?Qui¨¦n teme al lobo?
Pek¨ªn sabe que tiene poco tiempo para intentar cambiar el orden internacional a su favor
Portavoces del Ministerio de Exteriores chino se han lanzado a una combativa campa?a en las redes, en r¨¦plica a los tuits de Donald Trump. La nueva diplomacia del ¡°lobo guerrero¡± toma el nombre de una patri¨®tica y exitosa pel¨ªcula china de acci¨®n. Esta estrategia de comunicaci¨®n representa ¡°un cambio en la relaci¨®n de fuerzas entre Occidente y China¡± al desempe?ar el protagonismo en el sistema del poder mundial, publicaba el oficialista Global Times el 16 de abril: ¡°Los d¨ªas en que China era sumisa han pasado¡±. Aviso para navegantes. Ciertamente, Pek¨ªn ha mostrado una capacidad de reacci¨®n y reflejos envidiable al convertir el desastre inicial de la pandemia en un relato de ¨¦xito. Las medidas draconianas permitieron contener la propagaci¨®n del virus. Acto seguido, como ave f¨¦nix que remonta el vuelo sobre sus cenizas, Xi Jinping lanz¨® una ofensiva internacional de poder blando y poder duro, combinando ofrecimiento de ayuda m¨¦dica y desinformaci¨®n, llamadas telef¨®nicas a presidentes y expulsi¨®n de periodistas cr¨ªticos, im¨¢genes de liderazgo en ausencia de EE UU, y avance de posiciones militares en el mar del Sur de China.
Si nos remitimos al origen de los hechos, la perspectiva cambia. La propia aparici¨®n de la covid-19 es en s¨ª un indicador de las tensiones internas del sistema, del desajuste entre el mercado laboral en las zonas rurales y urbanas. Sin olvidar unas pr¨¢cticas culturales, de un lado mediante el consumo incontrolado de productos alimenticios en mercadillos que ponen en riesgo su salud (y la nuestra), m¨¢s una demanda m¨¢gico-medicinal que empuja a la extinci¨®n de especies salvajes como el tigre y el rinoceronte. Finalmente, la diplomacia de la mascarilla se ha convertido en una diplomacia de poder enmascarada, y cada vez son m¨¢s las voces que denuncian al PCCh por su utilizaci¨®n de las estructuras liberales globales, cuyos valores democr¨¢ticos cuestiona, para alcanzar la hegemon¨ªa e imponer sus criterios. Nadie dir¨ªa que en 1974 Den Xiaoping ante la ONU declar¨® que ¡°China no es una superpotencia, ni buscar¨¢ jam¨¢s serlo¡±.
En la UE han saltado las alarmas por manipulaciones cibern¨¦ticas desinformativas y ha surgido el miedo a que los holdings de empresas chinos aprovechen la ca¨ªda de las Bolsas para adquirir activos estrat¨¦gicos a precios de liquidaci¨®n. Y China endurece las condiciones de devoluci¨®n de pr¨¦stamos a pa¨ªses pobres y con la covid-19.
Donald Trump tambi¨¦n contribuye lo suyo, y el cruce de acusaciones mutuas llega a una agresividad m¨¢s all¨¢ de la Guerra Fr¨ªa. Ante la coyuntura del momento, afirma el sin¨®logo italiano Francisco Sisci, Pek¨ªn sabe que tiene poco tiempo para intentar cambiar el orden internacional a su favor. La excepcionalidad actual requiere, m¨¢s que nunca, de la cooperaci¨®n internacional para abordar los desaf¨ªos de la pandemia. Sin por ello olvidar que en una situaci¨®n de crisis severa puede realizarse la indeseable premisa hobbesiana de que el hombre sea un lobo para el hombre.
@evabor3
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