Sexo sin lengua
Hay que joderse con el virus. D¨¦cadas de pr¨¢cticas para volver al magreo del instituto sin siquiera besos de tornillo
El coronavirus ha venido de donde venga a jodernos vivos. Nos ha arrebatado a los que m¨¢s quer¨ªamos, nos ha quebrado la bolsa y la vida, ha puesto patas arriba nuestros usos y costumbres y nos ha inoculado el miedo al otro hasta la m¨¦dula. Reci¨¦n salidos de las peores semanas, en las que bastante ten¨ªamos con llorar a los muertos, salvar enfermos y mantenernos alejados del pr¨®jimo como si apest¨¢ramos, muchos de quienes dormimos solos no hab¨ªamos ca¨ªdo en que el virus se nos ha metido tambi¨¦n en la cama expulsando a posibles terceros, ya sean habituales, eventuales o fijos discontinuos. Quienes est¨¢n contando los d¨ªas hasta la fase 1 para reencontrarse con sus amantes, buscar nuevos o seguir un tonteo donde lo hab¨ªan dejado ser¨¢n las pr¨®ximas v¨ªctimas del bicho. Tras haberse pasado la primavera coci¨¦ndose en sus propios jugos, tendr¨¢n que tomar una decisi¨®n que no regula ning¨²n BOE. Hacerlo, no hacerlo, o hacerlo seg¨²n y c¨®mo para no ponerse en peligro a uno mismo ni al otro. Eso es un dilema y no el de Hamlet.
Los expertos no se atreven a prohibir el sexo entre no convivientes, claro. Pero aconsejan practicarlo sin besos boca a boca ni posturas cara a cara para no compartir ni la saliva ni el aliento. Admiten, si no se aguantan las ganas, las posturas ¡°posteriores¡± como la del perrito y la cuchara, grat¨ªsimas ambas seg¨²n recuerdo si no fueran obligatorias ni excluyeran aquello que nos diferencia de las bestias. Mirarse a los ojos. Besarse los labios. Permanecer abrazados un minuto m¨¢s de lo necesario para recuperar el resuello. Ni guantes ni mascarillas sirven a tal efecto y, por ahora, no hay condones de lengua. As¨ª que, entre la abstinencia y los trabajos manuales a solas o en compa?¨ªa de otros, cada cual habr¨¢ de hallar su t¨¦rmino medio. Hay que joderse con el virus. D¨¦cadas de pr¨¢cticas para volver al magreo del instituto sin siquiera besos de tornillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.