El affaire Arturo Zald¨ªvar, bomba contra el oficialismo
El ministro en retiro acumula pol¨¦micas y su figura amenaza con indigestar al lopezobradorismo
El ministro en retiro Arturo Zald¨ªvar acumula pol¨¦micas y su figura amenaza con indigestar al lopezobradorismo. El nuevo esc¨¢ndalo que envuelve al expresidente de la Corte, una macrocausa iniciada desde el Poder Judicial, implica no solo la que podr¨ªa ser la mayor mancha de corrupci¨®n en la ¨¦poca moderna de esa rama del Estado, sino adem¨¢s un juicio de tipo pol¨ªtico a Palacio Nacional, una turbulencia para la campa?a oficial y la eventual pond...
El ministro en retiro Arturo Zald¨ªvar acumula pol¨¦micas y su figura amenaza con indigestar al lopezobradorismo. El nuevo esc¨¢ndalo que envuelve al expresidente de la Corte, una macrocausa iniciada desde el Poder Judicial, implica no solo la que podr¨ªa ser la mayor mancha de corrupci¨®n en la ¨¦poca moderna de esa rama del Estado, sino adem¨¢s un juicio de tipo pol¨ªtico a Palacio Nacional, una turbulencia para la campa?a oficial y la eventual ponderaci¨®n de L¨®pez Obrador en torno a si ese abogado suma o es un lastre.
Lo parad¨®jico de la investigaci¨®n pedida por la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n es que explorar¨¢ legalmente presuntas violaciones al marco normativo por parte de Zald¨ªvar y algunos colaboradores, por un proceder revelado, en sustancia, por el propio presidente de la Rep¨²blica el 21 de febrero de este a?o.
Ese d¨ªa, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador dijo en la ma?anera que en varios momentos hablaba con el entonces presidente de la Suprema Corte, quien, ¡°respetuoso de las autonom¨ªas de los jueces, pero pensando en el inter¨¦s general, pensado en la justicia, en proteger a los ciudadanos ante el crimen, hablaba con el juez y dec¨ªa ¡®cuidado con esto¡¯ (¡) ¨¦l (Zald¨ªvar) ayudaba¡±.
Esas declaraciones de L¨®pez Obrador, por cierto, se dieron luego de un fallo favorable a Emilio Lozoya, exdirector de Petr¨®leos Mexicanos, rev¨¦s para el gobierno que gener¨® ese d¨ªa cr¨ªticas del presidente al Poder Judicial. Y hoy, parte de lo que la Ministra Norma Pi?a pide investigar son supuestas presiones a jueces para, entre otros casos, lograr resoluciones a favor de Palacio en el juicio contra Lozoya.
Cuando el presidente dio esas declaraciones era cosa sabida el colaboracionismo de Zald¨ªvar. Pero que el propio mandatario desnudara en la ma?anera la obsecuencia de quien se supone tendr¨ªa que haber actuado de forma aut¨®noma, y estaba obligado, igualmente, a respetar la independencia de jueces y magistrados, fue motivo de enorme esc¨¢ndalo y nada menor sorna.
Es grave de suyo que ahora se anuncie, como se supo el viernes, que desde el Poder Judicial pedir¨¢n a la Judicatura indagar esas indebidas presiones, investigaci¨®n que implica a un pu?ado de cercanos colaboradores de Zald¨ªvar; sin embargo, la indagatoria tambi¨¦n supone delitos mayores, corrupci¨®n y hasta violencia sexual.
Zald¨ªvar, seg¨²n la denuncia an¨®nima (procedimiento nada inusual), ser¨ªa la cabeza de un esquema para favorecer al gobierno, pero las herramientas para lograr fallos adictos a Palacio Nacional no habr¨ªan sido la persuasi¨®n o el alegato de fundamento legal de la petici¨®n misma.
Si la acusaci¨®n se prueba ver¨ªdica, el expresidente de la Corte fue el jefe de una camarilla que habr¨ªa traficado favores, pasado por alto calificaciones o requisitos para premiar funcionarios, castigar¨ªa a quienes no ced¨ªan a la indebida presi¨®n e incluso habr¨ªa habido de por medio sobornos.
Tal ser¨ªa, seg¨²n la acusaci¨®n, el talante de quien presidi¨® la Corte los primeros cuatro a?os del actual sexenio y quien, como es sabido, intent¨® beneficiarse de un cambio legal que le dejar¨ªa como cabeza judicial otros dos a?os, intentona que fue ruidosamente protestada.
Al igual que lo hiciera cuando el presidente le evidenci¨®, apenas se supo de la existencia de esta investigaci¨®n, Zald¨ªvar sali¨® a intentar una contraofensiva. Si en febrero dijo que actu¨® con altura de Estado y en respeto a las normas, ayer se present¨® como v¨ªctima de una jugada electoral de la presidenta de una Corte que estar¨ªa condenada a desaparecer si Morena gana mayor¨ªas constitucionales en junio.
Cierto que a partir de este viernes habr¨¢ que distinguir dos pistas sobre las que correr¨¢n las consecuencias de la denuncia (que no es la ¨²nica que se ha sometido a la Suprema Corte en contra de Zald¨ªvar, por cierto).
La primera pista es sobre los hechos mismos que se imputan a Zald¨ªvar y sus colaboradores. Si las acusaciones tienen fundamento, el sistema judicial mexicano se ver¨¢ sacudido, como quiz¨¢ nunca en la historia moderna, por las implicaciones de que se pruebe que decenas de impartidores de justicia, proactiva o pasivamente, se habr¨ªan prestado para ser parciales en una docena de juicios.
En t¨¦rminos generales, unos 70 miembros del Poder Judicial, entre magistrados y jueces, estar¨ªan implicados. Demasiada gente pas¨® tiempo en la c¨¢rcel, huy¨® al extranjero o pag¨® considerables sumas para zanjar acusaciones en la que su margen para defenderse con la ley en la mano era pr¨¢cticamente nulo: los juzgadores estaban confabulados para actuar por consigna. La justicia en el pa¨ªs se probar¨ªa, en casos emblem¨¢ticos de este sexenio, como una gigantesca farsa.
De tal envergadura es la responsabilidad del Poder Judicial al emprender esta investigaci¨®n: la Judicatura habr¨¢ de probar o desechar acusaciones contra colaboradores de Zald¨ªvar, que de tener sustento hundir¨¢n en el fango la actuaci¨®n de 2019 a 2023 del m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs y de no pocos tribunales.
El Poder Judicial no puede fallarle a la sociedad mexicana. Las pesquisas han de ser n¨ªtidas, implacables, exhaustivas y, por supuesto, justas. Sobra decir, que debe cumplirse la m¨¢xima de que la justicia ha de ser pronta, pues desde el viernes hay una enorme sombra que cubre la impartici¨®n de la justicia en M¨¦xico en los a?os recientes.
La otra pista es la pol¨ªtica. La ministra Pi?a ha emprendido una batalla en un campo que no domina. La denuncia por ella impulsada es una acusaci¨®n frontal en contra de mucho m¨¢s que un pu?ado de exfuncionarios del Poder Judicial o de decenas de jueces y magistrados. Es un yo acuso a altas esferas del gobierno federal de haber emprendido y, en su caso, solapado, un esquema corrupto para medrar pol¨ªticamente con la justicia. De nuevo, hay que decir que la existencia de ese mecanismo, incluidos los protagonistas del mismo, supone una revelaci¨®n, ya hab¨ªan sido tema de columnas y hasta de al menos un libro.
Sin embargo, el Poder Judicial llamar¨¢ a cuentas a personajes que actualmente est¨¢n en la campa?a de Claudia Sheinbaum o en el gobierno de la Rep¨²blica. Quiz¨¢ hoy sea m¨¢s explicable que nunca la prematura renuncia de Zald¨ªvar a la Suprema Corte ¡ªque no ser¨¢ investigado por la Judicatura porque ¨¦sta no tiene competencia, y ser¨¢ la SCJN la que decida lo que procede con ¨¦l¡ª, y su entusiasta y vocal participaci¨®n en la campa?a de Sheinbaum.
El ministro se retir¨® un a?o antes de la Corte para refugiarse bajo el ala del oficialismo, desde donde lanza proclamas partidistas, prepara reformas judiciales y, por supuesto, al llamarse v¨ªctima rechaza su implicaci¨®n en cualquier acto indebido o ilegal.
En la pista pol¨ªtica, sin embargo, sobre Zald¨ªvar tambi¨¦n caer¨¢ el juicio de L¨®pez Obrador. Si ya Sheinbaum se hab¨ªa deslindado de ¨¦l en cuanto al monto de su pensi¨®n vitalicia como exministro (cuando una nueva ministra del oficialismo hace propaganda al regresar dinero de su sueldo), no se puede descartar el hecho de que si las pesquisas van arrojando pruebas de ilegalidades por parte del exministro o su entorno, el presidente de la Rep¨²blica repiense la conveniencia de cargar a alguien que socavar¨ªa el discurso anticorrupci¨®n justo en el a?o del cierre sexenal.
Tan r¨¢pidamente como ascendi¨® al primer c¨ªrculo presidencial, Zald¨ªvar podr¨ªa ser expulsado de la gracia de Palacio. El ruido de las cosas al caer, dir¨ªa Juan Gabriel V¨¢squez, apenas est¨¢ por comenzar.
Cerremos con otra paradoja, donde de nueva cuenta se enreda lo pol¨ªtico y lo judicial: al salir de prisi¨®n en 2022, Rosario Robles, quien estuvo injustamente presa ¡ªprivada de su libertad, cuando pudo y debi¨® ser juzgada sin pisar c¨¢rcel antes de sentencia condenatoria¡ª, lleg¨® a agradecer los esfuerzos de Zald¨ªvar para liberar a mujeres injustamente tras las rejas, como la exsecretaria de Pe?a Nieto. A qu¨¦ le sabr¨¢n a la experredista sus palabras hoy, cuando seg¨²n la denuncia, el propio expresidente de la Corte fue quien presion¨® al juez Felipe de Jes¨²s Delgadillo Padierna para perjudicarla.