Los retos de Claudia Sheinbaum, Pemex y CFE
Las dos empresas afrontan una delicada situaci¨®n porque se encuentran a medio camino de un ambicioso rescate por parte del Gobierno de la 4T
Aunque no por las mismas razones, los dos gigantes de la energ¨ªa de M¨¦xico, Pemex y CFE, representan un enorme desaf¨ªo para el Gobierno entrante. No solo porque de la eficiencia o la falta de ella depender¨¢ que el pa¨ªs genere los niveles de energ¨ªa que exige el nearshoring y el cambio clim¨¢tico; tambi¨¦n porque su desempe?o econ¨®mico impacta decisivamente en las finanzas p¨²blicas y en la calificaci¨®n crediticia de M¨¦xico y, por ende, en la deuda externa o...
Aunque no por las mismas razones, los dos gigantes de la energ¨ªa de M¨¦xico, Pemex y CFE, representan un enorme desaf¨ªo para el Gobierno entrante. No solo porque de la eficiencia o la falta de ella depender¨¢ que el pa¨ªs genere los niveles de energ¨ªa que exige el nearshoring y el cambio clim¨¢tico; tambi¨¦n porque su desempe?o econ¨®mico impacta decisivamente en las finanzas p¨²blicas y en la calificaci¨®n crediticia de M¨¦xico y, por ende, en la deuda externa o la cotizaci¨®n del peso.
Las dos empresas afrontan una delicada situaci¨®n porque se encuentran a medio camino de un ambicioso rescate por parte del Gobierno de la 4T, luego del profundo desmantelamiento a que las hab¨ªan condenado los Gobiernos neoliberales.
La situaci¨®n de las dos empresas p¨²blicas es distinta. El problema con Pemex es de car¨¢cter financiero y productivo, con la CFE de naturaleza jur¨ªdica. Con Pemex el dolor de cabeza reside en su delicada situaci¨®n financiera y en la necesidad de que sus plantas de refinaci¨®n dejen de ser barriles sin fondo. Para la CFE, en cambio, con mucho mejor desempe?o tecnol¨®gico y financiero, el desaf¨ªo consiste en la preocupante dependencia del gas estadounidense que pone en movimiento a sus plantas hidroel¨¦ctricas (m¨¢s de 60% de la generaci¨®n de energ¨ªa). Y peor a¨²n, las leoninas imposiciones legales que la convierte en reh¨¦n del sector privado y la condenan a una sangr¨ªa interminable por los subsidios disfrazados a los particulares. En esta entrega abordar¨¦ el caso de Pemex, en la siguiente el de la CFE.
De entrada, habr¨ªa que decir que la paraestatal ha sido el blanco preferido de los cr¨ªticos de la 4T con prop¨®sitos pol¨ªticos y propagand¨ªsticos, a veces con raz¨®n y muchas sin ella. Convendr¨ªa separar la espuma malintencionada de la realidad.
En los gobiernos anteriores se abandonaron las refinar¨ªas y la petroqu¨ªmica y nos hicimos dependientes de la gasolina y el di¨¦sel extranjeros. No se necesita ser experto para entender que eso equivale a vender aguacates a un precio y comprar guacamole a otro m¨¢s alto. A partir de 2015 M¨¦xico se volvi¨® deficitario y la brecha se fue ampliando en los siguientes a?os. En 2023 exportamos petr¨®leo por 33.000 millones de d¨®lares, pero compramos al extranjero 52.000 millones de derivados de petr¨®leo. Un boquete enorme de 19 millones de d¨®lares anuales. ?C¨®mo explicar eso en un pa¨ªs con riqueza petrolera? Los yacimientos hab¨ªan menguado, es cierto, pero siguen siendo superiores a las necesidades de M¨¦xico. El problema ha sido el modelo depredador e irresponsable del pasado.
Con la globalizaci¨®n se sosten¨ªa que la interdependencia era el mejor arreglo posible: que cada cual produjera lo que le sal¨ªa mejor y comprara en el extranjero todo lo dem¨¢s, para ponerlo en los t¨¦rminos m¨¢s simples posibles. Pero luego result¨® que ante cualquier crisis los pa¨ªses productores se manejan con el consabido ¡°cada uno se rasca con sus u?as¡±. El desabasto de fertilizantes, los cortes de suministro de gas, la monopolizaci¨®n de vacunas o el acaparamiento de combustibles est¨¢n a la vista. M¨¦xico opera desde hace a?os con reservas de gasolina (importada) equivalentes al consumo de 10 d¨ªas y dependemos de otros pa¨ªses para no quedar paralizados. El Gobierno de la 4T decidi¨®, como muchas otras naciones tras los excesos de la globalizaci¨®n, que frente a la crisis ambiental, las incidencias geopol¨ªticas y hasta el eventual estado de ¨¢nimo de un presidente como Trump, est¨¢bamos obligados a adoptar criterios de seguridad nacional en ¨¢reas estrat¨¦gicas. La energ¨ªa es la primera de ellas.
Pemex est¨¢ haciendo lo necesario para conseguir la autonom¨ªa en refinaci¨®n, eliminar la producci¨®n del t¨®xico combust¨®leo (para eso son las coquizadoras en proceso de rehabilitaci¨®n o construcci¨®n) y dejar de comprar fertilizantes en el extranjero. El esfuerzo ha sido enorme, pero se est¨¢ consiguiendo. En alg¨²n momento en 2025 dejaremos de importar gasolinas. En mayo de este a?o, por vez primera desde agosto de 2014, el pa¨ªs registr¨® un mes con saldo positivo en la balanza comercial petrolera con el resto del mundo. Fue moment¨¢neo, pero el pr¨®ximo a?o podr¨ªa ser sistem¨¢tico. Quiz¨¢ M¨¦xico no vuelva a ser exportador (adi¨®s a los 33 millones de d¨®lares que nos ingresan por petr¨®leo, pero tambi¨¦n adi¨®s al grueso de esos 52 MMDD que pagamos para adquirir derivados).
Todo eso se ha conseguido sin endeudamiento adicional. Los cr¨ªticos hacen sorna de la brutal deuda de Pemex: 106 millones de d¨®lares, pero no se menciona el hecho de que el gobierno de Pe?a Nieto la entreg¨® con un endeudamiento de 129 millones de d¨®lares, lo cual significa una reducci¨®n de casi la quinta parte en seis a?os. En buena medida eso se ha logrado con un sacrificio por parte de Hacienda, pues redujo el impuesto de 65% que le aplicaba a los ingresos de Pemex a solo 30%. Eso, adem¨¢s del apoyo para el pago del endeudamiento (cuando la deuda se paga ¡°desde¡± el gobierno federal la tasa es menor, porque el pa¨ªs tiene mejor calificaci¨®n que Pemex).
No obstante, hay una cr¨ªtica justificada en contra de la paraestatal. El enorme costo de operaci¨®n de la filial Pemex Transformaci¨®n Industrial, responsable de la refinaci¨®n y producci¨®n de derivados. Desde hace lustros la refinaci¨®n opera con p¨¦rdidas, pero a partir de la puesta en marcha de plantas que hab¨ªan sido abandonadas, los n¨²meros rojos se dispararon a un promedio de 10 millones de d¨®lares anuales los primeros tres a?os del sexenio. En 2023 se redujo el boquete a 3 millones de d¨®lares, pero ha vuelto a crecer y en 2024 alcanzar¨¢ la peor cifra de la historia. De continuar esa tendencia la situaci¨®n de Pemex ser¨ªa insostenible. No est¨¢ claro cu¨¢nto de estos n¨²meros rojos en la operaci¨®n de las refiner¨ªas es transitorio por encontrarse en etapa de rehabilitaci¨®n, cu¨¢nto es fruto del apresuramiento para cumplir ¡°a cualquier costo¡± metas de producci¨®n en el ¨²ltimo a?o de L¨®pez Obrador y cu¨¢nto a problemas estructurales dentro de Pemex.
Sea una cosa u otra, el equipo de Sheinbaum tendr¨¢ que resolverlo. La tesis doctoral de la pr¨®xima presidenta part¨ªa de un enfoque que privilegiaba el ¡°consumo de energ¨ªa por sus finales¡±. Es decir, poner el acento no en la fuente de generaci¨®n de la energ¨ªa, ahora dividida en Pemex y CFE, sino en el destino; algo que cada vez es m¨¢s ambiguo. El litio es de extracci¨®n, como el petr¨®leo, pero servir¨¢ para alimentar bater¨ªas para el consumo el¨¦ctrico; los nuevos autos se cargar¨¢n del sistema de CFE no de las gasolineras de Pemex, etc. Esto significa que la Secretar¨ªa de Energ¨ªa tendr¨¢ un papel estrat¨¦gico y subordinar¨¢ ¡°a los fines¡±, el consumo, lo que hoy est¨¢ dividido en dos paraestatales absolutamente independientes. Se trata de un cambio tendencial, no categ¨®rico, pero inevitable. Una de las muchas acciones renovadoras que la nueva administraci¨®n est¨¢ obligada a poner en marcha. Pemex es m¨¢s que salvable, a condici¨®n de encontrar la forma. Continuar¨¢.
@jorgezepedap
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