?Defender la democracia o defender las instituciones democr¨¢ticas? Ju¡¯ejx
Para la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n, la tarea m¨¢s urgente para defender la democracia es el combate a la pobreza y a la desigualdad social; una sociedad m¨¢s justa y m¨¢s equitativa podr¨¢ participar tambi¨¦n en igualdad de condiciones en el dise?o y funcionamiento de las instituciones
Tal vez el problema viene desde la construcci¨®n misma del Estado Mexicano, quienes construyeron el andamiaje que lo sostiene pertenec¨ªan a una ¨¦lite cerrada que entend¨ªa de qu¨¦ iba aquello de construir una Rep¨²blica, t¨¦cnicamente hablando. Con esto no quiero demeritar la movilizaci¨®n popular detr¨¢s de la Independencia, pero es verdad que, una vez logrados los objetivos, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, mayor¨ªa ind¨ªgena durante gran parte del siglo XIX, no particip¨® de la construcci¨®n de la arquitectura del Estado naciente. Ni la poblaci¨®n afrodescendiente, ni la mayor¨ªa de las mujeres ni mucho meno...
Tal vez el problema viene desde la construcci¨®n misma del Estado Mexicano, quienes construyeron el andamiaje que lo sostiene pertenec¨ªan a una ¨¦lite cerrada que entend¨ªa de qu¨¦ iba aquello de construir una Rep¨²blica, t¨¦cnicamente hablando. Con esto no quiero demeritar la movilizaci¨®n popular detr¨¢s de la Independencia, pero es verdad que, una vez logrados los objetivos, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, mayor¨ªa ind¨ªgena durante gran parte del siglo XIX, no particip¨® de la construcci¨®n de la arquitectura del Estado naciente. Ni la poblaci¨®n afrodescendiente, ni la mayor¨ªa de las mujeres ni mucho menos la poblaci¨®n empobrecida se sentaron a discutir y a dise?ar el funcionamiento de la Rep¨²blica, aquello fue tarea de ilustrados y de contadas excepciones como la del zapoteco Benito Ju¨¢rez que, lejos de responder a la l¨®gica comunalista de su contexto de origen, se convirti¨® en algo as¨ª como el mayor defensor de las ideas liberales para la consolidaci¨®n del Estado, en muchos casos jugando abiertamente en contra de los intereses de los pueblos ind¨ªgenas. El andamiaje institucional ha sido hist¨®ricamente dise?ado por grupos de ¨¦lite que resguardan una especie de conocimiento inici¨¢tico.
Por lo que podemos ver de los resultados de la pasada elecci¨®n del 2 de junio, el llamado de la oposici¨®n a defender la democracia no tuvo mayor eco en las casillas. Aqu¨ª es cuando conviene distinguir entre ¡°defender la democracia¡± y ¡°defender las instituciones democr¨¢ticas¡±, este ¨²ltimo es un sistema institucional de contrapesos y de controles para mantener un equilibrio de poder, sistema que se fue configurando con la llamada transici¨®n en cuanto la aplastante hegemon¨ªa del PRI como partido de Estado se fue resquebrajando, el Instituto Nacional Electoral (antes IFE) es el organismo estrella de este sistema. ?Por qu¨¦ si cost¨® tanto crear este sistema de instituciones para el funcionamiento democr¨¢tico, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no sali¨® a votar por la opci¨®n que dice defenderlo? Porque una vez m¨¢s sucedi¨® lo mismo, el movimiento popular que resquebraj¨® la hegemon¨ªa del PRI y que luch¨® por la democracia fue excluida del dise?o t¨¦cnico de aquellas instituciones cuyo funcionamiento nunca se populariz¨® realmente, por m¨¢s que digan que se cre¨® un instituto electoral con liderazgo ciudadano, es verdad que la ciudadan¨ªa que particip¨® en su creaci¨®n y funcionamiento pertenece a una ¨¦lite que tiene un conocimiento inici¨¢tico. El INE ha fallado terriblemente en la educaci¨®n c¨ªvica, en convertir un conocimiento inici¨¢tico y elitista en conocimiento popular. ?C¨®mo explicar el entusiasmo que hay por la propuesta de L¨®pez Obrador para que los ministros y las ministras de la Suprema Corte sean elegidos mediante voto popular? Para la defensa de la democracia popular, que la poblaci¨®n elija a los jueces es totalmente democr¨¢tico y quienes defienden lo contrario no han sabido explicar sin tecnicismos su punto, no han sabido popularizar sus t¨¦rminos ni sus argumentos.
Por otro lado, la defensa de la democracia va m¨¢s all¨¢ de la defensa de las instituciones democr¨¢ticas y creo que justamente eso es lo que no ha entendido la oposici¨®n. Por eso se sorprenden tanto de que el movimiento de defensa del INE no se haya hecho masivo y popular. ?C¨®mo poneros masivamente a rizar el rizo y discutir ¡°los frenos y contrapesos a las facultades del poder ejecutivo¡± cuando la desigualdad social es tan radical? Defender la democracia es algo que se ha hecho masiva y popularmente a lo largo de la historia del pa¨ªs; por el contrario, poder participar e incidir en el dise?o de las instituciones democr¨¢ticas y del sistema de frenos y contrapesos necesita de ciertas condiciones materiales y de justicia social que no se ha garantizado para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n mexicana.
Para muchos movimientos populares, instituciones como el INE han incluso traicionado la lucha por la democracia y es por eso que la defensa de este instituto en los t¨¦rminos en los que lo plantea la oposici¨®n no son nada populares, para estos movimientos estas instituciones necesitan profundas reformas. Parece haber un divorcio y un contraste rotundo entre la defensa de la democracia y la defensa de las actuales instituciones democr¨¢ticas. De pronto, para la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n parece resultar claro que la tarea m¨¢s urgente para defender la democracia es el combate frontal a la pobreza y a la desigualdad social; claramente una sociedad m¨¢s justa y m¨¢s equitativa podr¨¢ participar tambi¨¦n en igualdad de condiciones en una de las muchas dimensiones de la democracia: el dise?o y funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas.
No puede haber democracia sin justicia social y la mayor¨ªa de los votantes cree y siente que esta justicia social est¨¢ llegando de la mano de la Cuarta Transformaci¨®n, en esta l¨®gica, la mejor manera de defender la democracia es votar masivamente por Morena. Ambos lados, simpatizantes de Morena y de la oposici¨®n, consideran que est¨¢n defendiendo la democracia y no se entienden en absoluto, ambos lados se acusan de estar dinamit¨¢ndola.
Sin bienestar y equidad social no puede haber democracia, es verdad, pero desde los movimientos alternativos en resistencia a los megaproyectos, desde la defensa del territorio, desde las personas buscadoras de desaparecidos y colectivos preocupados por el poder que se le est¨¢ confiriendo a las fuerzas armadas en este sexenio hay evidencias de que Morena no es la respuesta, ni tampoco lo es la oposici¨®n. Otras maneras son posibles, pero de eso hablar¨¦ en otra ocasi¨®n.
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