Claudia Sheinbaum, el poder tranquilo
La nueva presidenta de M¨¦xico, una cient¨ªfica ecologista y pol¨ªtica de izquierda, toma decisiones a partir de los datos, escucha a sus colaboradores y no se precipita; es franca en sus opiniones y firme en el s¨ª o en el no, seg¨²n una decena de colaboradores entrevistados por EL PA?S
Los primeros mensajes de Claudia Sheinbaum a sus colaboradores llegan alrededor de las cinco de la ma?ana, y el ¨²ltimo puede ser al filo de la medianoche. No es siempre as¨ª ni es as¨ª con todos. Depende de la situaci¨®n. Pepe Merino, uno de los m¨¢s allegados a la presidenta electa, recuerda que, a finales de 2020, en la segunda ola de la pandemia de covid-19, con los contagios y las muertes acumul¨¢ndose (a¨²n no hab¨ªa vacuna), Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno de la capital, le envi¨® un escueto mensaje de WhatsApp que dec¨ªa, simplemente: ¡°C5¡å. Eran pasadas las once y media de la noche y ¨¦l ya estaba en cama. Merino, que era el titular de la Agencia Digital de Innovaci¨®n P¨²blica, entend¨ªa que su jefa lo estaba citando en el centro de vigilancia de la capital, que gestiona todo tipo de emergencias y que para entonces se hab¨ªa convertido en el punto estrat¨¦gico de atenci¨®n a los reportes de contagio, a trav¨¦s del 911. Cuando Merino logr¨® llegar, ya estaba all¨ª Sheinbaum, contestando llamadas, asignando ambulancias y buscando sitio para los enfermos en alg¨²n hospital. Era el mismo trabajo que estaban haciendo otras decenas de trabajadores. La jefa era una m¨¢s entre todos ellos.
Sheinbaum tomaba cada llamada sin presentarse como la mandataria, detalla Merino. Era una operadora an¨®nima. Saludaba y hac¨ªa las preguntas de rigor: s¨ªntomas, saturaci¨®n de ox¨ªgeno, domicilio. Estuvo haciendo ese trabajo hasta las cuatro de la ma?ana. Nadie tom¨® una foto de ese momento. ¡°No lo hizo para que la vieran. Era una coyuntura tan compleja en que la vida de una persona puede estar en tus manos. Ella siente que tiene que meter las manos y las mete en serio. Fue muy motivante verla hacer lo mismo que todos los dem¨¢s. Tiene un compromiso y una claridad moral y ¨¦tica que no te deja espacio para dudas o ambivalencias¡±, afirma Merino.
Dicen quienes la conocen que la presidenta, a la que llaman con veneraci¨®n la Doctora, por su grado acad¨¦mico, es una trabajadora incansable; en la toma de decisiones, hace acopio de los datos que le dan sus colaboradores, escucha con atenci¨®n, y solo hasta despu¨¦s resuelve, sin precipitarse; se puede debatir con ella, y ella puede cambiar de postura, pero, cuando toma una determinaci¨®n, lo hace con firmeza; perfeccionista como es, delega tareas en sus colaboradores, pero da seguimiento a su trabajo y lo supervisa hasta el final; es reflexiva, se toma el tiempo para responder; puntualiza pero debate con respeto, no somete a las personas a su alrededor; como adversaria, es generosa y no guarda rencor; cuando traspasa la barrera de lo estrictamente profesional en su c¨ªrculo de trabajo, muestra calidez, preocupaci¨®n por los otros y se entrega a los abrazos y el humor, seg¨²n una decena de voces recogidas por EL PA?S entre amigos personales, colaboradores, sus bi¨®grafos y un pol¨ªtico con el que durante varios a?os tuvo una tensa relaci¨®n.
Sheinbaum, de 62 a?os, cient¨ªfica ecologista y una de las fundadoras de Morena, el partido de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ser¨¢ la primera mujer en gobernar M¨¦xico. Sus colaboradoras describen c¨®mo ejerce desde ya la carga hist¨®rica de abrir a las mujeres mexicanas las puertas de la presidencia, una haza?a en los dos siglos del pa¨ªs como rep¨²blica independiente. ¡°Ella, chiquita, flaquita como la ves, nada m¨¢s de pura presencia, con el lenguaje corporal, causa much¨ªsima autoridad, porque es muy seria, muy reflexiva¡±, cuenta la acad¨¦mica Renata Turrent, la pr¨®xima directora del Canal Once. ¡°He visto discusiones donde hay personas con opiniones distintas, pero nunca me ha tocado ver que alguien dispute su autoridad. Siempre hay much¨ªsimo respeto a su investidura por parte de todos sus colaboradores, y eso se construye, esa legitimidad no es gratuita, ella se la ha ganado¡±, a?ade. Turrent remata apuntando una dualidad que pareciera contradictoria: ¡°Tiene cierta parte maternal, como de cuidado, pero al mismo tiempo deja clar¨ªsimo que las decisiones las toma ella, sin necesidad de decirlo. Navega esas dos cosas de manera muy gr¨¢cil, como bailarina¡±.
Otros afirman que en su personalidad domina m¨¢s el esp¨ªritu anal¨ªtico de la cient¨ªfica que es Sheinbaum. ¡°Es una mujer perfeccionista. Yo le he organizado varios eventos. Todo el mundo me felicita, pero ella me habla para decirme cu¨¢les son los errores del evento: ¡®Oye, falt¨® esto, no organizaste esto, este detalle se te fue¡¯. Te habla inmediatamente y te lo dice. T¨² no los viste, ella s¨ª los vio. Tiene una capacidad para escanear. T¨² obs¨¦rvala en un evento p¨²blico. Ella escanea todo. Y al final te lo dice, para que el siguiente evento salga mejor¡±, cuenta el soci¨®logo Arturo Ch¨¢vez, amigo de Sheinbaum de la ¨¦poca universitaria y uno de sus asesores.
La campa?a de la oposici¨®n trat¨® de convertir ese rasgo de su car¨¢cter en un defecto. X¨®chitl G¨¢lvez, que fue candidata de la ins¨®lita alianza entre la izquierda y la derecha (PAN, PRI y PRD), la acus¨® de ser fr¨ªa y no tener sentimientos. ¡°Dama de hielo¡±, la llam¨® G¨¢lvez durante un debate. Muchos dieron cr¨¦dito al apodo, debido a que Sheinbaum es de apariencia seria y circunspecta, y en eventos p¨²blicos no es de risa f¨¢cil. Sus allegados refutan esas cr¨ªticas. ¡°Es perfectamente compatible ser una persona implacable, en t¨¦rminos de claridad de lo que se tiene que hacer, y, al mismo tiempo, ser una persona muy c¨¢lida¡±, sintetiza Merino.
Otra piedra colocada sobre las espaldas de Sheinbaum est¨¢ relacionada con la poderosa figura de L¨®pez Obrador. Sus cr¨ªticos han promovido la idea de que ella no ser¨¢ m¨¢s que una correa de transmisi¨®n de los anhelos del expresidente, indiscutible l¨ªder del mayor movimiento de izquierda en M¨¦xico. Todos los entrevistados consideran que se trata de una valoraci¨®n injusta, y hablan de los rasgos que la distinguen del dirigente. Uno de sus bi¨®grafos, el periodista Jorge Zepeda, recuerda una an¨¦cdota con la presidenta mientras escrib¨ªa un libro sobre su vida. ¡°En alg¨²n momento le pregunt¨¦: si tuvieras que resumirlo, ?cu¨¢l ser¨ªa la singularidad de tu sexenio? Ella me dijo: ¡®Yo soy alguien que toma decisiones a partir de datos¡±, rese?a. En cambio, afirma Zepeda, en L¨®pez Obrador predomina la militancia en la toma de decisiones. ¡°Si el dato obstaculiza, hay una selecci¨®n de otro¡±, observa. Y contrasta que una persona de ciencia, como Sheinbaum, ¡°no puede desde?ar la informaci¨®n que contradice su hip¨®tesis¡±.
Los a?os de formaci¨®n pol¨ªtica
Sheinbaum naci¨® en Ciudad de M¨¦xico en 1962. Es descendiente de abuelos jud¨ªos que emigraron desde Europa, hija del ingeniero qu¨ªmico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bi¨®loga Annie Pardo Cemo, y la segunda de tres hijos (Julio es el mayor; Adriana, la menor). Creci¨® en una familia de clase media al sur de la capital, en un ambiente con acceso a la cultura y abierto a la influencia pol¨ªtica izquierdista. Eran a?os convulsos en M¨¦xico. Los movimientos obreros de principios de los sesenta encontraron eco en las universidades p¨²blicas, especialmente en la UNAM y el IPN, donde Annie Pardo era profesora. Los padres de Sheinbaum apoyaron las manifestaciones estudiantiles de 1968 y acogieron en veladas en su casa a varios de los l¨ªderes, adem¨¢s de los amigos rutinarios de la familia, otros cient¨ªficos e intelectuales de renombre. Claudia, la ni?a y la adolescente, incorpor¨® las discusiones de pol¨ªtica a su formaci¨®n, a la que a?adi¨® las clases de ballet, guitarra y remo.
La bi¨®loga Rosaura Ruiz, profesora en la UNAM, amiga originalmente de Annie Pardo y ahora de la propia Sheinbaum, recuerda que madre e hija sol¨ªan visitar a sus amigos presos en Lecumberri, la prisi¨®n pol¨ªtica a la que el r¨¦gimen del PRI envi¨® a los l¨ªderes estudiantiles, como a Ra¨²l ?lvarez Gar¨ªn y a Salvador Mart¨ªnez della Rocca, El Pino. ¡°Eran los h¨¦roes de su madre, tambi¨¦n lo eran de ella¡±, apunta Ruiz, reci¨¦n designada secretaria de Ciencia. En las catacumbas de esa c¨¢rcel, Sheinbaum tambi¨¦n conoci¨® a Elena Poniatowska, que escrib¨ªa su memorable libro sobre la represi¨®n del 68. ¡°En las reuniones en su casa habl¨¢bamos de pol¨ªtica y de mejorar las condiciones de la gente, porque siempre fuimos gente de izquierda. Ah¨ª estaba Claudia, ese fue su ambiente familiar, un espacio donde no hab¨ªa discriminaci¨®n¡±, a?ade Ruiz.
El soci¨®logo Arturo Ch¨¢vez recuerda con cierta verg¨¹enza que Sheinbaum, su amiga pero ahora tambi¨¦n su jefa, le hizo un rega?o hace unos meses por haber dicho una broma que a ella le desagrad¨® mucho. ¡°No le gusta, en lo absoluto, que alguien bromee con la gente, que alguien se burle, que se le falte al respeto a alguien. Ni de chiste. Y me dijo: ¡®Todos merecemos respeto, todos merecemos atenci¨®n. Deber¨ªas ir m¨¢s a las giras, as¨ª ser¨ªas m¨¢s sensible con los problemas de la gente¡¯. Fue una buena llamada de atenci¨®n, y se agradece. Te muestra su sensibilidad¡±, pondera ¨¦l.
El periodista Arturo Cano, otro de sus bi¨®grafos, sostiene que la convulsi¨®n pol¨ªtica de los sesenta y los setenta como tel¨®n de fondo de su crecimiento marc¨® el rumbo del activismo de Sheinbaum. ¡°Yo le pregunt¨¦ a ella directamente: ?A qui¨¦n consideras tu mentor pol¨ªtico? Todo el mundo esperar¨ªa que dijera: a L¨®pez Obrador. Pero no. Dijo: a Ra¨²l ?lvarez Gar¨ªn, y a mis padres¡±, recuerda. ?lvarez Gar¨ªn, fallecido en 2014, era uno de los dirigentes estudiantiles m¨¢s entra?ables. Fue promotor del grupo pol¨ªtico Punto Cr¨ªtico, que formaba parte del Comit¨¦ Estudiantil de Solidaridad Obrero Campesina (Cesoc), donde militaba Sheinbaum. ?lvarez Gar¨ªn era muy querido por sus pares, pero estos tambi¨¦n lo consideraban muy moderado e ¡°incapaz de organizar una huelga en un k¨ªnder¡±, apunta Cano. El l¨ªder del 68 acerc¨® a Sheinbaum a la familia de Valent¨ªn Campa, el legendario dirigente del Partido Comunista Mexicano, recuerda el bi¨®grafo. Con los a?os, Sheinbaum aprendi¨® a sintetizar la moderaci¨®n de ?lvarez Gar¨ªn con el pragmatismo de Campa para la movilizaci¨®n pol¨ªtica.
La presidenta estudi¨® F¨ªsica en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Se involucr¨® en la actividad pol¨ªtica desde el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), creado en 1986 y cuya principal lucha era impugnar un c¨²mulo de reformas impulsadas por el rector, Jorge Carpizo, para privatizar la educaci¨®n p¨²blica. Sheinbaum era portavoz de su facultad en las asambleas y adquiri¨® un rol de dirigente. Arturo Ch¨¢vez recuerda su capacidad para dar rumbo al marasmo del asamble¨ªsmo universitario. ¡°Era de las que pon¨ªan orden en los debates interminables, sobre todo cuando ya hab¨ªa que tomar decisiones importantes, como irte a huelga, levantar la huelga o abrir el di¨¢logo con las autoridades. Era muy ordenada. A los dem¨¢s nos impresionaba su capacidad de sistematizar y decir: ¡®La alternativa va por ac¨¢¡¯. Y ten¨ªa autoridad para poner orden¡±, cuenta. El caricaturista Rafael Barajas, El Fisg¨®n, apunta: ¡°Claudia siempre se aparec¨ªa cuando las cosas se pon¨ªan serias. Cuando hab¨ªa que tomar decisiones y organizar y estructurar, quien resolv¨ªa era Claudia. Entonces nos dimos cuenta de que era un cuadro muy eficaz¡±. En internet hay videos de una joven Sheinbaum, precisamente, organizando una asamblea; sin meg¨¢fono, la voz a pecho, se la oye decir: ¡°?No caigamos en provocaciones!¡±, ¡°?hagan una valla!¡±, ¡°?compa?eros!¡±.
Los a?os de activismo se entrelazaron con la formaci¨®n universitaria y tambi¨¦n con la maternidad. Sheinbaum se cas¨® en 1987 con uno de los principales dirigentes del CEU, el soci¨®logo Carlos Imaz, su primer esposo, y en 1988 tuvo a su hija Mariana. Imaz ten¨ªa entonces un hijo de un matrimonio anterior, Rodrigo, a quien Sheinbaum crio. Ese a?o, se licenci¨® en F¨ªsica con una tesis sobre el uso de estufas de le?a en comunidades rurales. La presidenta cuenta en Claudia: el documental ¡ªhecho en 2023 por su hijo Rodrigo, que hoy es artista y cineasta¡ª c¨®mo tuvo que maniobrar en esos a?os para llevar a los ni?os a la escuela, luego recogerlos para llevarlos a casa de su madre, y despu¨¦s ir a la universidad para cumplir sus tareas de investigaci¨®n y dar clases, mientras hac¨ªa una maestr¨ªa en Ingenier¨ªa en Energ¨ªa. Pese a todos los retos, consigui¨® el grado con una tesis sobre uso eficiente de energ¨ªa en la iluminaci¨®n.
El 88 tambi¨¦n fue el a?o del primer gran fraude electoral en M¨¦xico contra la izquierda. En un truculento conteo de votos ¡ªla famosa ca¨ªda del sistema¡ª, el candidato del r¨¦gimen priista, Carlos Salinas de Gortari, se impuso a Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, un pol¨ªtico disidente surgido de las filas del partido hegem¨®nico abanderando ideales de democracia. Desde la universidad, los l¨ªderes del CEU propiciaron el acercamiento del movimiento estudiantil al cardenismo, con lo que sacaron la protesta de las aulas para conducirla a la pol¨ªtica puertas afuera, en las calles y hacia las urnas. Sheinbaum e Imaz se afiliaron al PRD, nacido de esas luchas democr¨¢ticas. ¡°En aquel entonces, el gran debate era si la revoluci¨®n ten¨ªa que ser armada, o bien se optaba por la v¨ªa electoral. La corriente en la que estaba Claudia opt¨® de manera muy temprana por la v¨ªa pol¨ªtico-electoral, por la democratizaci¨®n de los procesos. Es una dem¨®crata consecuente¡±, observa El Fisg¨®n.
Al inicio de la d¨¦cada de los noventa, Sheinbaum, Imaz y sus dos hijos viajaron a California, Estados Unidos. Los j¨®venes padres hab¨ªan conseguido una estancia para estudiar el doctorado, ¨¦l en Educaci¨®n, ella en Ingenier¨ªa Ambiental. El activismo pol¨ªtico sigui¨® all¨¢ a la futura presidenta. Una ic¨®nica foto publicada en un diario estadounidense muestra a Sheinbaum en una manifestaci¨®n a prop¨®sito de la visita a ese pa¨ªs de Salinas de Gortari, en plenos preparativos del Tratado de Libre Comercio, el gran sue?o neoliberal de la ¨¦poca. La joven, en el centro de la toma, carga un cartel que lee (en ingl¨¦s): ¡°?Comercio justo y democracia ya!¡±.
Jorge Zepeda afirma que Sheinbaum se inscribe en una izquierda moderna, m¨¢s europea, que enarbola una agenda de preocupaciones por los derechos humanos, la ecolog¨ªa, el g¨¦nero y la diversidad sexual. Todo ello, apunta, excede el modelo pol¨ªtico de L¨®pez Obrador, de una izquierda ¡°milenarista¡±, donde el Estado benefactor se coloca al centro y que se entrecruza con una a?oranza por las ra¨ªces ind¨ªgenas. ¡°En ella se mezcla su pensamiento cient¨ªfico con una personalidad de hacer bien las cosas, de cumplir, de estar a la altura de la responsabilidad que se le exige, y ese es un motor para levantarse todos los d¨ªas, no como el de L¨®pez Obrador, de c¨®mo va a ser mirado por la Historia¡±, explica.
El salto al Gobierno
A su regreso de EE UU, tras cuatro a?os fuera, Sheinbaum retom¨® su puesto de investigadora en el Instituto de Ingenier¨ªa de la UNAM, y se integr¨® como asesora de la Secretar¨ªa de Energ¨ªa y de la Comisi¨®n Federal de Electricidad, en lo que ser¨ªa su primera incursi¨®n en el servicio p¨²blico. Alcanz¨® el grado de doctora con un trabajo sobre perspectivas de la energ¨ªa residencial. Con varias publicaciones en revistas cient¨ªficas, Sheinbaum se perfilaba como una de las pioneras en M¨¦xico en estudios del cambio clim¨¢tico. Imaz, en cambio, se volc¨® a hacer pol¨ªtica desde el PRD, del que se convertir¨ªa en dirigente en la capital en 1999. L¨®pez Obrador preparaba su candidatura al Gobierno de Ciudad de M¨¦xico (entonces Distrito Federal).
Al triunfar en la elecci¨®n capitalina, en el 2000, L¨®pez Obrador busc¨® un perfil t¨¦cnico para la cartera de Medio Ambiente, alguien que le indicase c¨®mo disminuir la contaminaci¨®n en la capital. Los bi¨®grafos de Sheinbaum afirman que ella entr¨® al campo de visi¨®n del flamante gobernador gracias al f¨ªsico Jos¨¦ Barber¨¢n, el principal asesor de L¨®pez Obrador en asuntos de estad¨ªstica. El mandatario, que ya antes hab¨ªa visitado la casa de los Imaz-Sheinbaum para sostener reuniones de estrategia pol¨ªtica, se entrevist¨® con ella en un Sanborns. Fue un encuentro breve y protocolario, pero suficiente para que ¨¦l la acogiera en su Gobierno. Los bi¨®grafos hacen otra afirmaci¨®n: que el ascenso de Sheinbaum al c¨ªrculo rojo del obradorismo se debi¨®, en gran medida, a la militancia de Imaz, que ya ejerc¨ªa de pol¨ªtico profesional, mientras que ella, en esos a?os, hab¨ªa optado por cultivar m¨¢s su carrera acad¨¦mica que la pol¨ªtica, adem¨¢s de haberse hecho cargo de la crianza de sus hijos.
Sheinbaum no est¨¢ de acuerdo con esa apreciaci¨®n. Zepeda relata que, cuando estaba por publicar su obra La sucesi¨®n 2024, le dio el borrador del cap¨ªtulo que conten¨ªa su biograf¨ªa, en espera de recibir sus comentarios. Quedaron para tomar un caf¨¦. Ella lleg¨® a la reuni¨®n con las hojas impresas, en las que hizo anotaciones a l¨¢piz. M¨¢s all¨¢ de las precisiones sobre fechas y nombres, Sheinbaum se detuvo en la parte donde el bi¨®grafo describi¨® esa especie de subordinaci¨®n respecto de Imaz (ya su exesposo, desde 2016). ¡°Ella me dijo: ¡®Creo que est¨¢s juzgando demasiado pasivo mi inter¨¦s en la pol¨ªtica, y me preocupa que acabo siendo vista seg¨²n la historia de siempre, que es el marido, la pareja masculina la que conduce, y una va como siendo arrastrada, como si yo no tuviera una tradici¨®n familiar de mis padres, mi madre, yo, muy militante¡±, cuenta Zepeda. El bi¨®grafo recuerda algo m¨¢s de ese encuentro: no sinti¨®, pese a todo, que intentase convencerlo de cambiar su relato. ¡°Me dijo: ¡®Oye, no te vayas a ofender, no estoy desautorizando esto, simplemente me parece que el ¨¦nfasis que se proyecta no es fiel a mis propias preocupaciones pol¨ªticas¡±. El Fisg¨®n refuerza el reclamo de la presidenta: ¡°Claudia siempre brill¨® con luz propia. Es de un machismo trasnochado querer ponerla a la sombra de Imaz¡±.
Con el cuerpo de lleno en el Gobierno de L¨®pez Obrador en la capital, Sheinbaum impuls¨® el transporte p¨²blico de bajas emisiones y supervis¨® el impacto ambiental que traer¨ªa consigo la construcci¨®n del segundo piso del Perif¨¦rico, una obra por la que la Administraci¨®n obradorista fue muy criticada. En 2004, un evento ajeno a ella sacudi¨® su carrera. Imaz, que se hab¨ªa convertido en alcalde de Tlalpan, una de las 16 demarcaciones de Ciudad de M¨¦xico ubicada al sur, fue grabado recibiendo dinero de parte del empresario Carlos Ahumada. Se trat¨® de una trampa planeada por los opositores de L¨®pez Obrador y que pas¨® a la historia con el nombre de Los videoesc¨¢ndalos. Imaz acept¨® la responsabilidad y declar¨® que el dinero iba a ser utilizado para financiar campa?as. Renunci¨® al cargo y desde entonces no ha retornado a la pol¨ªtica activamente. El caso, muy medi¨¢tico, golpe¨® duramente a la familia de Sheinbaum. Cano cuenta que ella, entre l¨¢grimas, ofreci¨® a L¨®pez Obrador renunciar al Gobierno, para no endosarle el desprestigio de su esposo, pero el mandatario dijo que ella no ten¨ªa por qu¨¦ asumir responsabilidad alguna y la conserv¨® en su entorno.
Entre 2004 y 2005, cuando el presidente Vicente Fox (PAN) intent¨® encarcelar al entonces jefe de Gobierno, en una maniobra para descarrilarlo de la contienda presidencial en puerta, Sheinbaum volvi¨® a la movilizaci¨®n pol¨ªtica en defensa del dirigente. Luego, en 2006, en las protestas por el supuesto fraude electoral denunciado por L¨®pez Obrador ¡ªera la primera elecci¨®n federal a la que se postul¨® y perdi¨®¡ª, sigui¨® marchando a su lado. L¨®pez Obrador iba adquiriendo un lugar m¨¢s protag¨®nico en el movimiento de izquierda mexicano, desplazando a C¨¢rdenas, que fuera el patriarca, y estaba integrando a su grupo compacto. Sheinbaum fue gan¨¢ndose un lugar. El dirigente la nombr¨® portavoz de su movimiento, tras proclamarse ¡°presidente leg¨ªtimo¡±, y le encarg¨® la organizaci¨®n de las brigadas en defensa del petr¨®leo, las llamadas Adelitas. Im¨¢genes de la ¨¦poca muestran a Sheinbaum dando discursos ante las multitudes obradoristas y recibiendo aclamaciones, mientras el l¨ªder la abraza fraternalmente.
Si bien despach¨® los encargos de L¨®pez Obrador, ella regres¨® a la academia y recuper¨® la actividad de investigadora y docente a lo largo de casi una d¨¦cada. Esa se volvi¨® su rutina cotidiana, con intermitencias de trabajo pol¨ªtico en el territorio. Public¨® otra vez en revistas especializadas y se integr¨® al Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC), organizaci¨®n que en 2007 recibi¨® el Premio Nobel de la Paz. En la elecci¨®n presidencial de 2012, la segunda a la que se presentaba L¨®pez Obrador, este la anunci¨® como su apuesta para la cartera de Medio Ambiente a nivel federal. Tambi¨¦n la incluy¨® como candidata plurinominal al Congreso, pero ella rechaz¨® la postulaci¨®n. Tras la derrota en las urnas, el dirigente rompi¨® con su partido, el PRD, y se dedic¨® a la conformaci¨®n de Morena (Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional). Todav¨ªa sin acceso a recursos p¨²blicos, los fundadores del partido conformaron brigadas, visitaron los Estados, hicieron asambleas, llamaron a las puertas de las casas y repartieron panfletos. Sheinbaum fue una de esas brigadistas de a pie. ¡°En todo ese trabajo, Claudia ya era important¨ªsima en la estructura del movimiento de L¨®pez Obrador. Era, si no su brazo derecho, porque Andr¨¦s Manuel no ha tenido un solo brazo derecho, s¨ª era un personaje ya central en el movimiento, era clave en el tema organizativo¡±, apunta Arturo Ch¨¢vez.
En 2015, Morena fue a su primera elecci¨®n contra el PRI, el PAN y el PRD, que contaban con una amplia base militante. Sheinbaum ten¨ªa raigambre en Tlalpan, porque ah¨ª viv¨ªa, al igual que L¨®pez Obrador. Los morenistas consideraron que ella deb¨ªa ser la candidata para gobernar esa alcald¨ªa. ¡°Nosotros no ve¨ªamos otro referente pol¨ªtico que pudiese competir: era Claudia. Pero ella ya hab¨ªa declarado que no volver¨ªa al Gobierno, porque no le interesaba obtener puestos; que era parte del movimiento y que cont¨¢bamos con ella, pero, para puestos, no¡±, dice Ch¨¢vez. En el fondo, en Sheinbaum anidaba el temor de que la persiguiese el fantasma de Los videoesc¨¢ndalos, seg¨²n dos integrantes de su c¨ªrculo cercano que han pedido no ser citados. Ch¨¢vez recuerda: ¡°Intervenimos muchos para convencerla, incluso L¨®pez Obrador. Yo habl¨¦ con ella unas cuatro veces, en t¨¦rminos personales y pol¨ªticos, para convencerla de que regresara. Ella lo pens¨® mucho, mucho¡±, a?ade el soci¨®logo. Sheinbaum acept¨® finalmente y trajo para Morena una de sus primeras conquistas pol¨ªticas.
Su gesti¨®n como alcaldesa de Tlalpan fue corta y eficaz. Estuvo en el cargo hasta 2017, cuando solicit¨® licencia para contender por la candidatura de Morena al Gobierno de Ciudad de M¨¦xico. Ese salto se vio afectado por el derrumbe, en el terremoto de septiembre de ese a?o, del Colegio R¨¦bsamen, en el que murieron 26 personas, la gran mayor¨ªa ni?os. La oposici¨®n le acus¨® de negligencia por irregularidades en la construcci¨®n del edificio. Las investigaciones han concluido que funcionarios de menor rango otorgaron permisos ilegales para que la due?a del colegio ampliara los pisos del inmueble, lo que finalmente ocasion¨® el derrumbe.
Contender por la candidatura al Gobierno capitalino tampoco fue una decisi¨®n f¨¢cil en el plano personal, a ra¨ªz de su divorcio de Imaz, en 2016, tras casi tres d¨¦cadas de relaci¨®n, seg¨²n cuentan los dos colaboradores que piden no ser citados. Fueron tiempos de mucho dolor. Ch¨¢vez, que la conoce bien, considera que, al final, lanzarse a la contienda, anteponer el proyecto pol¨ªtico, ¡°haberse entregado a la causa¡±, le ayud¨® a reconstituirse. ¡°La jefatura de Gobierno se le abri¨® como un horizonte¡±, resume.
La pol¨ªtica y la cient¨ªfica
Sheinbaum lleg¨® al gobierno capitalino aupada en la ola que condujo a L¨®pez Obrador a la presidencia, en su tercer y definitivo intento, en 2018. Fue la primera vez que una mujer era electa por voto popular como mandataria de la ciudad. Sheinbaum llegaba a trabajar sobre lo construido por los gobernantes de izquierda que han encabezado la capital desde 1997: C¨¢rdenas, el propio L¨®pez Obrador, Marcelo Ebrard ¡ªotro de los fundadores de Morena¡ª y Miguel Mancera.
La jefa de Gobierno hab¨ªa demostrado ser una funcionaria diligente en los cargos p¨²blicos anteriores, pero nada la prepar¨® para afrontar un reto como la pandemia de covid-19 en una capital de nueve millones de habitantes, una de las principales de Am¨¦rica. En cuanto hubo evidencia cient¨ªfica de c¨®mo se transmit¨ªa el virus, Sheinbaum instruy¨® el uso de las mascarillas. Se trat¨® de un contraste contundente respecto de la manera como manej¨® la pandemia L¨®pez Obrador a nivel federal. El exmandatario cuestion¨® los datos y decidi¨® no utilizar cubrebocas, pues quer¨ªa transmitir a la poblaci¨®n un mensaje de tranquilidad, de que no hab¨ªa que temer a la enfermedad. Los funcionarios del gabinete, para no contrariar al entonces titular del Ejecutivo, se quitaban la mascarilla cuando estaban con ¨¦l en conferencias y para tomarse fotos oficiales. Sheinbaum no. Mantuvo la pol¨ªtica del cubrebocas en la ciudad y siempre se present¨® ante la gente us¨¢ndolo. ¡°Es un ejemplo de que Claudia nunca va a dejar de hacer lo correcto, implique lo que implique. Su gobierno en Ciudad de M¨¦xico dio muchas pistas de c¨®mo va a ser la primera presidenta. Es alguien que nunca va a dejar de hacer lo que se tiene que hacer¡±, sostiene Merino.
Merino recuerda que, en un traslado por la ciudad en auto, Sheinbaum iba tomando nota de sem¨¢foros inservibles, cables ca¨ªdos, calles sin pavimentar, e iba llamando a los funcionarios responsables para pedirles que atendiesen esos casos. A ¨¦l, en una ocasi¨®n, le llam¨® para decirle que no pod¨ªa conectarse al internet gratuito de la ciudad, una funci¨®n de la agencia que ¨¦l encabezaba. ¡°Yo nunca hab¨ªa visto a nadie trabajar tanto en mi vida. Te puede marcar a las 12 de la noche y luego a las cuatro de la ma?ana. Porque no para. Todo lo atiende, todo lo ve, no se toma pausas; no prioriza, para nada, ninguna cosa que tenga que ver con confort personal¡±, describe. Jorge Zepeda observa que, a diferencia de L¨®pez Obrador, Sheinbaum no creci¨® en la oposici¨®n o como una perseguida pol¨ªtica, y se?ala que ello ha moldeado su manera de entender el ejercicio del poder. ¡°Su verdadera participaci¨®n en la vida p¨²blica ha sido en el lado ejecutor, ya como gobierno. Eso define absolutamente una actitud distinta frente al manejo del poder, que ella ve como un desaf¨ªo de administraci¨®n p¨²blica¡±, sostiene.
Sheinbaum tom¨® las riendas en la emergencia por el derrumbe de la l¨ªnea 12 del Metro, en mayo de 2021, una tragedia en la que murieron 27 personas y que golpe¨® duramente la imagen de su Gobierno. Un informe independiente concluy¨® que el desplome obedeci¨®, de manera concurrente, a errores en la construcci¨®n (en la Administraci¨®n de Ebrard) y fallas de mantenimiento (en la gesti¨®n de Sheinbaum). La mandataria no acept¨® esas conclusiones y calific¨® el informe de tendencioso. Una de las principales razones del rechazo fue que el documento no distingu¨ªa qu¨¦ tanto influy¨® una causa sobre la otra, es decir, si el mantenimiento de una obra es tan crucial como su dise?o.
La mandataria electa ha dado preferencia a las capacidades t¨¦cnicas de su c¨ªrculo cercano, m¨¢s all¨¢ de la lealtad o la honestidad, otro criterio que contrasta con L¨®pez Obrador. ¡°Ella sabe escuchar, ha formado un equipo muy s¨®lido en todas las materias; sabe que no tiene todas las respuestas, pero s¨ª puede construirlas a partir del diagn¨®stico de un equipo¡±, anota Arturo Zald¨ªvar, exministro de la Suprema Corte y pr¨®ximo coordinador de Pol¨ªtica presidencial. El senador Javier Corral, exgobernador de Chihuahua y exmilitante del PAN, a?ade que Sheinbaum tiene tambi¨¦n un talante m¨¢s democr¨¢tico y m¨¢s de izquierda que algunos cuadros del obradorismo. El pol¨ªtico recuerda una pl¨¢tica que tuvo con ella a prop¨®sito de Fratelli Tutti, la tercera enc¨ªclica del Papa Francisco. ¡°Me mostr¨® su asombro por la manera en que Francisco describe el capitalismo rampante, inhumano, que vivimos, y me dijo que estaba muy sorprendida de descubrir que el Papa era m¨¢s radical que los de Morena en muchos aspectos¡±, relata.
La lucha interna por la candidatura presidencial puso a prueba el liderazgo de Sheinbaum para mantener la unidad del movimiento obradorista. La exjefa de Gobierno dej¨® en el camino a pol¨ªticos tan relevantes como el excanciller Marcelo Ebrard, el exsenador Ricardo Monreal y el entonces secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez. Morena lanz¨® una encuesta nacional para definir qui¨¦n abanderar¨ªa a la formaci¨®n en las elecciones de este 2 de junio. Los resultados la dieron por vencedora, en gran parte porque los morenistas valoraron que ella nunca milit¨® en otro movimiento que la izquierda, a diferencia de los otros contendientes, todos expriistas (como el propio L¨®pez Obrador). No fue f¨¢cil que los hombres derrotados reconocieran su triunfo, especialmente Ebrard, el segundo en las preferencias, que amag¨® con romper con la formaci¨®n guinda y prometi¨® que no se ¡°someter¨ªa¡± a ella. Monreal cuenta que Sheinbaum llam¨® a cada uno de los vencidos para limar asperezas y mantenerlos cerca. ¡°Como adversaria, es una mujer generosa. Nunca sent¨ª agresi¨®n u hostilidad de ella hacia m¨ª. Hizo un gran papel pol¨ªtico al llamar a todos. Y al final nadie se fue, nadie desert¨®, nadie fue a parar a las filas de la oposici¨®n¡±, valora. Al contrario, todos colaboraron con su campa?a, en lugares estrat¨¦gicos decididos por ella.
Sheinbaum, la cient¨ªfica pol¨ªtica, la sucesora de L¨®pez Obrador, ha experimentado eventos importantes en su vida personal en pocos meses. Se cas¨® en noviembre de 2023 con Jes¨²s Mar¨ªa Tarriba, un analista financiero del Banco de M¨¦xico, excompa?ero de aulas en la UNAM. Tambi¨¦n se convirti¨® en abuela de un ni?o, hijo de Rodrigo. Una escena del documental Claudia muestra un inesperado video en el que ella baila y corre tras enterarse de la noticia de que tendr¨ªa un nieto. La presidenta tiene una debilidad especial por los ni?os. Renata Turrent, madre de una ni?a de tres a?os, recuerda la vez que Sheinbaum, al t¨¦rmino de una reuni¨®n de trabajo, le pregunt¨® qu¨¦ palabras hab¨ªa aprendido a decir su hija. ¡°Estaba muy emocionada de saberlo, y ni conoce a mi hija. Yo no habr¨ªa imaginado que la pr¨®xima presidenta tuviera tiempo para eso¡±, comparte. La propia Sheinbaum ha dicho que, de no haberse dedicado a la pol¨ªtica, habr¨ªa sido maestra de k¨ªnder. All¨ª donde ?lvarez Gar¨ªn, uno de sus referentes, no podr¨ªa organizar una huelga. Ella quiz¨¢ s¨ª.
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