¡®Haiga sido como haiga sido¡¯ o el fracaso de la pol¨ªtica

El problema no es que una mayor¨ªa haya conseguido el voto que necesitaba convenciendo, comprando o ¡°torciendo¡± la posici¨®n inicial de un miembro de la oposici¨®n. Sucede en todos los reg¨ªmenes parlamentarios o, para el caso, en cualquier asamblea vecinal en medio de una votaci¨®n aguerrida. El tema no es ese. Lo cuestionable en la aprobaci¨®n de la reforma judicial de este martes en el Senado, es la posibilidad de que se haya conseguido echando mano de un recurso que traicionar¨ªa el sentido mismo de una reforma que pretende mejorar la impartici¨®n de justicia en M¨¦xico.

Los datos que se conocen es que el senador Miguel ?ngel Yunes M¨¢rquez y Ad¨¢n Augusto L¨®pez, ex secretario de Gobernaci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y actual coordinador de los diputados de Morena, se habr¨ªan reunido el viernes pasado. Tras lo cual, Yunes, miembro del PAN y quien hab¨ªa hecho campa?a en contra de la reforma, dej¨® de responder a los miembros de su partido y este martes cambi¨® el sentido de su voto. Hasta aqu¨ª no habr¨ªa mayor reclamo que el mal gusto, por decirlo de alguna manera, de recurrir a uno de los miembros m¨¢s desprestigiados de la escena pol¨ªtica. Por ambici¨®n o vulnerabilidad suelen ser este tipo de personajes los que traicionan a cambio de alguna ventaja. Eso tampoco es delito y sigue estando dentro del ¨¢mbito de la pol¨ªtica. Lamentable recurrir al eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil, pero ¡°necesario¡± en aras de un bien mayor, como dijo el presidente en La Ma?anera, horas m¨¢s tarde.

Lo que ya no ser¨ªa del ¨¢mbito de la pol¨ªtica y s¨ª del uso faccioso del poder, es la versi¨®n que corre respecto a las razones que llevaron a este senador a cambiar su voto. Seg¨²n versiones publicadas por Ricardo Raphael, entre otros periodistas, un testigo presencial de la reuni¨®n entre Yunes y Ad¨¢n Augusto afirma que este ¨²ltimo habr¨ªa ofrecido eliminar las averiguaciones penales en contra del senador y de varios miembros de su familia, a cambio de su voto. Una negociaci¨®n de ese tipo supondr¨ªa una usurpaci¨®n de funciones sobre la fiscal¨ªa del Gobierno de Veracruz, por no hablar del car¨¢cter delincuencial que entra?a el arreglo. En la pr¨¢ctica, una utilizaci¨®n del Poder Judicial por el grupo en el poder para obtener una ventaja pol¨ªtica a favor de su causa.

La otra versi¨®n la ofreci¨® el presidente en su conferencia de prensa. En realidad, recurri¨® a dos tesis que se contraponen. ¡°No se negoci¨® nada, absolutamente nada¡±. Simplemente, Yunes cambi¨® de parecer, y as¨ª es la pol¨ªtica. Luego afirm¨® que en realidad no estaba informado de lo que hab¨ªa negociado Ad¨¢n Augusto, pero que seguramente eso no (las acusaciones penales), porque ning¨²n miembro de Morena har¨ªa eso. El propio presidente debi¨® encontrar d¨¦bil esta l¨ªnea de argumentaci¨®n, porque luego recurri¨® a la noci¨®n de la ¡°real politik¡±. ¡°En pol¨ªtica siempre hay que optar por inconvenientes¡­ buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios¡±; es decir, hubo algo, pero se justifica. Luego dedic¨® varios minutos a resaltar la importancia del bien mayor: la reforma judicial que sanear¨¢ la justicia en M¨¦xico. ¡°Entonces un haiga sido como haiga sido¡±, interrumpi¨® la reportera Jessica Zerme?o, de Univisi¨®n. No, dijo el presidente, en nuestro movimiento hay congruencia entre los medios y los fines, y termin¨® hablando de moralidad y de las viejas pr¨¢cticas de los abusos pol¨ªticos de los conservadores.

M¨¢s all¨¢ de las declaraciones en uno u otro sentido, el verdadero indicador nos lo dar¨¢ la evoluci¨®n de esas averiguaciones penales, que habr¨ªa que monitorear estrechamente. Mientras tanto, solo podemos recurrir al sentido com¨²n y al an¨¢lisis de la entreverada argumentaci¨®n del presidente. Descartando la parte ret¨®rica de la supuesta incorruptibilidad de sus funcionarios, aunque muchos vengan del corruptible PRI entre ellos Ad¨¢n Augusto, habr¨ªa que quedarse con el argumento de fondo. La racionalizaci¨®n que hace L¨®pez Obrador de la peque?a infamia como ¡°un mal necesario¡±.

No coincidir¨ªa con el presidente. Primero porque los ¡°haiga sido como haiga sido¡± pasan una factura pol¨ªtica y moral. Y lo digo a pesar de coincidir en que la reforma judicial hoy aprobada, apresurada y parcial, es mejor que el pantano en el que ahora nos encontramos, un tema que he expuesto en este espacio. Y tampoco creo que vaya a generar una debacle econ¨®mica, como aseguran los catastrofistas, por razones que tambi¨¦n describ¨ª hace unos d¨ªas. Ni siquiera creo que el peor impacto vaya a darse entre sus cr¨ªticos que, de cualquier manera, ya est¨¢n convencidos de que nos encontramos en una deriva autoritaria. El verdadero da?o est¨¢ adentro.

La confirmaci¨®n para los cuadros de Morena de que todo se vale; si el l¨ªder moral avala, o pretende ignorar, una utilizaci¨®n arbitraria de los recursos del Estado para favorecerse a s¨ª mismos y derrotar a sus rivales pol¨ªticos, en aras de un supuesto bien mayor, no habr¨¢ l¨ªmite a estas pr¨¢cticas. Toda violaci¨®n quedar¨ªa justificada porque se trata de una causa superior. ¡°El equilibrio entre la eficacia y los principios¡±, como se?al¨® el presidente, es un eufemismo para justificar el abandono de esos principios. Asumiendo que ¨¦l tiene claro los casos l¨ªmites en los que tal cosa es aceptable, deja un muy cuestionable m¨¦todo para los que le siguen. Una chequera en blanco para personajes como Ad¨¢n Augusto L¨®pez mandam¨¢s de la nueva c¨¢mara de diputados o Ricardo Monreal en la de senadores. Si tienen el poder absoluto y el ¨²nico l¨ªmite es su conciencia o su ¨¦tica, estamos en problemas. Eso es lo que verdaderamente preocupa.

Y tampoco coincido en que era ¡°necesario¡± este ¡°mal necesario¡±. Se trata de un fracaso de la pol¨ªtica, porque termin¨® siendo una imposici¨®n sobre la minor¨ªa. Claudia Sheinbaum hab¨ªa propuesto una ruta de negociaci¨®n con todas las partes interesadas y la eventual incorporaci¨®n de algunas objeciones. En la pr¨¢ctica se abandon¨® esa ruta, desde el momento en que se le respondi¨® desde Morena que solo ser¨ªa informativa y no se cambiar¨ªa ni una coma a la iniciativa presidencial. A la postre ni siquiera se negociaron las preocupaciones de los trabajadores. Y vale la pena recordar que la mayor cr¨ªtica contra la reforma educativa de Pe?a Nieto hab¨ªa sido que no se hab¨ªa consultado con los maestros.

Puede entenderse que L¨®pez Obrador quiera librar a su sucesora de la pesadilla que le represent¨® el Poder Judicial y sus muchas trabas al proceso de cambio. Seguramente lo entiende como un sacrificio al cargar con la factura pol¨ªtica para desterrar esa pesadilla. Pero el procedimiento vertical y la torpeza pol¨ªtica han elevado el monto de esa factura: tanto para el balance-epitafio de L¨®pez Obrador al dejar el principio de que todo se vale, como el contexto enturbiado que le deja a Sheinbaum adentro y afuera del movimiento.

@jorgezepedap

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