Los aspirantes de Morena: candidaturas virtuales, desaf¨ªos reales
A tan solo doce a?os de su fundaci¨®n, Morena ha demostrado que sus reglas y estructuras engranan. Navega con br¨²jula y mapa en mano. Por ahora
Como no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla ¡ªaunque la decisi¨®n s¨ª logr¨® diferirse por miscel¨¢neas razones¡ª ya estamos aqu¨ª. Los fantasmas se han materializado. Despu¨¦s de harto redoble de tambores, finalmente conocemos quienes son los elegidos de Morena para competir el pr¨®ximo dos de junio por las nueve gubernaturas en juego. Sus caras se preparan para adue?arse de espectaculares, spots televisivos, redes sociales y eventos p¨²blicos.
El proceso de elecci¨®n de los aspirantes de Morena inici¨® con entusiasmo y buena inercia por aquello de la victoria de Claudia Sheinbaum como la virtual candidata presidencial y tras haber toreado con ¨¦xito los disgustos del ¡ªhoy desdibujado¡ª segundo lugar. Lo que est¨¢ en juego es colosal: Morena lidera las encuestas en la mayor¨ªa de las entidades en las que competir¨¢. Los candidatos elegidos se sienten ya gobernadores.
La convocatoria lanzada a mediados de septiembre promet¨ªa un proceso sencillo. Tras la inscripci¨®n ante la Comisi¨®n Nacional de Elecciones del partido, cada Consejo Estatal elegir¨ªa a los perfiles que se comprometer¨ªan por escrito a respetar al ganador. Despu¨¦s, en cada estado se practicar¨ªan tres encuestas (dos espejo y la del partido) para conocer al candidato m¨¢s competitivo. Hasta aqu¨ª, un acalorado d¨ªa de campo.
Con Mario Delgado con meg¨¢fono en mano para nombrar a los vencedores, el INE toc¨® la puerta y el Tribunal Electoral le secund¨®. M¨¢s all¨¢ de los resultados de las encuestas, se orden¨® que Morena ¡ªy el resto de los partidos¡ª postularan a cinco mujeres y a cuatro hombres para las nueve gubernaturas. En suma: Morena deb¨ªa jugar a los palillos chinos. Un balance dif¨ªcil: elegir sabiamente a los candidatos que, al tiempo, fueran competitivos y empataran con el g¨¦nero esperado. A la par estaba la mentada unidad. Con el proceso de selecci¨®n de candidatos del Frente Amplio por M¨¦xico aplazado para finales de a?o, los descartes de Morena ser¨ªan diamantes en bruto para la alianza opositora. Salivar¨¢n unos y otros. Se complic¨® el paseo.
Con todo y obst¨¢culos, el partido del presidente ha pasado la prueba. Cinco mujeres y cuatro hombres han sido ungidos.
La gran ganadora del criterio de paridad ha sido Clara Brugada, ex alcaldesa de Iztapalapa quien ¡ªa pesar de haber sido manifiestamente superada por Omar Garc¨ªa Harfuch en la encuesta¡ª ser¨¢ la candidata de Morena en la CDMX. Lejano parece el tiempo en que Mario Delgado, Ricardo Monreal y Cuauht¨¦moc Blanco aspiraban a ser jefes de gobierno de la Ciudad de M¨¦xico. Apenas dos meses han transcurrido desde entonces. Brugada, la predilecta del presidente L¨®pez Obrador seg¨²n murmullos, ser¨¢ quien lidere el proyecto de recuperaci¨®n de la capital tras la derrota de las intermedias de 2021. Su triunfo, m¨¢s que la aplicaci¨®n autom¨¢tica de una norma, es s¨ªmbolo y victoria. La conquista de Clara es tan atribuible al acuerdo de paridad como a la cruzada emprendida por las bases del movimiento en su apoyo. El presidente puede sonre¨ªr.
En algunos casos, la elecci¨®n de candidatas mujeres result¨® sencilla. De las nueve entidades en disputa, ¨²nicamente en Morelos y Veracruz no fue necesario recurrir a cuotas afirmativas para que una mujer, en este caso Margarita Gonz¨¢lez y Roc¨ªo Nahle, alcanzaran el cargo de aspirantes a gobernadora. Y todav¨ªa hay quien afirma que no son necesarias tales medidas artificiales de compensaci¨®n.
En otros casos, la selecci¨®n de mujeres que no encabezaban las encuestas significaba, en t¨¦rminos pr¨¢cticos, una renuncia a ganar la entidad. Un claro ejemplo lo encontramos en Yucat¨¢n, donde la abismal diferencia de puntaje entre el candidato hombre, Joaqu¨ªn D¨ªaz con un 40.1, y la candidata mujer, Ver¨®nica Camino con un 8.9, hac¨ªa que optar por el segundo lugar equivaliera a un acto suicida.
Los criterios de ponderaci¨®n fueron manifiestos: competir¨ªan las mujeres mejor posicionadas. As¨ª ser¨¢. Aquellos que acusen dedazo bien podr¨ªan revisitar sus definiciones. Resultados en mano, resulta pertinente contrastar lo ocurrido en el partido del presidente con lo que (no) ocurre en el Frente opositor. Del otro lado de la acera ni siquiera hay criterios m¨ªnimos de selecci¨®n. El pasto no es m¨¢s verde.
El partido del presidente, a pesar de llevar el mote de autoritario, ha respetado su pluralismo interno con metodolog¨ªas, reglas y sistemas de decisi¨®n transparentes. La convocatoria se ha cumplido al pie de la letra. Nadie puede llamarse a enga?o. Parece que solo uno, Ignacio Mier, lo intentar¨¢. A juzgar por la experiencia de Marcelo Ebrard o Ricardo Mej¨ªa Berdeja, sus posibilidades de ¨¦xito son pocas.
En abierto contraste, el frente opositor ¡ªir¨®nicamente identificado con el adjetivo ciudadano¡ª anda a la deriva, dependiendo de decisiones cupulares y esperando encontrar alg¨²n exiliado en el camino. Para prueba un bot¨®n. Lucy Meza Guzm¨¢n, quien abandon¨® Morena hace unos d¨ªas tras quedar fuera de la encuesta de Morelos, ha sido enlistada como candidata del Frente Amplio. Sin encuestas ni la menor sombra procedimental o de voluntad ciudadana.
Con el Frente ¨¢vido de m¨¢s manzanas cayendo del ¨¢rbol, Morena busca mitigar los riesgos de conflictos internos y ¨¦xodos ofreciendo a los segundos lugares una recompensa secundaria: ser¨¢n considerados, de forma autom¨¢tica, como candidatos al Senado en sus respectivos estados. El canje parece sensato. Un ¨¦xito plausible en contraste con las derrotas previsibles en el bando contrario. M¨¢s vale lo que Dios da que lo que el diablo promete, parecen repetirse a s¨ª mismos los finalistas.
A tan solo doce a?os de su fundaci¨®n, Morena ¡ªel partido m¨¢s joven del pa¨ªs¡ª ha demostrado que sus reglas y estructuras engranan. El esqueleto que su otrora dirigente dise?¨® para sobrellevar su ausencia funciona. Morena navega con br¨²jula y mapa en mano. Por ahora.
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