨®n, ambos acusados de apropiarse y explotar decenas de inmuebles, ha pegado en la l¨ªnea de flotaci¨®n del panismo nacional.
La Benito Ju¨¢rez es el coto de poder desde donde Jorge Romero, actual l¨ªder de los diputados federales panistas y jefe pol¨ªtico de los hoy requeridos por la justicia, ha construido una influencia sin la cual no se entiende la presidencia panista de Marko Cort¨¦s; porque Romero, cuyos m¨¦ritos son una labia pegajosa, controlar padrones de militantes y una capacidad para llegar a acuerdos que han sido cuestionados por propios y extra?os, es visto como quien apuntala a Cort¨¦s y como quien ha de sucederle.
Cuando la Fiscal¨ªa General de Justicia de Ciudad de M¨¦xico toc¨® con sus pesquisas a los dedos chiquitos de Romero en la Benito Ju¨¢rez, en un caso que todav¨ªa dar¨¢ mucho de qu¨¦ hablar, sab¨ªa que hab¨ªa lanzado un golpe a la mand¨ªbula de Marko Cort¨¦s, que no aguant¨® ni el primer round sin mandar un mensaje que abona a las posibilidades de Morena en el Edomex.
Antes de que concluyera la semana, Cort¨¦s public¨® algo en Twitter que es imposible no leer como una petici¨®n de tregua. En ocasi¨®n del destape de Delfina, el viernes el l¨ªder panista escribi¨® que ¡°Morena premia a delincuentes. Delfina G¨®mez rob¨® dinero de trabajadores para su campa?a en Texcoco y L¨®pez Obrador la recompensa con una candidatura para Edomex. Frente al cinismo y corrupci¨®n, estamos listos con quien ha demostrado que sabe ganar y gobernar: Enrique Vargas¡±.
Si algo caracteriza a los priistas mexiquenses es el cuidado de las formas. Son adictos a los rituales y a engoladas cortes¨ªas. Que el presidente del PAN atropelle con un mensaje as¨ª las posibilidades de una alianza (que no menciona) con el PRI en el Edomex solo puede ser le¨ªdo como producto de la desesperaci¨®n. Cort¨¦s quiere que Palacio Nacional sepa que est¨¢ listo a pactar impunidad para su aliado Romero, y que no le importa que el precio sea romper las posibilidades de que el PRI y Acci¨®n Nacional vayan juntos el a?o entrante.
Vargas es un pol¨ªtico que, encima, resulta intransitable para el gobernador Del Mazo, que le ha combatido personalmente, pues ambos provienen del municipio de Huixquilucan, un municipio conurbado a la ciudad de M¨¦xico del que respectivamente han sido alcaldes.
Desde hace meses la alianza en el Edomex es el tema que desvela a panistas y priistas. Esa negociaci¨®n se volvi¨® m¨¢s central luego de los resultados de las elecciones estatales de junio pasado, donde la alianza opositora pudo salvar el orgullo al quedarse con dos de las seis gubernaturas en juego. ¡°Hay tiro¡±, salieron a decir sincronizadamente los l¨ªderes de PAN y PRI a pesar de tan magro balance. Pero esos comicios s¨ª dejaron claro que el ir separados en las dos elecciones del 2023 representa minimizar sus posibilidades de ganar.
Coahuila y Estado de M¨¦xico est¨¢n desde siempre en manos del PRI. Son Estados muy distintos con algo en com¨²n: no saben lo que es la alternancia partidista a nivel gubernatura. Otra cosa en com¨²n es que sus actuales gobernadores est¨¢n bien posicionados frente a sus gobernados y en el PRI.
Y con sus distintos estilos ¡ªm¨¢s directo el coahuilense Miguel Riquelme, m¨¢s ceremonioso Del Mazo¡ª no han tenido dram¨¢ticos choques con el presidente L¨®pez Obrador, como los que vivieron el gobernador panista Francisco Garc¨ªa Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, o el exmandatario perredista Silvano Aureoles, de Michoac¨¢n.
Riquelme y Del Mazo encarnan tambi¨¦n el t¨ªpico gobernador priista. Son jefes absolutos de Gobierno y partido en su entidad. Son independientes incluso de quien en su momento los puso en la candidatura. Y se asumen como los ¨²nicos responsables de la elecci¨®n de la persona que ha de competir bajo las siglas del PRI para sucederles en el puesto.
Riquelme tiene listo a su delf¨ªn, un exalcalde de Saltillo que ahora se placea en el puesto de secretario de Desarrollo Social. Manuel Jim¨¦nez es el nombre de quien todos ven como favorito de ese gobernador, y solo est¨¢n a la espera de que los tiempos lleguen para que, incluso los panistas, abracen tal candidatura para enfrentar a Morena, que por su parte no ha terminado de decidir si lanza al subsecretario de Seguridad Ricardo Mej¨ªa o a alguien como el senador Armando Guadiana, quien perdi¨® frente a Riquelme hace cinco a?os.
En contraste, la sucesi¨®n en el Estado de M¨¦xico luce atascada. El panista Enrique Vargas lleva meses pujando para presentarse como la carta m¨¢s competitiva, con o sin alianza opositora. El exalcalde de Huixquilucan y actual diputado local se ha convertido en la piedra en el zapato de las posibilidades de concretar tersamente, y de manera pronta, una candidatura prianista.
Un problema a?adido es que Del Mazo tampoco parece listo para destapar a la mujer que ha de abanderar las posibilidades priistas de retener el Estado. El gobernador tiene dos opciones en su partido, la propia y la ajena.
Alejandra del Moral forma parte de su Gabinete ¡ªluego de ser jefa del PRI ahora es secretaria de Desarrollo Social, puesto t¨ªpico para hacer lucir a alguien¡ª, mientras que Ana Lilia Herrera ¡ªdiputada federal, exalcaldesa de Metepec y excolaboradora de varios gobernadores mexiquenses¡ª aspira a ser premiada por su solidez ¡ªnunca ha perdido una elecci¨®n¡ª y por el respaldo que goza por parte de m¨²ltiples grupos.
Del Mazo tendr¨¢ que definir qu¨¦ conviene, si la candidata que tiene m¨¢s cercana a su simpat¨ªa o la que parece mejor dispuesta para una campa?a donde se trata de quitarle votos a Morena en el territorio, espacio que luce m¨¢s favorable a la diputada Herrera.
El actual gobernador una vez fue v¨ªctima de un c¨¢lculo similar. En 2011 gobernaba el Estado su pariente Enrique Pe?a Nieto. EPN se decant¨® por Eruviel ?vila, un pol¨ªtico que se impuso a pesar de que ven¨ªa de un espacio ajeno al gobernador ¡ªla alcald¨ªa de Ecatepec. Del Mazo se qued¨® en el camino y debi¨® de esperar seis a?os a que le tocara ser destapado en una sucesi¨®n en la que, parad¨®jicamente, la favorita del gobernador era Ana Lilia Herrera. ?Qu¨¦ har¨¢ en esta ocasi¨®n el mandatario priista?
La respuesta a esa interrogante es crucial para las posibilidades de que el PRI tenga vida m¨¢s all¨¢ del sexenio de L¨®pez Obrador.
Porque antes a¨²n de que la discusi¨®n sea si hay o no alianza en el Estado de M¨¦xico, el Revolucionario Institucional ha de mostrar si a¨²n tiene vivo el instinto de disciplina y unidad que tantas victorias le dio en el pasado.
El PRI est¨¢ hoy desunido. No ha podido resta?ar las heridas que Pe?a Nieto le provoc¨® al elegir a un candidato sin militancia para la elecci¨®n del 2018. Y tampoco el desastre que el expresidente provoc¨® al impulsar a Alejandro Alito Moreno en la presidencia del partido. Los costos de esas decisiones se pagan hoy y amenazan la viabilidad misma del priismo.
L¨®pez Obrador quiere quedarse con los votos del que fuera su partido de origen. Irse contra el PRI para el presidente de la Rep¨²blica m¨¢s que una revancha es una conquista de militantes. Por eso lanz¨® una ofensiva en contra de Alito Moreno, al que le filtraron audios que lo dejan en calidad de impresentable. Por eso les coquetea con discursos cardenistas. Por eso adem¨¢s ha reactivado al fiscal general en contra de Pe?a Nieto. Y por eso detona la bomba contra el panismo capitalino para anularle sus sue?os de alianza.
Mas si el presidente morenista ha abierto imp¨²dicamente su juego, la duda persiste: qu¨¦ har¨¢ el PRI por su propia vida, para ganarse frente al electorado el derecho a ser un partido del futuro mexicano.
En los hombros de Del Mazo y de Riquelme descansa la responsabilidad no solo de elegir a las personas adecuadas para la elecci¨®n del a?o entrante, sino de liderar unas campa?as en las que los priistas, todos y no solo los candidatos, encarnen una promesa que le diga algo cre¨ªble y atractivo a las y los mexicanos de la tercera d¨¦cada del siglo XXI.
Hasta hoy Alito Moreno ha sobrevivido a la andanada gubernamental, pero es un lame duck. Un presidente sin la fuerza que se requiere para proyectar a su partido a las siguientes batallas. Y seguir¨¢ siendo eso si permanece en el puesto sin lograr la total unidad de sus compa?eros. Miguel Osorio Chong, incluido. Tener a la mayor¨ªa no basta cuando tienes una mancha indeleble sobre tu reputaci¨®n. O recupera a todos o Alito ser¨¢ factor del hundimiento.
En las pr¨®ximas semanas se resolver¨¢ la encrucijada de la alianza en el Edomex. Puede que con el embate al PAN capitalino esa posibilidad ya sea historia. Puede que Vargas no acepte que por cuestiones de g¨¦nero, adem¨¢s por supuesto de m¨¦ritos, toca a los partidos poner mujer en el Edomex. Puede, incluso, que el panismo escuche el canto de esas sirenas que dicen que hay que ir solos en 2023 porque los partidos han de aprestar sus maquinarias para el gran choque del 2024, y que la alianza no afina las respectivas estructuras.
Pero si la alianza es una inc¨®gnita coyuntural, lo que no es trivial es que el futuro del PRI pasa por ganar en Coahuila y, por el tama?o de su padr¨®n y su simbolismo, en el Estado de M¨¦xico el a?o entrante.
Qu¨¦ PRI competir¨¢, qu¨¦ propuesta enarbola adem¨¢s de criticar a AMLO, qu¨¦ lamenta del pasado, qu¨¦ promete haber aprendido y reformado, qu¨¦ precio est¨¢ dispuesto a pagar en la batalla ¡ª?dejar caer a Pe?a Nieto a la c¨¢rcel?, por ejemplo¡ª; a d¨®nde va el PRI, que podr¨ªa llegar al 2024 con solo una gubernatura ¡ªDurango, ganada este a?o¡ª, o incluso con dos si retiene Coahuila, pero sin futuro alguno.
Porque en el Estado de M¨¦xico se jugar¨¢ mucho m¨¢s que una gubernatura. La derrota del PRI marcar¨ªa el inicio de una hegemon¨ªa del lopezobradorismo. Las peque?as ambiciones de algunos liderazgos, en el PAN y en el PRI, pudieran dinamitar el vigor de la competencia. Reducir¨ªan con ello las opciones del electorado, es decir, de la democracia pluripartidista mexicana como la conocemos desde los noventa.