Desigualdad y elecciones en M¨¦xico

M¨¦xico es un pa¨ªs de grandes contrastes, mientras la alcald¨ªa de Benito Ju¨¢rez en la Ciudad de M¨¦xico tiene un ?ndice de Desarrollo Humano similar al de Francia, los municipios de Aldama o Mitontic en Chiapas alcanzan apenas los niveles de Guinea-Bissau o de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.

Esta desigualdad social y regional se ha traducido ...

M¨¦xico es un pa¨ªs de grandes contrastes, mientras la alcald¨ªa de Benito Ju¨¢rez en la Ciudad de M¨¦xico tiene un ?ndice de Desarrollo Humano similar al de Francia, los municipios de Aldama o Mitontic en Chiapas alcanzan apenas los niveles de Guinea-Bissau o de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.

Esta desigualdad social y regional se ha traducido tambi¨¦n en polaridad pol¨ªtica. En la alcald¨ªa de Benito Ju¨¢rez el PAN gan¨® nuevamente (de la misma forma que ha ganado todas las elecciones desde el a?o 2000), mientras que en Chiapas, el Estado m¨¢s pobre del pa¨ªs, Morena obtuvo el 80% de los votos.

Un sondeo preelectoral de EL PA?S confirmaba estos patrones de voto: a menor ingreso, mayor intenci¨®n de voto por Claudia Sheinbaum, y a mayor ingreso, mayor la intenci¨®n de voto por X¨®chitl G¨¢lvez, la candidata opositora. De igual forma, la ¨²nica categor¨ªa laboral en la que X¨®chitl G¨¢lvez sal¨ªa vencedora era en la de ¡°patr¨®n o empleador¡±.

Pero la polaridad pol¨ªtica y social tiene implicaciones m¨¢s profundas, en los meses previos a las elecciones no fue infrecuente escuchar decir frases como ¡°en mi circulo nadie va a votar por Claudia Sheinbaum¡±. No tengo porque dudar de ello, pero ese tipo de frases son muy reveladoras, hablan de procesos de exclusi¨®n profundos, donde al c¨ªrculo de unos no entran los otros, donde no se les conoce o no se les reconoce. Los partidos tradicionales no parecen haber podido articular un discurso que fuera cre¨ªble por aquellos que no se han sentido representados.

As¨ª, la gran tarea para Claudia Sheinbaum ser¨¢ como atender a quienes han puesto sus esperanzas en ella, a quienes han sido excluidos de manera sistem¨¢tica por d¨¦cadas. La forma m¨¢s eficaz de combatir la pobreza y la desigualdad es mediante la generaci¨®n de empleos en M¨¦xico se incorporan al mercado laboral un poco m¨¢s 800.000 personas por a?o, por cada punto de crecimiento del PIB se generan alrededor de 200.000 empleos, as¨ª pues, el pa¨ªs requiere crecer al 4%.

Esto ayudar¨ªa a atender algunas de las caracter¨ªsticas m¨¢s preocupantes del mercado laboral mexicano, un mercado donde el 55% de los trabajadores labora en el sector informal (donde no tienen acceso a la seguridad social), o donde las mujeres son excluidas de manera sistem¨¢tica (la participaci¨®n de las mujeres en el mercado laboral en M¨¦xico es de solo el 45%, la cifra m¨¢s baja en Am¨¦rica Latina con la excepci¨®n de Guatemala).

Pero adem¨¢s de todas las razones de justicia social por las que estos temas deben atenderse, existen otras: la experiencia internacional tiene amplios ejemplos, muy preocupantes, de lo que puede pasar cuando la exclusi¨®n y los impactos de la desigualdad no son atendidos con prontitud. La creciente desigualdad, as¨ª como la falta de oportunidades y el estancamiento en los niveles de vida en las econom¨ªas avanzadas han sido terreno f¨¦rtil para el desarrollo de sentimientos xen¨®fobos y antiinmigrantes; es parte de lo que explica el voto a favor del Brexit (aunque la situaci¨®n econ¨®mica de quienes hayan votado por ello probablemente se ha deteriorado m¨¢s) y es tambi¨¦n lo que explica parcialmente a fen¨®menos como Trump o Bolsonaro.

Me parece que el reto hacia adelante radica no solo en atender las causas econ¨®micas y sociales de la desigualdad, sino tambi¨¦n en construir una sociedad donde los c¨ªrculos no sean excluyentes y en donde todos se sientan representados.

Arturo Herrera, ex secretario de Hacienda de M¨¦xico, es director Global de Gobernanza del Banco Mundial

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