Hacer de la crisis educativa una prioridad pol¨ªtica
Su gravedad es particularmente aguda en Italia donde afecta a 9,8 millones de ni?os y adolescentes, el 16,8 % de la poblaci¨®n, y donde la incidencia de la pobreza infantil se encuentra entre las m¨¢s altas de los pa¨ªses desarrollados
La pandemia de la covid-19 no solo ha provocado una crisis econ¨®mica de vastas proporciones y un aumento general de las desigualdades y de la pobreza a escala mundial. Est¨¢ originando asimismo una enorme crisis educativa. 1.650 millones de ni?os y adolescentes del mundo siguen sin acudir a sus centros escolares, confinados en sus casas, o con movilidad y trato social muy limitados. En todo el mundo, pediatras, psic¨®logos, educadores han expresado su seria preocupaci¨®n acerca de los efectos en el desarrollo cognitivo y emocional ¡ªpara todos los ni?os y adolescentes, pero en particular para aquellos que ya se hallaban en condiciones m¨¢s desfavorecidas¡ª del aislamiento dentro de los muros de hogar y de la dependencia exclusiva de sus familiares m¨¢s pr¨®ximos. Sin embargo, esta cuesti¨®n no se ha convertido hasta ahora en una prioridad pol¨ªtica, a pesar de que concierne a los derechos y destinos de las generaciones m¨¢s j¨®venes, es decir, del futuro de las sociedades.
La gravedad de la crisis educativa es particularmente aguda en Italia, donde afecta a 9,8 millones de ni?os y adolescentes, el 16,8 % de la poblaci¨®n, y donde la incidencia de la pobreza infantil se encuentra entre las m¨¢s altas de los pa¨ªses desarrollados. Ya antes de la covid-19 hab¨ªa 2.192.000 ni?os y adolescentes en condiciones de pobreza relativa y 1.262.000 en condiciones de pobreza absoluta. Tambi¨¦n la pobreza educativa, medida seg¨²n indicadores relativos tanto a la oferta educativa como a las competencias cognitivas, resulta comparativamente alta. Seg¨²n muchos indicios, empezando por el fuerte aumento de quienes no pueden satisfacer siquiera sus necesidades alimentarias, es muy probable que la pobreza absoluta casi se haya duplicado, aumentando as¨ª tambi¨¦n el n¨²mero de personas expuestas al grave riesgo de la pobreza educativa. Un riesgo que se ve ulteriormente exacerbado, en efecto, por el cierre de los colegios (guarder¨ªas y jardines de infancia incluidos) y de todos los espacios educativos no familiares. Este cierre, que supone un peso para todos, solo reemplazable de forma parcial por una ense?anza en l¨ªnea esmerada y eficaz, tiene efectos particularmente negativos en los ni?os y adolescentes m¨¢s desfavorecidos por ser pobres, extranjeros o tener alguna discapacidad. Los ni?os y adolescentes con discapacidades graves (273.000 se encuentran escolarizados) dif¨ªcilmente pueden seguir la ense?anza en l¨ªnea, mientras que han perdido su relaci¨®n diaria con sus compa?eros de clase y maestros, junto con la posibilidad de salir de casa, todos ellos factores fundamentales para construir relaciones de confianza. Corren el riesgo, por lo tanto, de sufrir una regresi¨®n dif¨ªcil de recuperar. Los ni?os y adolescentes en situaci¨®n de pobreza se encuentran confinados a menudo en hogares hacinados (una condici¨®n que comparten el 41 % de los menores en Italia) y que, en ocasiones, carecen de los est¨¢ndares m¨ªnimos. Adem¨¢s de haber perdido las oportunidades educativas que les ofrecen las diversas actividades extracurriculares organizadas por las asociaciones de la sociedad civil, no tienen acceso en un alto n¨²mero a los instrumentos necesarios para beneficiarse de la ense?anza en l¨ªnea: una conexi¨®n a Internet con un n¨²mero suficiente de gigas (el 57,2 % de las familias m¨¢s pobres carecen de ella, seg¨²n una estimaci¨®n de Save the Children), una tableta o un ordenador. El 14,3 % de las familias con hijos menores ni siquiera tienen uno de estos dos instrumentos. Adem¨¢s, les falta la competencia necesaria para su uso adecuado. El porcentaje es obviamente mucho m¨¢s alto en familias en situaci¨®n de pobreza. Si son extranjeros, a estas dificultades se suman las de car¨¢cter ling¨¹¨ªstico.
En un pa¨ªs que ya tiene altas tasas de absentismo y abandono escolar y uno de los porcentajes m¨¢s altos de ninis entre los pa¨ªses desarrollados, esta situaci¨®n no supone tan solo un problema de equidad y justicia, que pone en cuesti¨®n el derecho constitucional a recibir una educaci¨®n y a acceder a los recursos para desarrollar plenamente las propias capacidades. Tambi¨¦n representa un fuerte h¨¢ndicap para el futuro de la sociedad en su conjunto.
Chiara Saraceno es soci¨®loga y fil¨®sofa.
Traducci¨®n de Carlos Gumpert.
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